Blanco sobre negro
Conciertos / James Blake

Blanco sobre negro

9 / 10
Lluís S. Ceprián — 22-08-2014
Empresa — Primavera Sound
Sala — Apolo, Barcelona
Fotografía — Fernando Ramírez

El británico James Blake regresó a Barcelona casi un año después de su última comparecencia. En aquella ocasión venía con su recién estrenado “Overgrown” bajo el brazo – disco internacional del año según esta publicación- y lo presentó en un contexto muy distinto: el megalítico evento, Primavera Sound. Si aquel concierto fue uno de los momentos álgidos del festival, lo que presenciamos en el Club Apolo de Barcelona, aunque parezca imposible, supuso una versión mejorada, alcanzándose incluso la sublimación en gran parte del recorrido. Blake lleva un tiempo con la suerte de su lado, parece haber sido tocado por los Dioses, y en directo ronda la perfección. En el exterior del recinto caía una tormenta de verano de órdago, pero poco nos importó a los que llegamos calados cuando una vez dentro y a la hora señalada todo estaba dispuesto.

Sobre el escenario apareció James Blake rodeado de teclados, acompañado, eso sí, por dos músicos -uno encargado de la batería hibrida y otro al mando de los laptops con los que creaba las diferentes texturas sonoras, así como también de la guitarra. La sala estaba abarrotada (se había colgado el cartel de “sold out”), y con la primera nota de “Air & Lack Thereof” llegó el silencio del público. La primera parte tuvo como protagonista su primer disco “James Blake”, aunque también incluyó otros temas pre –“Overgrown”, como “CMYK”. Mención especial a “I Never Learn to Share”, un tema ataviado especialmente para la ocasión con desarrollos concéntricos de texturas exquisitas. En “Lindisfarne I” recordó a Bon Iver, y en la versión casi irreconocible de “A Case of you” de Joni Mitchell se ganó un pedazo de cielo. Sus dotes vocales se vieron reforzados por los autosampleados y filtrajes varios que realizaba in situ, un recurso que se hizo más latente durante la segunda parte, cuando echó toda la carne en el asador con las joyas sonoras que conforman su último disco hasta la fecha. “Overgrown” fue excelsa, “Digital Lion” -en una versión más orgánica que en el disco- fue gloriosa y “Retrograde” fue sobrehumana. Llegó el bis en forma de “The Wilhelm Scream” de su disco de debut, y como propina especial una versión de “Measurements” a capella desdoblándose con sus propios samples hasta cuatro veces. Fue un concierto conciso –poco más de hora y veinte-, pero de una profundidad absoluta, al alcance de muy pocos a día de hoy.

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Blanco sobre negro
Entrevistas / Rjd2

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David Broc — 10-07-2003
Fotografía — Archivo

Apadrinado por El-P y respaldado por la cobertura de Definitive Jux, RJD2 ha conseguido hacer de su debut, "Dead Ringer" (Definitive Jux/BOA, 03), el mejor sucedáneo posible de las inalcanzables tropelías creativas de DJ Shadow. Con un cariz más funk-soul, el de Oregon se ha salido con la suya en un disco notable capaz de unir emoción y sampladelia.

Sentado en un hotel barcelonés, cara a cara, RJD2 tiene aspecto y maneras más propias de un guitarrista de emocore o de un bajista de neo-country que del productor y DJ mimado de Definitive Jux. Aunque, de hecho, tanto el sello neoyorquino como gran parte de sus implicados ejemplifican a la perfección el nuevo modelo de white trash norteamericana (espaldas desgarbadas, barbas desatendidas, dicción abierta...) que se ha adueñado de gran parte de la atención mediática y popular de la escena hip hop underground. "Es satisfactorio ver la acogida que Def Jux ha tenido en Europa, especialmente si tenemos en cuenta que no se trata de una apuesta accesible ni tan domesticada como la de los artistas más comerciales.

"Estoy acostumbrado a la comparación con Shadow, sí"

Mucha gente nos pregunta por la respuesta europea... y creo que muchos lo hacen porque tienen la idea de que es mucho mayor que la que podamos tener en Estados Unidos. Pues déjame decirte que la gran parte de ventas del sello viene de Estados Unidos, así que la implicación de la gente ahí ha sido inmejorable". Sin duda alguna, "Fantastic Damage", de El-P, y "Dead Ringer", obra de nuestro interlocutor, son los álbumes de Def Jux que mayores golpes en la espalda han recibido este año. Con una explosiva beatificación del sample como primera y única vía expresiva para alcanzar las cotas requeridas, el DJ y productor de Oregon y afincado en Ohio ha conseguido lo imposible: aspirar a hacerle sombra a DJ Shadow. Hablamos de aspiraciones, claro está, pues "The Private Press", estratosférico retorno de Shadow, ha confirmado el genio desmesurado de un poeta del corta y pega al que nadie puede toser actualmente. De todos modos, RJD2 anda cerca, ojo avizor. "Estoy acostumbrado a la comparación con Shadow, sí. No me molesta excesivamente, la verdad, aunque creo que es de una pereza considerable establecer esa similitud sin tan siquiera haber escuchado mi disco. Simplemente porque los dos hacemos hip hop instrumental y nos basamos en la superposición de samples mucha gente nos asocia sin tener claras las grandes diferencias que hay entre uno y otro. Con Shadow ha sucedido que la gente estaba esperando con tanta ansiedad su nuevo disco que era imposible que no les decepcionara, no tanto por el resultado como por las expectativas creadas. Y también ha influido el hecho que ambos hemos publicado nuestros álbumes casi al mismo tiempo... creo que mucha de la gente que se ha sentido defraudada con Shadow la ha tomado conmigo en el buen sentido de la palabra (risas). De todas formas, yo creo que ´The Private Press´ es un grandísimo, excelente álbum". Además de capitanear el excelso proyecto MHz (no confundir con Megahertz, productor de algunos hits de Erick Sermon, Busta Rhymes o 50 Cent), un grupo compartido con Copywrite (con disco en solitario en la calle), Jakki Tha Mota Mouth, Camu Tao (también de actualidad con Nighthawks, dúo formado con Cage) y Tage Proto, RJD2 también dispone de tiempo para sacar adelante producciones para Blueprint (apasionante su reciente "The Weightroom"), Cage o Murs, así como idear remixes para El-P o, atención, The Polyphonic Spree. "Son historias distintas que tienen su propia dinámica. Con MHz sólo soy uno más de un grupo en el que sobra el talento. Todo funciona de una forma más repartida y democrática, si lo prefieres. Cuando produzco para otra gente no me siento tan libre... de una manera u otra estás pendiente de la opinión de otra persona y no siempre compartes la misma visión de una canción o un disco. Aunque también supone una buena forma de motivarme y retarme a mí mismo. Los remixes me dan la oportunidad de experimentar y probar cosas que quizás nunca me atrevería a hacer en mis discos; en cierto modo, me ayudan a abrirme musicalmente". En todo caso, el autor de "Dead Ringer" trata de huir de toda comparativa con los referentes, clasicistas o post-modernos, que rigen las leyes del hip hop en la actualidad. "Creo que el sonido del 93-94 ha caído en su propia trampa y ahora me parece muy aburrido y repetitivo. Sí, prefiero The Neptunes o Timbaland, pero como tú dices, no estoy seguro de que en el 2008 nadie se acuerde cómo sonaban las producciones de Timbaland. ¿Mi productor favorito del momento? Ahora mismo, te diría que Just Blaze".

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