Mata Nazis
Comics / Amazing Améziane

Mata Nazis

7 / 10
Eduardo Izquierdo — 22-03-2024
Empresa — Flow Press

La historia, más o menos, la conocemos casi todos y todas gracias a la película “Malditos Bastardos” de Quentin Tarantino, aunque aquí la vamos a encontrar sin los evidentes tonos cinematográficos necesarios y con mucho más rigor que en la versión fílmica. La estructura es sencilla. De primera mano célebres personajes (y protagonistas) como Joan Bright, Maurice Tiefenbrunner, el actor David Niven, Ian Fleming, futuro autor de James Bond o Christopher Lee, futuro Drácula, nos explican la historia del llamado también Ejército secreto de Churchill o el Ministerio de la guerra sin caballeros. Ian Fleming fue justamente su director, con el mismísimo primer ministro británico ideándolo, y algunas de las cosas que conoció trabajando como espía las utilizaría después para crear su célebre James Bond.

Para convertir en novela gráfica uno de los secretos mejor guardados de la Segunda Guerra Mundial, se huye de la mezcla cromática. Los capítulos o a veces parte de ellos se centran en un color, siempre escogiendo el blanco, el azul o el ocre para acompañar al negro, compartimentando mejor la historia. Veremos como, igual que en su hermana de la gran pantalla, el grupo se muestra poco piadoso a la hora de torturar y asesinar nazis, sin que les importara mucho la repercusión que esto tendría luego en los civiles que sufrían las represalias. Pero todo daba igual en busca de sus principales objetivos. El primero robar a los alemanes una máquina que utilizaban para codificar sus mensajes. El segundo cargarse directamente a Hitler.

Así, “Mata Nazis” es interesantísimo trabajo en el que descubrirán algunos nombres que ya hemos citado, aunque quizá queden atrapados por uno que aún no ha aparecido en esta reseña, el de Chrisina Granville, la “espía preferida de Churchill”. Una auténtica leyenda del espionaje, polaca de nacimiento y considerada la primera mujer espía en hacer trabajo de campo, abriendo la puerta con su éxito a que el ejército contara con el ingenio de más mujeres. No acabaron con ella los nazis, sino la violencia machista, apuñalada por un pretendiente rechazado. Tomen nota también.

 

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