Al son de un fado

La dictadura de Salazar en Portugal pasó un tanto desapercibida para el gran público entre tanto Franco, Hitler y Mussolini que hubo en Europa a lo largo del siglo XX. Por eso es importante que se publiquen historias como esta –que firma Nicolás Barral– que nos permitan atisbar qué sucedió en el país vecino durante más de cuarenta años de régimen autoritario de ideología fascista.

El argumento de “Al son de un fado” se resume breve y rápidamente así: Fernando Pais es un médico privado que vive solo, en compañía de su gato, que utiliza sus armas de seducción ante las mujeres que se le cruzan en su camino, hasta que su tranquila vida cambia después de un incidente con un joven gamberro del barrio. Se trata de una historia mínima cargada de gran poder por la forma en que está narrada.

Y es que la obra de Barral es impecable en todos los aspectos: el dibujo, las tonalidades, el recurso de los flashbacks en el momento oportuno, los diálogos, las omisiones y la particular arquitectura de Lisboa como escenario inmejorable. También aparecen un par de apuntes históricos interesantes, como son la ocupación portuguesa de Angola y la referencia encubierta a la posterior Revolución de los claveles.

Estas páginas también están llenas de contradicciones y de conformidades: “La obediencia forma parte de la naturaleza de los portugueses. Habiendo conocido solo la dictadura, hemos aprendido a contentarnos con el bienestar que Salazar nos concede. Y aunque esa sumisión está bien arraigada en nosotros, ¿no supone también algunas ventajas?”. Este proyecto se inspiró en la novela de Antonio Tabucchi “Sostiene Pereira” y, pese a que arrancó en el 2005, ha necesitado de unos cuantos años para madurar y adquirir la forma actual. Como el buen vino Oporto, este proceso de fermentación lenta ha dado como resultado una obra excelente.