Damsel
Cine - Series / Juan Carlos Fresnadillo



Damsel

5 / 10
Fran González — 28-03-2024
Empresa — Netflix
Fotografía — Cartel de la película

A lo largo de las últimas dos décadas, el realizador tinerfeño Juan Carlos Fresnadillo ha acumulado varias balas en su registro que sorprenden gratamente por su versatilidad y pluralidad. Lo mismo le vemos planteando un thriller de sabotaje y venganza (“Intacto”, 01) que un film de terror al uso (“Intruders”, 11) o extendiendo el legado de una de las últimas grandes sagas del género zombie (“28 semanas después”, 07). Tal vez sea esta ambiciosa óptica suya la razón por la que no nos sorprende verle llevando a cabo ahora su particular intento por reconciliarnos con el cine fantástico, aportando un nuevo punto de vista al mismo con “Damsel” y ofreciéndonos un cuento de espadas y dragones que sortea con éxito los arquetipos del género.

A pesar de sus inquietudes primarias y de ahondar en un relato repleto de recursos hartamente manoseados (princesas, príncipes, castillos, reinos, conveniencia marital, y por supuesto, criaturas aladas que escupen fuego), “Damsel” logra subir la media y nos plantea un relato accesible y ligero, pero sobre todo dispuesto a sumar. Superada la barrera de “peli de sobremesa cara”, a lo largo de sus casi dos horas de metraje asistimos a algo más que una simple película de dragones, pues lo que Fresnadillo nos propone aquí es una denuncia al abuso de poder de clases (acentuado por el desdén natural con el que el personaje de Robin Wright maneja los hilos) y una historia de sororidad que emociona contra todo lo esperado.

Millie Bobbie Brown, por su parte, se desprende definitivamente de cualquier rol pretérito por el cual pueda ser recordada y su personaje crece sobre el fotograma, dignificando un elenco que, por lo general, justea. Con orgullo de guerrera y corte de pelo mediante, la veremos hacer honores al título del film (“damsel” significa en inglés “damisela”, mujer joven y desposada) y emprender un empoderador viaje en el que tendrá a bien pasar de ser una mera y literal moneda de cambio a toda una final girl medieval de armas tomar. Tras el interesante plot twist que se nos plantea a sus escasos treinta minutos y entre tímidos aires “midsommarianos”, el film procede a hipotecarse en una hora y pico restante en la que el principal atractivo es presenciar ese viaje a la madurez de nuestra protagonista y lograr nos quedemos sin uñas tratando de averiguar si Elodie logrará sobrevivir a ese laberinto subterráneo en el que una vengativa dragona recibe religiosamente sus ofrendas.

A partir de aquí, “Damsel” apuesta por envolvernos en una línea narrativa más oscura, consiguiendo realmente que la dragona llegue a generarnos pavor, jugando con la expectativa y con lo que no se ve, y sobre todo con la inteligente decisión de humanizar al personaje a través de la sádica y despiadada voz de Shohreh Aghdashloo (que torturará a Elodie con sus juegos psicológicos tan pronto como tenga ocasión). Con la mentira como as narrativo bajo la manga y herramienta útil para torcer y retorcer la trama tantas veces como sea preciso, Fresnadillo esquiva lo predecible y nos hace atravesar eternos suplicios en la piel de Brown hasta cerrar su odisea de la forma más redondita y bien avenida posible. No olvidemos que no deja de ser un cuento épico para todos los públicos, pero su loable intención por desencajarse del molde ya la hace digna de nuestro tiempo.

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