Por sexto año consecutivo, la localidad riojana de Viniegra de Abajo ve su letargo canicular interrumpido por la edición veraniega del festival Sierra Sonora. Este año presentando el cartel más potente de su veintena larga de ediciones. El programa presentaba entre sus nombres varios grupos que se encuentran entre los diez mejores discos nacionales del 2024 como Viva Belgrado, Gorka Urbizu y Maestro Espada. Así como otros de los artistas más populares a nivel nacional como Xoel López.
El jueves se inauguró el escenario de la Casa Montero de la mano de Alice Wonder, en sustitución de Rita Payés, quien desgraciadamente no pudo acompañarnos en esta edición. La cantante madrileña hizo un generoso parón en su proceso de grabación para regalarnos un concierto muy íntimo, dejando clara su postura introspectiva. Alternando teclado y guitarra eléctrica, pero siempre con la voz como instrumento principal. Un tono singular que a veces incluso modulaba con un pedal. Alice Wonder interpretó varios de sus temas más conocidos como "Corazón Mármol", "Por si apareces", y "Bajo la piel". Además, presentó también temas de su nuevo disco como "Beso", e incluso obsequió a sus emocionados oyentes con una interpretación inédita de "La droga más suave del mundo".

Entrada la noche el pórtico de la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción se convirtió en el bellísimo escenario que acogió a Elena Aranoa. La silueta de la artista natal de Zarautz, asentada en La Rioja desde hace tiempo, deslumbraba delante de la figura de la virgen de Guadalupe, que podía adivinarse iluminada en el interior de la iglesia. Tan solo con su mágica voz y una guitarra interpretó Elena "Tú me quieres blanca", disco que transportó al público a un mundo ideal en el que el presente por fin corrige su cruel pasado. Elena Aranoa realiza un acto de justicia poética desenterrando a once poetas, a once mujeres a las que por el simple hecho de ser mujeres se les obligó a callar. Josefina Romo Arregui, María Cristina de Arteaga, Pilar de Valderrama, Alfonsina Storni, Lucía Sánchez Saornil, Gabriela Mistral, Margarita Ferreras, Concha Méndez, Alejandra Pizarnik, Ernestina de Champourcín y Paca Aguirre son las once figuras a las que Elena Aranoa devuelve la voz y deja escuchar en este rincón. Este acto, a su vez, nos deja ver también como el Sierra Sonora, a diferencia de la gran mayoría de festivales en España, lanza una edición con numerosas mujeres como protagonistas.
La tarde del viernes, ya en el escenario principal, da su pistoletazo de salida con Amaia Miranda, despidiendo su disco "Mientras puedas brilla". Un álbum personal y con objetivos como el de homenajear a esa generación que nos deja lentamente. Pudimos disfrutar de Amaia varias veces, sola en escena acompañada de su guitarra española , sin embargo, la gran parte del concierto la cantante y guitarrista Etna Bravo, se encargó de arropar a la artista. Una vez terminado el bolo la figura de Amaia no desapareció sino que pudimos disfrutar de ella como instrumentista en la banda de Gorka Urbizu.

Gorka Urbizu, popular por su papel de líder de la banda navarra Berri Txarrak, golpeó la sierra entera con una propuesta aparentemente simple pero que encarna un mensaje superior que trasciende de su puesta en escena. La banda, aparte de guitarras y bajo, contaba con dos baterías que tocaron exactamente lo mismo. Además, el resto de instrumentistas se encontraban colocados creando una perfecta simetría en el escenario. Una imagen potentísima que a su vez irradiaba simplicidad. Una imagen completamente equilibrada, completamente armoniosa. Una banda que aparenta tener la misma visión de lo que la música es por su inigualable complicidad. Todo esto no son más que atisbos de lo que la música de Gorka Urbizu quiere transmitirnos, una llamada a la desaceleración. Un recordatorio de que en lo simple, que en lo normal, también hay arte. Es también destacable como el hecho del cantar en euskera, siendo capaz de transmitir esa sensibilidad al público, que en su mayoría no habla el idioma, es una preciosa manera de reivindicar las lenguas cooficiales del estado.

Los hermanos Alejandro y Víctor Hernández aportan el toque de tradición a la velada con su banda Maestro Espada, una arriesgada apuesta es lo que realizan estos jóvenes murcianos con su particular fusión entre el folclore típico de su tierra y la electrónica. Pudimos ver varios elementos de este folclore pero, sin duda, la caña microfonada destaca entre todos ellos, tratándose de algo muy singular, muy raro de ver. Durante el concierto les acompañó a la batería Raúl Frutos, componente del extraordinario dúo Crudo Pimento, quien contribuyó a elevar la experiencia a lo más alto. Jotas y coplas e incluso una versión de Mecano, protagonizan este concierto que se caracterizó por su dinamismo, comenzando de una forma más suave, más dulce, pero que llegando al meridiano experimentó una transición desembocando en una explosión sonora rozando a veces incluso detalles heavys con duras distorsiones.
La banda de origen cordobés Viva Belgrado tomó el relevo de Maestro Espada, que sirvió, en cierta forma, de augurio de lo que Viva Belgrado es. Viva Belgrado es desgarro, es fuerza, es golpe pero también es calma, también es tregua. Una banda centrada en el rock, en lo post-hardcore. Parte del concierto fue protagonizado por temas de "Cancionero de los cielos", su último y aclamado trabajo. Las canciones pertenecientes a este álbum, como "Un Tragaluz" y "Jupiter and Beyond the Universe", muestran a la perfección la evolución que, sin traicionar a su esencia, la banda ha experimentado. Canciones más melódicas, donde los sintetizadores pueden incluso llegar a sustituir las guitarras, y con un elemento inédito en la banda, la distorsión en la voz. No solo presentaron su nuevo disco, sino también la reciente unión de la bajista Cris, quien apenas lleva unos meses junto al grupo. Fueron muchos también los temas de anteriores álbumes que tocaron, como "El Gran Danés", "Por la mañana temprano", "Una Soga" y "Vicios". Esa esencia desgarradora y cruda de sus letras volvió a golpear a la audiencia. Viva Belgrado representa el discurso sensible perfecto, letras que son poesía bajada directamente desde el mundo de lo sensible y asfixiadas ya en la superficie por los ritmos más duros. Una perfecta síntesis.

Las Kurlzz Djs, quienes ya han fraguado su nombre en este festival, fueron las encargadas de cerrar esta velada después de haber amenizado ya distintos momentos a lo largo de la tarde.
De vuelta en la Casa Montero, en la mañana del sábado, Marilia Monzón, acompañada de Pablo Seijas y Gonzalo Maestre, permitió disfrutar al público con un bonito concierto protagonizado por la dulzura y la sencillez. Marilia interpretó temas propios como "Brindando por ti", pero también varias versiones como "La Llorona" y "Cariñito". Temas que casan muy bien con el sello de identidad de Marilia, la tradición canaria, creando así un bonito puente entre los ritmos de su tierra y la América Latina.
Una vez más los Broken Brothers Brass Band amenizaron la caldereta popular dando así la entrada a los conciertos de la tarde más ansiada por el público del festival.
Tras el interludio musical de los BBBB, Pedro Pastor y los Locos Descalzos, quienes ya participaron en otra edición del festival, irrumpen en escena con "Sapiens", tema que desde el primer momento sumergió al público en una atmósfera de baile y disfrute. Algo que pudo verse a lo largo de todo el concierto. Ritmos que alternaron varios estilos, desde lo latino con el bombo legüero , hasta lo más funky. Pero no fue ese éxtasis todo lo que protagonizó el concierto, sino que la banda supo cómo guiar al pueblo de Viniegra de Abajo también por momentos de reflexión. Pedro Pastor invitó, con sus letras y su discurso, a ser disidentes, a la lucha política y a crear comunidad. Además de realizar una llamada, un grito a la memoria histórica, tema muy presente en su música, en letras como "Los olvidados", tema que en el concierto interpretó junto a la cantante Idoia. Porque todo esto también forma parte de la música, de los festivales y del arte. Porque la diversión también es una forma de resistencia, asimismo lo dijo Pedro Pastor. Y es algo que compartieron también varios artistas y oyentes ya que el genocidio palestino fue denunciado en numerosos momentos durante el festival. La banda terminó el concierto de la forma en que siempre lo hacen, ese homenaje a las raíces con "Mariposa de noviembre", canción de Luis Pastor, que interpreta junto a Lourdes Guerra, padres de Pedro Pastor.

El grupo vasco Bulego reabrió el escenario principal del Sierra Sonora en la tarde del sábado. Presentaron su nuevo disco característico por unas guitarras con un sonido fresco y brillante y unos sintetizadores vibrantes aportándole un toque algo más singular que una banda de pop-rock al uso. Al igual que Gorka Urbizu, Bulego demostró como el idioma no es una frontera con gran parte del público coreando temas como …"Kantu bat", o una versión de "Txoria a txori".
A continuación, Xoel López, posiblemente el cabeza de cartel del festival por el público que congrega, abre su espectáculo con "Jaguar". Durante el concierto Xoel hizo un repaso por su discografía, así como por diferentes estilos, variando entre momentos más íntimos con la guitarra acústica y la armónica, y momentos electrónicos guiados por los sintetizadores. Otro grito también a las lenguas cooficiales y a la tradición de su tierra, Galicia, con el tema "Paxaro do Demo", en colaboración con Baiuca y homenaje a su abuelo. Avanzado el concierto, Marilia Monzón acompañó a la banda en el tema "Tierra". De ahí Xoel López fue guiando a un público encandilado hacia el final del concierto donde escuchamos algunos de sus temas más populares como Lodo.
Desde Badajoz, concretamente de Casas de Don Pedro, los extremeños que conforman Sanguijuelas del Guadiana denunciaron el éxodo rural de los jóvenes por falta de oportunidades en sus pueblos de origen. Con mucho desparpajo se enfrentaron a la rumba y a otros estilos tradicionales. Jugaron también con ritmos como el funk y algo pop aflamencado. Un público que se mostraba muy receptivo ante esta banda emergente, aunque ya aclamada por la crítica, que no paró de bailar durante todo el bolo, y estalló con los dos últimas canciones, una versión de "Me quedaré", y "De Badajoz yo me he venío", temas que por antitéticos; representan a la perfección el mensaje que la banda quiere transmitir. Esa amargura, ese dolor que produce el escapar de tu amada tierra, pero a la vez el anhelo por encontrar otra con mayores oportunidades. Este extático final fue coronado por David Van Bylen, seguido de Bárbara Gartland, ya indispensables Djs del festival.
Para terminar el extraordinario fin de semana del Sierra Sonora, la cantante gaditana Musgö deslumbró al público local, ya sin multitudes, con el arte que atesora en su voz y su arpa.

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