“Me gustaría que “Tóxico” sea visto como la reafirmación de que “Monterey” iba en serio”
EntrevistasNo Quiero

“Me gustaría que “Tóxico” sea visto como la reafirmación de que “Monterey” iba en serio”

Dave Blanco — 26-09-2025
Fotografía — Archivo

Con apenas cuatro años de trayectoria, No Quiero se ha consolidado como una de las propuestas más sólidas y ambiciosas de la escena bilbaína.

Tras sorprender con "Monterey" (2021), un debut acompañado de una cuidada narrativa audiovisual, la banda regresa ahora con "Tóxico", un álbum que destila pop-rock noventero, energía contemporánea y estribillos con vocación de estadio. Su nuevo trabajo no solo reivindica la fuerza de las canciones, sino también la importancia de la imagen, la producción y la emoción como parte inseparable de la experiencia musical.

Primeras presentaciones en directo: 26 de septiembre en Bilborock, el 1 de octubre en la Sala El Sol de Madrid y el 21 de noviembre en la sala Zentral de Iruña-Pamplona.

Conversamos con Alberto Macías, guitarrista y productor del grupo, para conocer mejor el trasfondo creativo de este disco y la filosofía que late detrás de No Quiero.

¿Cómo nace No Quiero y qué os empujó a formar este proyecto en común?
La idea empieza en 2020, Gaby tenía un buen puñado de canciones guardadas desde hacía años y me planteó (Alberto) hacer un disco con ellas y si la cosa iba bien, pues igual podríamos formar una banda y quedar para tocarlas, en plan hobby para después del trabajo, tocar con los colegas y tomar unas cervezas…

Me pasó las canciones, hablamos de referencias, de lo que a él le gustaría que fuera, de cómo lo veía yo... y preparé unas maquetas, y como la cosa iba cogiendo buena forma, nos fuimos realimentando y fuimos a por todas, a conseguir el mejor resultado posible. El proceso fue muy gratificante y satisfactorio así que una cosa llevó a la siguiente y montamos el proyecto.

El nombre del grupo tiene mucha fuerza. ¿Qué representa para vosotros y cómo conecta con vuestra forma de entender la música?
El nombre es una idea de Gaby, tiene 2 hijas pequeñas, y de lo primero que aprenden a decir los niños es “no quiero”... Para nosotros es una actitud: no conformarse, no aceptar lo que te viene dado sin cuestionarlo. Nosotros entendemos la música como algo personal, que cuando tú haces tu música, tiene que ser genuina y salir de uno mismo, así que en este contexto, “No Quiero” hacer lo que hacen otros (al menos conscientemente).

Han pasado unos años desde vuestros primeros pasos. ¿Qué balance hacéis de este recorrido hasta hoy?
Muy positivo. Ha sido un camino de descubrimientos muy interesante, intenso a veces, siempre divertido, empezamos escuchando viejas maquetas, y ahora tenemos 2 discos, 14 videoclips y una banda que suena como un cañonazo.

¿Qué ha sido lo más difícil y lo más gratificante de estos años de trayectoria?
En la música una de las cosas más difíciles es encontrarte con la gente adecuada, pero en nuestro caso es gratificante que hayamos podido formar la banda con los que la formamos.

¿Tiene No Quiero espíritu de continuidad estable o preferís entender la banda como un proyecto más flexible?
No Quiero es el resultado de juntar las canciones de Gaby con la manera de tocar, arreglar y producir de Alberto, a esto le añadimos la sabiduría y musicalidad de Blas, Javi y Mario y el mundo audiovisual de Antón y el resultado es lo que podéis ver y escuchar. Esperamos seguir así todo el tiempo que podamos.

Cambiando de tema, ¿qué influencias musicales pesan más ahora mismo en vuestro sonido?
Es difícil concretar, todos escuchamos mucha música a veces muy diferente, y cada uno tenemos nuestra manera de tocar. Durante el proceso creativo de dar vida a las canciones, hacemos listas de canciones que podrían ser referencias de sonidos, ambientes, texturas, ritmos, que podrían servir para la canción que estemos trabajando en ese momento. Estas listas incluyen música de diversos géneros y épocas, algunas mainstream, otras underground, casi de todo. Juntamos esas inpiraciones con nuestra forma de entender lo que hacemos y sale lo nuestro.

“El primer disco lo hicimos pensando sólo en las canciones, y este lo hemos hecho pensando en que vamos a salir a tocar y nos gusta tocar con energía”

¿Hay algún disco o artista que haya marcado especialmente la creación de "Tóxico"?
Creo que si escuchas el disco, se puede apreciar una gran variedad de estilos e influencias. Empezamos con una base musical simple, ritmo y armonía, ajustamos la velocidad y grabamos la voz de guía, hablamos del concepto de la canción y de las sensaciones que nos gustaría transmitir y hacemos listas de canciones donde encontramos eso que buscamos y luego lo hacemos a nuestra manera. También pasa que tenemos en el subconsciente muchas cosas que hemos escuchado mucho y esas influencias afloran.

A la hora de crear, ¿qué suele aparecer primero: la música, las letras, o la idea visual que acompaña a las canciones?
Como te explicaba antes, partimos de una canción o una idea de melodía o estribillo, y a partir de ahí planteamos sensaciones, a veces sí, también desde una idea visual, y con esos conceptos desarrollamos la música.

¿Qué espacio dejáis a lo personal en vuestras letras frente a lo universal?
Siempre nacen de lo personal, pero intentamos que cualquiera pueda reconocerse en ellas. Nos gusta que cada persona se lleve la canción a su terreno.

¿Cómo repartís las tareas creativas dentro del grupo? ¿Hay roles definidos o es todo más orgánico?
Está bastante definido, Gaby escribe o propone la idea musical, Alberto produce y Antón dirige lo visual. Realizamos maquetas y ponemos en común para sugerencias sobre arreglos, sonidos etc. Rehacemos la maqueta y cuando todo está prácticamente decidido, grabamos. Durante el proceso de grabación final, o incluso durante el proceso de mezcla, a veces surgen ideas nuevas, porque al diseñar el sonido te das cuenta de que hace falta cambiar alguna nota para que funcione sónicamente.

Hablando precisamente de "Tóxico", ¿qué diríais que diferencia este álbum de vuestros trabajos anteriores?
Que es más directo y más crudo. *Tóxico* suena grande, pensado para el vivo, pero sin perder la parte íntima de los primeros temas. El primer disco lo hicimos pensando sólo en las canciones, y este lo hemos hecho pensando en que vamos a salir a tocar y nos gusta tocar con energía.

“Nos gusta que cada persona se lleve la canción a su terreno”

El título "Tóxico" es muy sugerente. ¿De dónde surge y qué concepto engloba?
Habla de todo lo que nos intoxica: relaciones, rutinas, la presión externa. Queríamos un título que reflejara eso, pero también que fuese catártico, que al cantarlo lo sueltes.

¿Cuánto tiempo habéis estado trabajando en este disco y cómo ha sido el proceso de grabación?
Aproximadamente dos años entre composición, arreglos, grabaciones, producción, mezclas... Ha sido intenso, nos gusta limar hasta el más mínimo detalle, tenemos claro lo que queremos hacer y peleamos hasta conseguirlo.

¿Hubo algún tema especialmente difícil de dar forma y que ahora os resulte uno de los más especiales?
“Déjate llevar”. La melodía nos encantaba, pero no terminaba de funcionar. Después de muchas vueltas encontramos el arreglo adecuado y se ha convertido en una de nuestras favoritas.

Si tuvierais que elegir una canción que represente la esencia de "Tóxico", ¿cuál sería y por qué?
Creo que la canción que mejor resume “Tóxico” sería precisamente «Tóxico». Es la que da título al disco, y logra condensar muchas de las ideas de las que hemos hablado antes, mezcladas con una urgencia contemporánea, ese pulso rockero que va desde lo contundente hasta lo melódico con la idea de hacer un hit, pero sin perder personalidad. Esa tensión entre lo pequeño y lo grande, lo emocional y lo visual, creo que está muy presente en ese tema.

¿Qué os gustaría que sienta el público al escuchar este nuevo disco por primera vez?
Que se reconozcan, que lo vivan. Que al ponerlo por primera vez se sientan impulsados a cantar, moverse, emocionarse, pero también que interioricen letras y atmósferas: que haya momentos de energía, de descarga, pero también de reflexión. Que “Tóxico” suene como algo suyo, como si al escucharlo les diera fuerzas, les despertara algo que estaban dejando abandonado, como un empujón para no conformarse.

En los últimos meses se os ha visto más presentes en festivales y escenarios. ¿A qué responde esta mayor exposición tras un tiempo más discretos?
Para salir a tocar necesitábamos un repertorio propio, no queríamos hacer versiones, así que el camino era primero hacer canciones, luego formar una banda, preparar los directos, y “palante!”. Lanzar una banda no es fácil, hay mucho trabajo de marketing que hacer, así que hemos ido sacando singles y vídeoclips mientras íbamos terminando el disco y ensayábamos para los directos, y finalmente ha llegado el momento de arrancar el camión.

En esa línea, ¿cómo ha evolucionado vuestra relación con la industria musical desde los inicios?
En los inicios, la industria musical no sabe que existes, ahora empezamos a darnos a conocer.

¿Habéis tenido ocasión de probar ya en directo algunas de las nuevas canciones? ¿Cómo ha reaccionado el público?
Sí, antes de sacar el segundo disco, ya hemos tocado algunos de los singles adelanto. La reacción ha sido buena, en general cuando el público escucha canciones que no conoce por primera vez, reacciona de diferentes maneras, pero en general hemos visto que la gente conecta rápido con los estribillos, con la contundencia de las guitarras, con la emoción de las partes más íntimas. Hay entusiasmo, ganas de corear, de sentirse parte del show, lo cual es gratificante para nosotros.

“En los inicios, la industria musical no sabe que existes”

Definís vuestra propuesta como capaz de sonar en un estadio y también en la intimidad de una sala. ¿Qué cambia en vuestra manera de tocar según el contexto?
Desde lo técnico a lo emocional. En una sala pequeña, lo que cambia es más de matices, cercanía: se cuidan las dinámicas, los silencios, los detalles de interpretación, las conexiones íntimas con el público, la comunicación directa (miradas, gestos). En un estadio (o un festival grande), se exige más potencia, volumen, que todo el sonido atraviese, que cada elemento sea claro para que se escuche lejos, que la puesta en escena y la energía llenen espacio, que los detalles visuales tengan impacto. Pero la clave está en conservar la emoción; incluso en estadios grandes la parte íntima debe asomar para que sea algo humano, no solamente espectáculo.

¿Qué importancia le dais a la interacción con el público en vuestros conciertos?
Mucha. Porque sin público no hay concierto vivo. Interactuar supone que ellos están allí, que forman parte del momento. Que coreen, que respondan, que se sientan implicados. Esa tensión entre banda-público es lo que convierte una canción en algo memorable en directo. Además, en nuestras canciones hay momentos emotivos, reflexivos, enérgicos, y es interesante que el público nos devuelva algo. Es una energía que también nos impulsa como banda.

¿Qué canciones sentís que están llamadas a crecer más en los directos?
Hay muchas, al principio tocas las canciones tal como son en el disco, pero según vas haciendo ensayos y conciertos, vas cambiando cosas, dinámicas, sonidos, arreglos, para que al tocarlas se disfruten más. Viendo las reacciones del público, se puede ver qué funciona mejor en directo y eso nos lleva a introducir cambios, alargar partes corales, cambios de intensidad, vamos viéndolo y vamos aplicándolo. Lo mejor es que te escuches los discos y luego vengas a un concierto, y ya nos lo dirás tú.

¿Cómo habéis adaptado las nuevas canciones para el directo? ¿Hay alguna puesta en escena especial para esta gira?
Creo que es mejor venir a comprobarlo que que te lo cuente aquí.

¿Qué horizontes os gustaría explorar a partir de ahora, tanto en estudio como en directo?
Ya estamos pensando en el 3er disco, sónicamente hablando, daremos una vuelta de tuerca más a nuestro sonido pero sin perder nuestra identidad, puede que hacia algo un poco más crudo. Y en directo, si podemos, nos gustaría añadir visuales e iluminación espectacular!

¿Cómo se presenta el curso 2025-26? ¿Alguna fecha que podáis adelantar dónde poder disfrutar de vuestro directo?
De momento tenemos confirmadas 26 de septiembre en Bilborock (Bilbao), 1 de octubre en Sala El Sol (Madrid), y 21 de noviembre en Sala Zentral (Pamplona).
Seguro que se irán sumando más fechas, festivales de verano, y si las cosas siguen bien, incluso quizá algún salto internacional. Creo que será un año de consolidación de todo lo que hemos construido en No Quiero.

¿Hay algún escenario o festival en el que os haría especial ilusión tocar?
Nos gustaría tocar en festivales grandes que nos permitan llegar a más gente, y también sería increíble tocar fuera de España. Y así poder llenar salas en conciertos con el público cerca, y compartir la energía.

¿Hay alguna anécdota de algún concierto que os haya marcado especialmente?
Cada concierto tiene sus anécdotas, problemas técnicos, micrófonos volando, alguno del público que destaca, organizaciones impecables, otras fatales, la cosa es vivirlos uno a uno y disfrutar de ello.

Para cerrar, mirando hacia el futuro, ¿cómo os gustaría que fuera recordado "Tóxico" dentro de vuestra discografía?
Me gustaría que “Tóxico” sea visto como la reafirmación de que “Monterey” iba en serio. Una banda con personalidad y sonido propio.

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