Obligado seguimiento

Ante la imposibilidad de realizar conciertos al uso, muchas bandas están aprovechando este periodo de barbecho para lazar algún tipo de concierto en streaming con el que saciar el mono de sus seguidores. A veces se trata de actuaciones grabadas específicamente para la ocasión (tal como sucedió con “Song Machine Live From Kong”, materializado por Gorillaz a finales del pasado año), mientras que en otras ocasiones el grupo en cuestión se decanta por recuperar algún archivo pasado que pone a disposición del aficionado. Esto último es lo que han hecho Big Thief con la que fuese su última actuación en circunstancias normales y antes que de la pandemia cambiase radicalmente las reglas del juego, ofertando así el concierto completo celebrado el pasado 11 de noviembre de 2019 en el Athenaeum de Columbus (Ohio) ante un aforo completo.

Aun degustado a través del filtro inevitable que supone la pantalla, la presencia de Adrianne Lenker, Buck Meek, Max Oleartchik y James Krivchenia consigue transmitir las cualidades vitales del cuarteto, blandiendo con solvencia esa emoción inherente a sus canciones. Una selección que, sobre el escenario, viene además arropada por un realismo favorecedor y cercano, que no hace sino potenciar el propio valor intrínseco de las composiciones. Los neoyorquinos prueban además, a lo largo de hora y cuarto, que manejan el ritmo a su antojo, sin que su credibilidad resulte maltratada ni el sentido global del concierto comprometido. Esa es, en realidad, una de las virtudes del combo, concretada en ese magnífico don para pasar de momentos íntimos y de gran fuerza emocional convertidos en indie-folk a otros de plausible intensidad y frecuentes ramalazos eléctricos. Entre los primeros destacan la inicial “Pretty Things”, “Rock And Sing”, “Mary”, la sixtie “Colours”, “Parallels” o la ensoñadora “Contact”; mientras que en el segundo grupo se sitúan temas como “Shoulders”, “Shark Smile”, la espléndida “Forgotten Eyes” o “Not”. Por su parte, la fantástica “Cattails” fue el preámbulo de un único añadido, en forma de grandiosa “Masterpiece” y ejecutada junto a los miembros de Palehound para agrupar así a más de una docena de músicos sobre las tablas.

La aparente fragilidad de la vocalista Adrianne Lenker se torna en pura expresión resultando difícil no empatizar, en unas peculiaridades que destilan misticismo, mientras que la sección rítmica formada por Oleartchik y Krivchenia resulta un seguro, con el guitarrista Meek luciéndose gracias a su peculiar forma de afrontar la interpretación y esas impagables segundas voces. El vídeo presenta un repaso por el catálogo del grupo, valorado al alza después de que en 2019 viesen la luz dos piezas notables como “U.F.O.F.” (19) y “Two Hands” (19), confirmando de forma estrepitosa las sensaciones dejadas con anterioridad por “Masterpiece” (16) y “Capacity” (17). Un concierto delicioso, en definitiva, que de nuevo señala a Big Thief como una de esas bandas de obligado seguimiento en el presente. Más aún si se tiene en cuenta que su vocalista publicó el pasado año otra joya en forma de disco doble y bajo el título de “Songs And Instrumentals” (2020).