Charlamos con Josiño Carballo, responsable de Ernie Records
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Charlamos con Josiño Carballo, responsable de Ernie Records

Daniel Pose — 06-03-2024
Fotografía — Archivo

Hace más de treinta años en la vida de Josiño Carballo estaba, ni de lejos, el objetivo de vivir o trabajar en algo que estuviese relacionado con el mundo de la música. Sin embargo, una serie de circunstancias provocaron que, poco a poco, su interés por la música y todo lo que la rodea fuese creciendo hasta el punto de que, hace dos décadas, decidió crear su propia “compañía discográfica”, como él prefiere llamarlo. Un proyecto nacido de una afición de la que “nunca” pensó hacer su profesión.

Pero, para entender la época actual, es necesario retroceder a esos inicios en los que por la cabeza de Josiño que nada de esto fuese a suceder. Una época en la que su vida pasaba por ayudar en el hotel de sus padres poniendo música, arrimando el hombro con los camareros o haciendo todo aquello que hiciese falta. De aquellas, el ahora jefe y cabeza más visible de Ernie Records, dedicaba los fines de semana los dedicaba a asistir todos los viernes y sábados a la Iguana Club a ver conciertos con sus amigos. Todo normal hasta que un día le dicen que tienen un grupo llamado Free Serena y que se fuese a verlos ensayar a su local. “Yo ya sabía que tenían el grupo, pero nunca los había visto tocar”. Hasta ese día, en el cual se quedó completamente alucinado, llegando a afirmar que eran mejores de lo que estaba viendo muchas noches de concierto. A partir de ese momento, decide hablar con el dueño y promotor de La Iguana Club, consiguiendo que pudiesen actuar una noche. La rueda había empezado a girar, empezando por los contactos que tiene con el productor Paco Loco, con quienes graban las primeras canciones. “Y hoy, 2024, tú me llamas y la historia continúa”.

“Me da mucha orgullo cuando alguien dice que se nota que somos una familia”

Josiño cuenta todo esto a través de videollamada, recibiéndonos virtualmente desde el jardín de su casa en Ponte Caldelas, donde también tiene su oficina. Es una persona inquieta, alguien que no se puede estar parado ni cuando recibe una llamada, ya sea para una entrevista, para negociar la participación de uno de sus artistas en un festival, o incluso para recoger el encargo de la lista de la compra que tiene que hacer ese día. Esto provoca que en su jardín tenga un `Camino` del deseo, que resulta ser una senda creada en la hierba por el hecho de caminar continuadamente por el mismo sitio, del que habla con la misma pasión que pone al hablar su trabajo. “Estoy todo el día hablando por teléfono y voy de un lado al otro todo el rato. Cuando viene alguien a una reunión muere de risa, yo me activo caminando. Si me dicen varias cosas, o me pongo a andar o no se me quedan”, dice entre risas.

Andar tanto también es algo que comparte con muchos miembros de su equipo, tanto del humano que trabaja en la parte organizativa y comunicativa de Ernie Records, como del que conforma su roster de artistas. Explica que tiene “a la oficina y a muchos amigos picados con las aplicaciones de contar pasos”, al punto que cuenta que Nuno, de Grande Amore, y algunos más le confesaron que algún día al ver que podían superar su cifra de pasos diarios, cogieron su teléfono y se pusieron a andar, pero que al validar lo que eran solo 200 pasos de distancia volvían a ser 4000 en muy poco tiempo. Esto, que podría parecer una tontería, es una de tantas muestras que dejan claro que dentro de Ernie hay mucho más que una relación profesional que busca resultados económicos. Josiño se emociona cuando le cuentan que esta es la imagen que se proyecta hacia el exterior, sobre todo cuando esas palabras proceden de la capital. “Me da mucha orgullo cuando alguien, sobre todo de Madrid, dice que se nota que somos como una familia”, afirma.

Una relación que no impide su deseo de que, por ejemplo, Grande Amore pueda “llenar el Santiago Bernabéu”. Pero, para que eso pase, tiene claro que antes tienen que darse “cientos de conciertos, miles de reuniones, varios discos”, y que tiene que sustentarse “en una amistad, un cariño o una admiración” sin la cual resultaría imposible que nada sucediese. Con todo, y a pesar de la felicidad que le supone que sus artistas conozcan a su familia (y él a la de ellos), o compartan muchos momentos alegres, confiesa que alguna que otra vez desearía tener únicamente una relación empresarial porque “vives las noticias buenas tan bien como lo que sufres cuando se produce algo negativo”. El que sus relaciones sean de esta forma no es fruto de la casualidad. Es buscado y más que necesario. “Yo para trabajar en un proyecto tengo que llevarme bien, conocernos. Eso es primordial. Tiene que molarme el proyecto y a ellos tiene que molarles nuestra filosofía y ganas de trabajar. No necesito más, con eso podemos arrancar”.

"Para trabajar en un proyecto tengo que llevarme bien con el artista... conocernos"

Para que proyectos como los de Grande Amore, Boyanka Kostova, Carlangas o Shego estén ahora formando parte del roster 2024 de Ernie Records tiene que haber unos contactos iniciales, algo que viene provocado por “relaciones personales y compartir camerinos” en los muchos festivales, conciertos y salas. “Acabas conociendo a aquel artista que te gusta y te das cuenta si hay feeling o no”, añade, asegurando que muchas veces habla con aquellos cantantes o grupos que le gustan sin ninguna pretensión profesional, pero que “al año o a los dos años” surgen los contactos y acaban trabajando juntos. Pone como ejemplo la forma en la que los extintos Novedades Carminhavarin entraron a forma parte de la familia de Ernie Records, o el de un Nuno de Grande Amore con quien tuvo un primer contacto porque Ortiga necesitaba un roadi para sus actuaciones. Cuenta que un día le dijo que tenía “un amigo en Santiago que es serio”, y que a partir de ahí empezaron a trabajar juntos.

Un Nuno que no tarda en entrarle por el ojo a un Josiño que no tiene reparos en reconocer que “desde el primer momento a mí me seduce, y hablo como persona: me cae guay”. Le bastó con empezar a trabajar con él para comprobar que está ante una persona seria en todo lo que hace, hasta que un día Ortiga le comenta que Nuno tiene un proyecto llamado Ayatollah que le “vuela la cabeza” cuando lo escucha. A partir de ahí, un día en el coche hablan de algo que está grabando Nuno, pero que parece que no va a publicar; unas canciones que provocan que “explote” la cabeza del jefe de Ernie Records. El resto es una historia ya conocida con el proyecto de Grande Amore con dos discos en el mercado y siendo uno de los referentes del panorama musical gallego. “Es la mejor historia” para explicar cómo todo tiene lugar.

Con todo, por la mente de Josiño no pasa asemejar su modelo discográfico al de majors, ya que tiene el “compromiso con ocho artistas, con los que hacemos el desarrollo total de su carrera. Si me comprometo mañana con dos proyectos más, sé que voy a dañar alguno de los que ya tengo”, comenta. Y es que él es consciente de que “el gran problema que tienen muchas discográficas” radica en que “cogen un artista y si no les funciona lo apartan, lo dejan de lado... y así van haciendo hasta que alguno funciona”, algo en lo que desde Ernie rechazan: su objetivo es que sus elegidos “sean certeros, que nuestros pasos sean perfectos”.

Con esta filosofía se entiende mucho mejor su forma de actuar ante un proyecto que funciona y, sobre todo, la tranquilidad con la que afrontan los inconvenientes. Sobre el primer punto explica que les hace sentir el “reconocimiento”, que están “dando el callo”, de la misma forma que no oculta que “con frecuencia” un disco no se venda como estaba previsto o un concierto no cubra el aforo deseado. Cuando eso pasa “lo único que nos queda es arroparnos ente todos”, teniendo claro que lo están “haciendo bien” y que no era ese “el momento”. “Hay algo que no conseguimos dar con esa tecla, y por eso esos proyectos van más paso a paso”, explica. Y es que, si algo tiene claro, es no hay una fórmula exacta que haga funcionar el asunto, por lo que únicamente queda “no perder el hilo” y “hacer cada disco mejor” manteniendo el “apoyo constante” el tiempo que sea necesario. Un apoyo y un trabajo en el cual tienen un papel muy importante todas las personas que conforman el equipo humano de Ernie Records: Celia, Rocio, Guada, Bea y Tonai. “Yo soy la cara visible, pero sin el equipo que tengo detrás y todos los que pasaron por aquí, esto no sería posible. Lo tengo claro”, dice con total rotundidad.

Para este XX Aniversario no tienen todavía cerrada la que podría ser celebración principal. Por su cabeza y la de su equipo pasan muchas ideas, como la de hacer un festival o un evento con veinte grupos y veinte salas. “Le estamos dando muchas vueltas. Pero entre eso y las giras de nuestros artistas priorizo en ellos” indica, aunque quiere dejar claro que “algo especial saldrá”. Lo que sí saben ya es qué pasará es el estreno de las nuevas oficinas que estarán ubicadas en una parte del que era el hotel de sus padres, un cambio “lógico y necesario”, puesto a que hasta ahora trabajan desde su casa en “un espacio bien grande”. Se nota cierta emoción en sus palabras cuando habla de este cambio, puesto que el hotel lleva trece años cerrado y ahora él volverá para trabajar “en las mesas donde cortaban el pescado y la carne”, también en las que comía con sus padres. Hasta se observa esa emoción cuando habla de recuperar el cuarto de baño que usaban en aquella época, en la que el negocio familiar estaba en funcionamiento.

"Hay discográficas que apartan y dejan de lado al artista que no les funciona"

Otra de las novedades que ya es visible es la del logo con el cual conmemoran esta celebración tan importante. Una imagen que, anteriormente, era un equilibrista que expresaba muy bien los malabares que hacen continuamente y que dan “la sensación que puedes tener dedicándote a la música. Si hago cincuenta conciertos y tengo para comer y está todo equilibrado, pero sí mañana Nuno queda afónico o Carlangas tiene un accidente en moto y no pueden girar ese equilibrio se va para abajo”. En la imagen actual creada expresamente para este aniversario visten a Ernie –Epi, el muñeco de Barrio Sésamo en inglés, cuyo nombre surgió en el local de ensayo de Free Serena– con un gorro para celebrar los “20 años dando la turra, haciendo conciertos y con música”. También tienen a la venta una camiseta conmemorativa que se puede adquirir a través de su página web: ernierecords.com. Para este 2024 y el futuro de Ernie Records pide “seguir trabajando, seguir disfrutando con ilusión y con ganas”, al mismo tiempo que muestra su deseo de que continúe el “apoyo mutuo” entre oficina y artistas. Fuera de esa parte profesional, Josiño sueña con que “se acaben las guerras, dejemos de mirar nuestro ombligo y seamos personas de una vez. Lo digo de verdad, enviad fuera el odio y las envidias”

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