Fue en 2016 cuando se le diagnosticó la enfermedad y empezó un tratamiento que el propio Alexandre ha narrado como una odisea desde su perfil de facebook. Él mismo se lamentaba de que sus likes en el relato de su enfermedad se multiplicaban por cien respecto a los que habitualmente respondían a lo referente a su carrera musical. “Álex demostró un coraje inmenso en esa lucha contra la leucemia. Admirable porque supo contar en primera piel todo lo que estuvo viviendo. Fue su gran concierto”. Nos comenta el periodista extremeño Carlos Ortiz. Álex se trasladó desde Málaga a Mérida hace una década para impartir clases de secundaria y fue acogido rápidamente por esa escena musical. “Entre la escena más independiente, y no solamente musical, creó una legión de amigos”. Afirma uno de ellos, el músico Alfonso Burdalo. Ahora, echamos la vista atrás y preferimos quedarnos con esa imagen de Alexandre al frente de L’ Avalanche, con ese flequillo rubio y empuñando su Rickembacker. Hasta siempre Álex.
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