Adiós a la oscuridad
Entrevistas / The Mars Volta

Adiós a la oscuridad

David Sabaté — 12-03-2012
Fotografía — Archivo

Rock británico de los ochenta. Nanas. Electrónica. Flores. Luz. Reencarnación. Todo ello es “Noctourniquet”, lo nuevo del dúo de Texas. Una rebelión a favor de la vida repleta de nuevos sonidos. Hablamos con el cantante Cedric Bixler-Zabala sobre sueños, espiritualidad y, por supuesto, de la reunión de At The Drive-In.

“Si te soy sincero, actualmente ‘Octahedron’ no me vuelve loco”, reconoce Cedric. Aunque en ningún caso nos reencontramos aquí con la vorágine de “The Bedlam In Goliath” (08), en “Noctourniquet” regresa el nervio tras la calma tensa de su anterior trabajo. Al mismo tiempo, el dúo introduce nuevos sonidos, como los samples y las partes electrónicas cercanas al dubstep de temas como “The Whip Hand”. “Hay un club en Los Ángeles llamado Low Empire, donde ponen básicamente música electrónica. Con Dj’s que provienen del hip hop pero también de la música psicodélica de la época hippie. Dj Nobody, Max Feller... Cuando estamos en la ciudad solemos pasarnos por ahí. Incluso Thom Yorke ha pinchado música en ese local. Estamos muy conectados con esa escena y nos inspira mucho. Algunos de estos chicos pinchan antes de nuestros conciertos”. La entrada del batería Deantoni Parks tras la poco amistosa salida de Thomas Pridgen ha jugado, también, un papel muy importante en esta reorientación. “Deantoni ha aportado su estilo, en los noventa estaba muy metido en el drum’n’bass. Ha dado un nuevo impulso a nuestra creatividad”. Analizando canción por canción, “Aegis” arranca de forma suave –recuerda levemente una mezcla entre Radiohead y Muse- para explotar repentinamente y entroncar con su primer largo, “De-Loused In The Comatorium” (03). “Es una de mis favoritas. La primera vez que escuché la música, me sacudió”. “Dyslexicon”, por su parte, es una pieza barroca de ritmos desestructurados y voces imposibles. “Habla sobre el poder del lenguaje y su incomprensión. Es uno de los grandes obstáculos entre humanos. La canción trata también sobre cómo algunos padres hablan a sus hijos durante su infancia y cómo éstos procesan esos mensajes”. Al mismo tiempo, se trata de otra historia surrealista pero extrañamente atractiva y de fondo espiritual. “Para algunas letras me he inspirado en algunos escritores que hablan sobre espiritualidad y flores como Belladona o ‘High Esence Flower’. Según ellos, hay personas que vuelven a la vida en forma de flores y se reencuentran con sus hermanos, que murieron hace tiempo y pasaron por el mismo proceso”. No se vayan, que aún hay más: si “Octahedron” (09) hablaba, a grandes rasgos, sobre el vacío que dejan las personas literalmente desaparecidas, “Noctourniquet” apuesta por una rebelión contra la negatividad. “Significa algo así como ‘trata de apagar la noche’. He usado la nana ‘Solomon Grundy’, que habla de fases de la vida como el nacimiento, la escuela, el trabajo y la muerte, como esqueleto de toda la historia. El disco retrata los sueños de un niño y cada canción funciona como un trailer de película de distintas partes de su vida. En cuanto al título –de nuevo, un juego de palabras-, habla de la conveniencia de apagar la oscuridad, la negatividad, y dejar entrar la luz y la positividad en nuestras mentes y en nuestras vidas”. Entre tanta abstracción hallamos gemas como “The Malkin Jewel”, primer sencillo estrenado en su propia web, que se desmarca por completo de su cancionero para acercarse a The Cramps, Grinderman y Echo And The Bunnymen. Cedric apunta a otros referentes. “Puede que haya algo del Alice Cooper de finales de los sesenta, cuando sonaba a The Beach Boys. No he intentado copiar a Nick Cave, no podría, aunque en ella canto de forma opuesta a mi registro habitual. Será muy divertida de tocar en directo”. A todo esto, “Empty Vessels Make The Loudest Sound” se revela como una de sus mejores y más bonitas baladas. “Diría que nos hemos inspirado secretamente en bandas como The Horrors y My Bloody Valentine, que tienen casi el mismo árbol genealógico, o los Echo And The Bunnymen de ‘Crocodiles’”. Para terminar, no podemos pasar por alto una de las noticias musicales del año: la esperada y sorprendente reunión de una de las mejores bandas de hardcore recientes, At The Drive-In, de la que él y el guitarrista Omar Rodríguez-López forman parte. “At The Drive-In es una vieja familia, un profundo corte que ha sangrado durante demasiado tiempo, y había que parar la hemorragia (risas). Vamos a intentar aplicar el concepto de ‘Noctourniquet’ a ATDI, aportarle positivismo y dejarlo crecer. Espero que ambas bandas puedan existir al mismo tiempo, o en meses o años alternos… No sé cómo será, pero esa es mi idea romántica. Sentimos que haya sido un divorcio tan largo”.

Un comentario
  1. Yeah that's what I'm talking about ba-c-bniye work!

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