Ambigú: 20 años de agitación gastronómica y cultural
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Ambigú: 20 años de agitación gastronómica y cultural

Sergio Iglesias — 21-06-2023
Fotografía — Ambigú (archivo)

Se cumplen dos décadas desde que Ambigú, el emblemático local bilbaíno, abriera sus puertas. Y el sábado lo celebran a lo grande, como era de esperar, con una jarana que contará con los conciertos de Perro, Yellow Big Machine y Los Manises, además de varias pinchadas.

Cuando los hermanos Andeka y Ritxi Marina decidieron poner en marcha su propio restaurante, poco podían imaginar que, 20 años después, estaríamos hablando de uno de los locales de referencia para la gente de la cultura en Bilbao. Dos décadas en las que el Ambigú ha sabido reinventarse, manteniendo una oferta culinaria excelente, pero siempre vinculada a una experiencia global, que mucho tiene que ver con el ambiente del local, donde de una manera u otra, la música siempre está presente. Cristina Rosenvinge, Fito Cabrales, J de Los Planetas, miembros de Black Crowes o de Brian Jonestown Massacre, Fermín Muguruza o Maika Makovski son algunos de los nombres que han pasado por este templo de la cultura que este año cumple 20 años. Por ello, los propietarios del local han organizado una fiesta de aniversario en el Antzoki, que se alargará hasta altas horas de la madrugada y que contará con la actuación de tres bandas y otros tantos DJs. 20 años no se cumplen todos los días, así que habrá que celebrarlo como se merece. Zorionak Ambigú!

Son las 11.30 de la mañana y, aunque estamos acostumbrados a pasar por el Ambigú a otras horas, generalmente antes o después de los conciertos en el Kafe Antzokia, tampoco nos sorprende el ambiente que hay a estas horas, sobre todo con gente que trabaja en las oficinas cercanas al bar y los y las estudiantes del Euskaltegi, aprovechando la parada para el hamaiketako de rigor. Y es que el Ambigú tiene algo que engancha y que hace que, una vez que lo conoces, quieras volver por ahí siempre que puedas. En esta ocasión, esta vez estamos aquí para hablar sobre el XX aniversario de uno de nuestros locales favoritos de Bilbao. Y por este motivo, hemos estado charlando con Andeka, el menor de los hermanos Marina, para que nos cuente cómo ha vivido estas dos décadas de existencia del negocio de su vida.

-Cuéntanos cómo recuerdas los inicios del Ambigú
Cuando yo tenía 25 años, estaba trabajando en el Baserri Maitea de Gernika y cuando vino mi hermano de Lanzarote, donde había estado viviendo, me propuso montar algo por aquí. Nosotros somos de Barakaldo y como habíamos estado trabajando en otros sitios, casi no conocíamos Bilbao, así que, al elegir la ubicación, íbamos un poco a ciegas y no sabíamos si era una zona buena o mala. De todas formas, como éramos tan jóvenes, tampoco teníamos miedo de arriesgar, y así es como empezamos con esto.

-¿Y cuál era la idea inicial cuando pusisteis en marcha el negocio?
Como los dos habíamos estado trabajando en restaurantes, lo que queríamos era hacer una cocina un poco innovadora, y además con precios populares para menú del día, porque, en aquella época, no había nada así por aquí. Además, también queríamos poner en marcha la parte de bar, sobre todo para pasarlo bien. En ese sentido, partíamos de que queríamos que la música fuera importante y, al igual que con la comida, tampoco queríamos que fuera lo de siempre, por eso, desde el principio, aquí siempre ha sonado funky, música electrónica más tranquilita… y así fue como empezamos a evolucionar, tanto con la comida como con la música, y por suerte, el boca a boca funcionó muy bien y el Kafe Antzokia también nos dio mucha vida, porque conocimos un montón de gente de la cultura bilbaína, y se fue creando un ambiente muy chulo.

-¿Crees, por lo tanto, que en el Ambigú, hoy por hoy es tan importante la comida como la música?
Yo ahora mismo no podría concebir venir a comer y no escuchar música… son dos cosas que van unidas y además, creo que es algo que nos ha venido muy bien para seguir manteniendo la clientela; recuerdo la primera crisis económica, la del 2008, que la gente ya no salía tanto a cenar, pero sin embargo, nos dimos cuenta de que seguían viniendo al alterne y a escuchar música, así que lo que hicimos fue quitar las cenas y dejar de lunes a viernes las comidas, para dedicar el fin de semana al cachondeo. Creo que fue una decisión perfecta, porque la gente se acostumbró a venir a tomar algo y, para mí, es algo genial ver un bar con gente bailando ya a las 10 de la noche.

-Me hablabas antes de la importancia de estar ubicados frente al Kafe Antzokia. ¿Cómo os ha ayudado estar situados junto a un sitio tan referencial dentro de la cultura y la música en Bilbao?
Siempre hemos sentido una especie de hermandad con todos ellos, tanto con los que trabajan allí como cocineros, camareros, programadores, como con los maisus del euskaltegi… además, siempre se han portado muy bien con nosotros y nos han cedido el local para celebrar nuestros eventos cuando lo hemos necesitado. Aparte de eso, en el día a día, nos da muchísima vidilla, y creo que nos complementamos muy bien también con el resto de los bares de la calle. Entre todos, creo que hemos conseguido crear una zona con un ambiente muy bueno.

“Sin el buen rollo de la gente, esto no podría funcionar”

-En 20 años de existencia, habéis pasado por crisis económicas, pandemias, más crisis… ¿cómo se sobrevive a todo esto, tal y como están las cosas?
Pues, como te decía antes, yo creo que la clave está en saber reinventarse, y parece que eso se nos da bien (risas). La verdad es que ahora nos curramos mucho el menú semanal, y lo que hemos notado es que han cambiado mucho los hábitos de la gente después de estos dos años de pandemia. Aunque tiene pinta de que la cosa se está reactivando otra vez, los eventos especiales que hemos hecho últimamente los sábados al mediodía, por ejemplo, parece que también le gustan a la gente, así que a lo mejor, hay que tirar por ahí… no sé, ya iremos viendo.

-¿Cómo crees que ha cambiado el consumo de productos culturales y música en estas dos décadas?
Ha cambiado una barbaridad, y nada es como hace 20 años. Tampoco tengo ni idea de queé es lo que vendrá, pero creo que hay que dar a las n uevas generaciones un voto de confianza y, sobre todo, oportunidades. No podemos caer en los mismos errores de siempre de criticar lo nuevo por sistema, porque a veces somos un poco “viejunos” con estas cosas (risas). Así que, lo que hay que hacer es tener la mente abierta y disfrutar de lo que venga porque, además, se están haciendo cosas muy buenas.

-Este sábado, celebraréis el XX aniversario, como no podía ser de otra manera, con música y en el Kafe Antzokia. ¿Una excusa perfecta para juntar a los y las amigas?
¡Claro! ¡Exhaltación de la amistad! (risas). Siempre viene mucha gente a este tipo de fiestas que hacemos, y como tú dices, es una reunión de viejos amigos… pero también de los nuevos. Lo bueno que pasa con esto es que, cuando llega el día, hay mucha gente que viene a la fiesta que no sabe que damos comidas, y gente que viene a comer que no sabía que había fiesta, y se juntan las dos partes y se crea un ambiente buenísimo… ahí está un poco la mescolanza tan especial del bar. Estamos muy contentos y orgullosos con nuestra clientela, porque te puedo decir que, en los 20 años que llevamos aquí, nunca ha habido una movida, sino todo lo contrario, porque cuando ha pasado algo, la propia gente es la que ha evitado que fuera a más. Yo estoy seguro de que, sin ese buen rollo, esto no podría funcionar.

-En la fiesta estarán actuando Perro, Yellow Big Machine y Los Manises, y la fiesta continuará con las pintxadas de Twist eta shout, JKBX y On&On. ¿Cómo habéis seleccionado las bandas y Djs que formarán parte del evento?
Con la Yellow ha sido muy fácil, porque siempre hemos tenido una relación acojonante con ellos, vienen mucho y nos queremos mogollón, y tenían que estar, porque nunca habían tocado en estas fiestas, y además, les amenazamos con no dejarles entrar si no lo hacían (risas)… no, la verdad es que no hizo falta ni amenazarles; a Perro también los conocemos desde hace tiempo, tenemos muy buena relación con ellos, y siempre que vienen a Bilbao, se pasan por el bar, así que también tenían que estar; y con Los Manises no podíamos desaprovechar la oportunidad de tenerlos aquí porque son muy buenos. Lo mejor es que todos tienen ese carácter que va con la idiosincrasia del Ambigú de la energía, del buen rollo y de pasarlo bien. Esta vez, además, nos han cedido todo el Antzoki, porque otras veces lo hemos hecho en la Kutxa Beltza, por lo que la cosa se alargará hasta las 6 de la mañana con las pinchadas de gente que es muy de la familia Ambigú.

-Para terminar, cuéntanos cuál es el momento que recuerdas con más cariño de estos 20 años.
¡Uff! Es imposible quedarse con uno solo, porque te vienen mogollón de cosas a la cabeza pensando en todos estos años. Pero a nivel personal, no soy nada mitómano, pero como yo empecé en la música como percusionista conguero, para mí fue muy especial cuando vi entrar a Chucho Valdés en el bar. Me puse muy nervioso y creo que nunca había tenido esa sensación con nadie, hasta el punto de que me tuve que sacar una foto con él, y es un momento que tengo grabado para siempre. Pero bueno, esto es sólo un momento, pero en el día a día siempre pasan cosas muy bonitas y lo más importante, creo que son las amistades y la gente que hemos podido conocer en estos 20 años.

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