Hip Hop Family Tree 2
Comics / Ed Piskor

Hip Hop Family Tree 2

8 / 10
Joan S. Luna — 21-05-2019
Empresa — Flow Press

Lo que son las cosas. Ed Piskor es uno de los artistas más sorprendentes del cómic actual, pero si su nombre ha trascendido en nuestro país ha sido más que nada por haber trabajado con superhéroes, sobre todo con la Patrulla X, y no por esta –en otro sentido– fantástica serie que hoy reseñamos. Injusta situación, qué duda cabe, pero que se solventará gracias al trabajo de la editorial Flow Press, responsables de la edición hasta el momento de los dos primeros volúmenes (de cuatro) de “Hip Hop Family Tree 2”. Piskor cuenta con otros títulos a destacar, no quiero llevarles a equivocación, pero esta historia del rap estadounidense es un auténtico vicio para quienes están interesados en las raíces y la evolución de uno de los géneros musicales más importantes de la actualidad.

En “Hip Hop Family Tree 2” hay más bien poco espacio para la ficción, más que nada porque se trata de un estudio visual riguroso y exhaustivo de años y años de música y rimas. Sobradamente reverenciado fuera de nuestras fronteras (y ganador de un Eisner), “Hip Hop Family Tree” es un cómic –como es habitual en las obras de Piskor– de estética añeja y colores muy particulares, ideales en este caso para echar la vista atrás y sentirse todavía más inmerso en lo que el autor nos está contando. De este modo, el estadounidense consigue una de las obras más completas que uno recuerda sobre la historia del rap y lo hace disfrutándola a cada viñeta y haciéndonosla disfrutar también a nosotros. Un trabajo de no ficción que liga música y cómic como pocos han conseguido hasta ahora. Ahora bien, si el interés del lector en el rap es relativo, quizás mejor dedicarle nuestro tiempo a otros títulos más insustanciales. “Hip Hop Family Tree” es una obra trufada de datos, de referencias, de títulos, de nombres de artistas, de fechas, etcétera. Una obra que le exige al lector paciencia, pero que compensa sobradamente el tiempo dedicado a base de diversión y frescura. Porque no vayan a pensarse que Piskor nos abruma con montones y montones de información. En realidad aunque está esté ahí, no entorpece el desarrollo narrativo de una historia que nunca está de más conocer con tal profundidad.

Cada uno de los libros de esta edición se centra en un momento concreto. El primero se encargó de los antecedentes y del nacimiento de la cultura hip hop, desde los primeros Dj’s al breakdance, con lo que resumía toda la década de los setenta. A partir de este segundo libro, el lapso de tiempo que acota cada uno de los volúmenes es de apenas un par de años debido a la rápida evolución del rap durante sus primeros años de efervescencia creativa: 1981-1983 (volumen 2), 1983-1984 (volumen 3) y 1984-1985 (volumen 4).

El que estamos reseñando, el segundo, nos descubre los años dorados de Grandmaster Flash, los problemas contractuales y personales de todos los implicados, el sorprendente éxito de Afrika Bambaataa, el trabajo de Arthur Baker, la aparición en escena de un puñado de punks descarriados que acabarían siendo importantísimos para la evolución del género (Rick Rubin y Beastie Boys), el nacimiento de Def Jam, las casualidades que dieron forma a Run DMC y, a lo largo del trayecto, un montón de artimañas, beefs, trapicheos, etcétera, todo ello perfectamente documentado y dibujado por un Ed Piskor quien, sin lugar a dudas y como ya apuntaba unas líneas más arriba, se lo debió pasar en grande creando un cómic cuyo valor documental es tal que incluso puede funcionar a la perfección como libro de referencia. Pero, eso sí, uno divertido y que entra maravillosamente bien por los ojos.

 

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