Una pulgarcita moderna. Así podríamos definir a Chiyomi, una adolescente que, sin explicación alguna, se ve reducida al tamaño de una muñequita. Bajo este planteamiento, que remite a la imaginería de los cuentos infantiles, se desarrolla una historia aparentemente sencilla y simpática que, no obstante, tiene poco de fantástica. De hecho, esa transformación es el único elemento fabuloso o inverosímil de la historia. Porque lo que nos muestra en realidad Shungico Uchido es el día a día de Chiyomi y su novio Minami, y cómo ambos deben adaptarse como pareja a esa inesperada y un tanto absurda situación.
Ponent Mon edita por primera vez en castellano este manga que originalmente fue serializado, entre los años 1986 y 1987, en la mítica revista japonesa Garo. Un manga curioso, entretenido, que desde mi punto de vista no ha perdido frescura y que hará las delicias del público lector de manga josei por su mezcla de romance y comedia.
Cada capítulo plantea situaciones, a veces divertidas, a veces prosaicas, de la vida diaria de ambos adolescentes, aunque sobre la pareja sobrevuelan las inevitables incógnitas acerca del futuro de su relación. En este sentido, uno de los temas que aparece a menudo es el sexo, una cuestión que Shungico Uchido trata abiertamente, con naturalidad y picardía. A pesar de las evidentes dificultades diarias a las que se enfrentan los personajes, y la imposibilidad de mantener una relación normal a pesar de sus esfuerzos, la obra sostiene un tono ligero y ameno, salvo por el final, un tanto abrupto, e incluso desconcertante, que obviamente no voy a desvelar.
“La novia de Minami-kun” es un claro ejemplo de que a veces hay que rascar la superficie. Bajo la simplicidad de la historia, hallamos una metáfora sobre el paso a la vida adulta. Esta no es una idea nueva. Alicia experimenta transformaciones constantes durante la obra de Lewis Carroll que también pueden interpretarse con los cambios corporales asociados a la adolescencia. Del mismo modo, Chiyomi empequeñece justo cuando esos cambios empiezan a florecer en su cuerpo. ¿Es casualidad que de pronto se vuelva tan pequeñita y vulnerable? Rastreando en la biografía de la polifacética Shungico Uchido, encontramos un dato esencial: su padrastro abusó de ella siendo adolescente, con el consentimiento de su madre. No es extraño que ese trauma se exprese, en el caso de esta obra, a través de la fragilidad del pequeño cuerpo de Chiyomi y que los padres sean figuras ausentes, salvo alguna mención, durante toda la historia. Un dato que también arroja luz sobre ese súbito final que, al fin y al cabo, parece inexorable.
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