elRow. Orígenes (1870-2025)

¿Bailar en el desierto? Muchos años antes de que la película “Sirãt” nos revolviera las tripas con sus impactantes imágenes, la familia Arnau ya tuvo la arriesgada idea de montar un festival de música electrónica en un lugar inhóspito: el desierto de los Monegros. Aunque las cosas fueron bien, no como en la cinta de Óliver Laxe. Pero eso fue solo la punta de lanza de una larga trayectoria familiar en el mundo del entretenimiento y la diversión, una historia que se explica desde su lejano inicio en este cómic titulado “elRow. Orígenes (1870-2025)”. Una obra complementaria a aquella novela de Juan Arnau llamada “Bailar en el desierto”.

El guionista Xavier Morató toma prestada la misma idea de Charles Dickens en su famoso “Cuento de Navidad” y hace que el personaje principal, Juan Arnau, sea visitado por tres fantasmas: el de las fiestas pasadas (Xavier Cugat), el de las presentes (Laurent Garnier) y el de las futuras (la gallina Rowgelia, la mascota de elRow). Siempre bajo un tono jocoso y desenfadado, esta obra nos propone un viaje en el tiempo para retroceder y repasar la historia del clan Arnau: desde el primer café fundado en Fraga en 1870 hasta el modelo de clubbing más moderno, transitando por salas de baile, casinos, cines, teatros, discotecas, raves y festivales como el Monegros Desert Fest.

Después de conocer a personajes míticos como “el abuelo techno”, lo que queda claro al leer estas más de doscientas páginas de cómic es que los Arnau siempre fueron unos emprendedores visionarios y que la historia de su familia está llena de éxitos pero también de fracasos, de riqueza y de ruina, de cierto drama y de seguir la máxima de renovarse o morir: “Aún ofrecemos música electrónica, claro, pero también decorados espectaculares, estallidos de luz y de color, mappings, teatro de calle, trapecistas, disfraces, confeti, globos, juguetes… Nos convertimos en el Cirque du Soleil de las dance floor. Hacemos felices a la gente: sonríen, bailan y, para los Arnau, esto es objetivo cumplido. Como siempre”. De toda la vida.

Este también es un relato apasionado y apasionante sobre la música electrónica y de baile, una obra gráfica que requirió de cinco años de trabajo de sus responsables. Se podría pensar que ha quedado redonda, pero no alcanza la perfección: la portada llena de color y de formas geométricas a cargo de Okuda San Miguel resulta muy llamativa, pero no tiene nada que ver con el estilo desplegado en el interior por el ilustrador Josep Giró. Además, con el epílogo dedicado al año 2020 y las nefastas consecuencias de la pandemia la obra queda demasiado larga, por no mencionar explícitamente el carácter ombliguista de la misma. Eso sí, es de admirar que hayan mantenido la referencia a la entrada al accionariado de elRow del polémico fondo de inversión KKR en 2024.
Este cómic y la historia que pretende narrar acaban en el año 2025 pero los puntos suspensivos del final hacen pensar que las nuevas generaciones de los Arnau pretenden continuar con el legado de esta familia tan especial.