Kylie Minogue: Manual de hits
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Kylie Minogue: Manual de hits

Pablo Tocino — 14-05-2025
Fotografía — Archivo

Kylie Minogue afronta esta década en un momento bastante más dulce que la pasada, con el megahit “Padam Padam” acercándola a otras audiencias y posicionándola en un lugar que no imaginaríamos hace unos años.

Sin ir más lejos es cabeza de cartel del Bilbao BBK Live, cerrando el festival el 12 de julio, y dos días después, el 14 de julio, estará actuando en la histórica Plaza de España de Sevilla, dentro del festival Icónica.

Son casi cuarenta años de carrera, así que, si no la tienes controlada, aquí van diez canciones que sonarán casi seguro en estos conciertos. Si ya eres fan, encontrarás alguna que otra curiosidad mientras las repasamos.

Nos hemos limitado a los diez mayores hits, dejando fuera tres éxitos como “Come Into My World”, “Love At First Sight” y “On A Night Like This”, éxitos en nuestros corazones como “The One”, “I Believe In You, “Cupid Boy”, “Closer”, “Light Years”, “Timebomb”, “Your Disco Needs You”, sus dos mejores baladas (“Confide In Me” y el dúo con Nick Cave “Where The Wild Roses Grow”) y el disco odiado/de culto “Impossible Princess”.

*** Los asteriscos señalan aquellos hits que se encuentran también entre las diez mejores canciones de la artista.

The Loco-Motion (1987/1988)

Increíble pero cierto: el primer éxito de Kylie Minogue estaba escrito por Gerry Goffin y Carole King. Fue escrita para Dee Dee Sharp, que la rechazó, y luego la interpretarían distintos artistas en un curioso récord; llegó al número uno (o casi) en Estados Unidos durante tres décadas distintas. Little Eva en 1962, Grand Funk Railroad en 1974 y Kylie en 1988, que se quedó en el #3. Realmente, Kylie la había sacado un año antes, pero el éxito hizo que se regrabara.

I Should Be So Lucky (1988)

A Kylie no le costó mucho tener un éxito que no fuese una versión. Con la producción de Stock, Aitken & Waterman, que se ocuparían de los cuatro primeros discos de Kylie, “I Should Be So Lucky” es una constante en cualquier playlist de los ochenta, pese a tener ya un pie en los noventa. Como curiosidad, Kylie la regrabó dos décadas más tarde en “The Abbey Road Sessions”, un más que recomendable disco que daba la vuelta a canciones tan vitalistas como ésta y le daba un sentido más amargo. Ojo a la versión de “All The Lovers”.

Better The Devil You Know (1990)

Con su tercer disco, llegó cambio de imagen: el bubblegum pop dejó paso a sonidos dance y a una imagen más sexual, dentro de lo que cabe. De nuevo escrita y producida por Stock, Aitken & Waterman, este tema destaca por su acercamiento al house y el toque acid unido a la interpretación jovial de Kylie. Aunque en realidad también destaca por otra cosa: por la actuación más surrealista de su carrera, y quizás uno de los momentos más surrealistas de nuestra televisión. En “La Noche de Hermida”, la australiana lo daba todo moviéndose y sonriendo de oreja a oreja, mientras tenía detrás al público sentado y completamente quieto, y se intercalaban planos de Aznar, Rajoy o Rato mirando al infinito.

Spinning Around (2000)

La década de los noventa fue complicada para Kylie Minogue. Ninguno de los discos lanzados en esos años fue tan exitoso internacionalmente como sus comienzos, y ya “Impossible Princess” (97) fue un tremendo fracaso, pese a ser bastante interesante en su experimentación. De modo que Kylie volvió a un pop más disfrutón en “Light Years”, su séptimo disco, ya desde este primer single. Y lo hizo tanto en sonidos más accesibles (al dance se le incorporaban grandes dosis de disco y europop) como en imagen y en el cuidado de los videoclips –atención al de esta canción, y al de “On A Night Like This”. Inicialmente compuesto para Paula Abdul, “Spinning Around” fue un nuevo éxito, y este disco podría considerarse un tremendo comeback si no estuviese seguido de otro aún mayor.

Can't Get You Out Of My Head (*) (2001)

La canción más exitosa de su carrera con diferencia (cinco millones de copias) le llegó a Kylie vía “Fever”, cuando llevaba más de una década lanzando música. Su elegante producción está en sintonía con lo que es quizás la clave del tema, una composición (obra de Cathy Dennis y Rob Davis) que no se hace repetitiva siendo pura repetición. Quizás por lo caótico de una estructura que se pliega sobre sí misma y que no tiene un centro claro sobre el que anclarse, porque es más bien un triángulo de ganchos, donde los tres lados funcionan igual de bien, cada uno con su particularidad. Un bucle que, como su título indica, representa muy bien la obsesión que puedes tener con una persona cuando estás enamorado.

In Your Eyes (2001)

El monstruoso éxito de “Can't Get You Out Of My Head” podría haber devorado su álbum, pero era difícil siendo “Fever” un disco tan redondo, en el que se refinaron los sonidos dance y nu-disco presentes en “Light Years”. Y es que probablemente se trata del mejor trabajo de Minogue. De hecho, en esta lista podría estar medio tracklist del 'huracán Fever', pero nos quedamos con “In Your Eyes” porque tiene mérito ser el single lanzado (muy pronto, demasiado) para suceder a “Can't Get...” y, aún así, seguir siendo de los temas más recordados de la australiana internacionalmente. Siguen los sonidos house, esta vez con un punto más oscuro, y sigue el erotismo en temática e interpretación que baña casi todo el disco.

Slow (*) (2003)

“Body Language” tenía muy difícil superar a “Fever” y así fue; lo que más se recuerda del título de este disco, en el que Kylie viraba al synth pop, el r&b y el hip hop, es el momento en que se menciona dentro del puente de “Slow”. Ningún single posterior se acercó al éxito que sí tuvo este lead single. Antes hablábamos de si Kylie era más o menos sexual en tal o cual canción, pero desde luego la cúspide al respecto es “Slow”. Desde su manera de arrastrar la letra, su melodía, su producción, su icónico videoclip...

In My Arms (*) (2007)

Pese a que, como decíamos, “Body Language” no repitió el éxito de “Fever”, sí salvó los muebles comparado con el traspiés comercial que sería “X”. Su lead single no funcionó muy bien, y como segundo intento se lanzó un single en Reino Unido y Australia (“Wow”) y otro para el mercado europeo, este “In My Arms”. El tema supondría una de las primeras apariciones de Calvin Harris en nuestras vidas, y funcionaba de lujo gracias a la manera en que las capas de sintetizadores jugaban entre sí, y Kylie con ellas, con los pre-estribillos como mejor ejemplo (sobre todo el último).

All The Lovers (*) (2010)

“Aphrodite” es el último gran disco de Kylie, quizás en un muy digno segundo puesto de toda su discografía (tras el incontestable “Fever”). Lo es por un tracklist lleno de buenas canciones que no deja casi respiro, por la producción de un Stuart Price en racha (ni éste ni “Night Work” superan lo que hizo para Madonna en “Confessions”, pero son dos grandes compañeros), por 'fillers' que están en su top 10 y por lo potente de sus dos primeros singles, especialmente “All the lovers”. Una canción-himno, un canto por la libertad sexoafectiva que forma pareja perfecta con su gran videoclip (otro), y uno de los mejores puentes de toda la carrera de la australiana.

Get Outta My Way (2010)

Aunque en su momento fuera un poco eclipsada por “All The Lovers”, “Get Outta My Way” ha acabado superándola a la larga en streams. Quizás porque es un tema tan sencillo como eficaz que representa muy bien el sonido de ese cambio de década, y por tanto es víctima perfecta para esos momentos nostálgicos. Quizás también porque realmente es una canción classic Kylie: divertida y con un punto juguetón e inocente, pero a la vez con presencia de deseo y con ganas de liberarse en la pista de baile con tus amigas.

Bonus Track: Padam Padam (2023)

El hecho, de que haya un puesto extra tras el diez, es una buena muestra de la sorpresa que debió llevarse Kylie con esto. Porque la etapa “Aphrodite” parecía ser la última en la que la australiana tenía un verdadero hit. De sus discos posteriores, algunos funcionaron mejor y otros peor, pero ni en “Kiss Me Once” (14) ni en “Golden” (18) ni en “Disco” (20) encontramos un éxito similar a los de antaño, y lo mismo parecía que iba a ocurrir con “Tension”, ya en la nueva década. Y entonces... padam. Es de sobra sabido que las mujeres en el pop tienen un destino bastante distinto a partir de cierta edad, y más en un mercado como el actual, donde todo caduca a los dos minutos. Por eso, es brutal la hazaña conseguida por Kylie con este tema, un éxito con todas las letras, desde luego merecido gracias a su asfixiante producción obra de Lostboy, que Kylie sabe trasladar a la perfección en una interpretación marca de la casa. La única pena es que, quitando el tema que le daba nombre al disco, “Padam Padam” fuese un espejismo dentro de “Tension”.

 

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