Maltempo
ComicsAlfred

Maltempo

8 / 10
José Martínez Ros — 08-08-2025
Empresa — Salamandra Graphic

Sexo, familia, violencia, amistad, dolor, pérdida… la adolescencia es la época por excelencia de los grandes descubrimientos existenciales, el tema central de muchas inolvidables obras literarias y películas. Y también cómics, como este “Maltempo”, del artista francoitaliano Alfred.

“Maltempo” es un coming-of-age que se sitúa en un periodo indeterminado, entre los setenta y los noventa. Estamos en el largo y somnoliento verano de un pueblo del sur de Italia. Uno de esos sitios donde parece que nunca pasa nada. Un lugar que, sin embargo, está cambiado, a punto de ser absorbido por el boom turístico que va devorando sus idílicos paisajes y sustituyéndolos por hoteles. Y en el que los grupos facistoides xenófobos y la mafia hacen aún más opresivo si cabe el ambiente marcado por la falta de horizontes vitales. Allí nos encontramos a nuestro protagonista, Mimmo, un muchacho que no quiere volver al instituto, pero no sabe muy bien qué hacer con su vida. De hecho, el futuro le inspira un temor creciente, que se manifiesta en “visiones” de un grupo de perros amenazadores que lo acechan.

Mimmo tiene, además de su moto, una guitarra, un padre deprimido y una madre que ha desaparecido de su hogar y, como le dicen en cierto pasaje de esta obra, “nada que perder”. Así que se dedica a ir de un lado a otro con su moto, a coquetear con alguna chica y aburrirse mortalmente, hasta que una noticia lo saca de su abulia: un canal de televisión va a organizar un casting en la zona para un concurso estilo “Operación Triunfo”. Mimmo había formado una banda de rock con algunos de sus amigos, pero, después de algunos contratiempos, habían perdido el impulso y llevan meses sin ensayar. Pero esto se diría que es su gran oportunidad.

Alfred, con un dibujo sencillo, estilizado y muy enérgico, en la mejor tradición de la “línea clara” capta la belleza de un paisaje mediterráneo cuyo encanto no oculta que es, a la vez, la cárcel de sus personajes. Y su guion retrata a la perfección la psique de los miembros de la banda, muy diferentes entre sí, pero unidos por el amor a la música y el ansia de escapar: Gennaro, el batería, el tontorrón y crédulo hijo del dueño de la tienda de ultramarinos del pueblo; Guido, un joven fanfarrón, pero de buen corazón, y que, no obstante, va cayendo en las redes de la mafia local; y Cesare, el enigmático e idealista vocalista, al que han echado de casa y vive al aire libre.

El autor, que ya había destacado por obras como “Come Prima” y “Por qué he matado a Pierre”, ha creado un cómic que es, por igual, tan luminoso como sombrío, y que seguramente entrará en muchas listas como uno de los mejores que han llegado a las librerías a lo largo de este año. En la contraportada lo comparan con el cine de Sorrentino, aunque quizás tenga más en común con alguna joya del neorrealismo italiano como “Los inútiles” de Federico Fellini. Podemos discutir si el final resulta excesivamente positivo, tras no haber escatimado los momentos crueles y amargos en las páginas previas; pero como lector es de agradecer que Alfred deje un resquicio a la esperanza.

Y como sorpresa final, nos encontramos con código QR. Este nos permite acceder a un sorprendente extra, Maltempo Uno y Notturno, dos canciones de la banda de Mimmo y, en realidad, compuestas por el mismo Alfred.

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