This Is Me... Now: Una historia de amor
Cine - Series / Dave Meyers

This Is Me... Now: Una historia de amor

3 / 10
Daniel Grandes — 02-03-2024
Fotografía — Archivo

Dos meses de 2024 han bastado para poder afirmar que este es el año de la resurrección del cine cutre estadounidense. Después de que la adaptación al cine de “Cats” nos condenara a una pandemia mundial, la gran pantalla parecía haberse quedado huérfana de esos grandes monumentos al mal gusto, blockbusters con presupuesto millonario capaces de despertar masoquismo cultural. Tras el estreno de “Miller’s Girl” y “Madame Web” —¡dos películas innegablemente camp!— llega “This Is Me… Now”, un videoclip excesivamente largo dirigido por Dave Meyers que conmemora el lanzamiento del nuevo proyecto musical de Jennifer Lopez. Siguiendo los pasos de artistas como Thom Yorke o Travis Scott, la cantante y actriz estadounidense también ha decidido concentrar el imaginario de su álbum en una experiencia cinematográfica, escribiendo con sus propias manos un autorretrato tan ególatra como intrínsecamente clasista.

“This Is Me… Now” defiende con un compromiso extrañamente pasional la capacidad por enamorarse fácilmente, coreografiando dentro de unas insultantemente mastodónticas mansiones un duelo con ecos a “La casa de Bernarda Alba”. Jennifer Lopez utiliza el gesto de usar el transporte público como metáfora de emancipación y madurez emocional en uno de los ejercicios de cine más desconectados de la realidad que yo haya visto. Mientras pone en escena uno de los retratos de violencia doméstica más aberrantes jamás filmados, la cantante declara no sentirse comprendida en un bizarro ejercicio de autocomplacencia, ausente de autocrítica y plagado de inclasificables coreografías (algunas llevadas a cabo durante terapias colectivas). “This Is Me… Now” es lo que ve Charlie Kaufman durante sus parálisis del sueño: un intento por traducir “Beau Is Afraid” de Ari Aster desde el filtro de una multimillonaria adicta a la astrología.

Jennifer Lopez consigue imaginar un personaje tan insoportable como Ted Mosby en este mal viaje de CGI, obligando a cameos tan surrealistas como el de Post Malone, Kim Petras o Keke Palmer a hundirse con todo el equipo. Mentiría si dijera que no hay algo de efectivo en su comedia involuntaria, sobre todo en ese tramo inicial que intercala un accidente de tráfico y un número musical ciber-misterwonderful en un abrir y cerrar de ojos. Reconozco también que solté alguna carcajada durante las dantescas sesiones de terapia, fragmentos que confirman que Jennifer Lopez probablemente no haya pisado una en su vida. Pero he de reconocer que hay algo en mi —quizás mi moral— que me impide ver más allá de su densa cortina de cinismo de clase. “This Is Me… Now” es una pesadilla visual que, irónicamente, impide que recuerde ni una sola melodía de “This Is Me… Now”.

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