Tensión explora el underground de los 80

Julián Sanz (Erizonte, 429 Engaños, Mar Otra Vez) responde al cuestionario como “curador” de esta entrega.

Una primera entrega que tiene el post-punk y otros sonidos limítrofes como objeto, con las aportaciones (un tema por cabeza) de Klamm, La Fundación, New Buildings, Mar Otra Vez, Clónicos, La Caída De La Casa Usher, Claustrofobia, La Gran Curva, T, Los Iniciados, Depósito Mental, II Época Del Hombre, 429 Engaños, Xeerox, Neo Zelanda, Teatro Negro De Praga y 1985. Algunos no llegaron ni siquiera a prensar un single... “Hay LPs, miniLPs, singles, maxisingles, maquetas grabadas en estudio, maquetas grabadas en locales de ensayo, publicadas en cassette, inéditas, alguna fuente tomada de reediciones posteriores en CD, grabaciones en directo y temas sacados del máster original único, algunos de los cuales suenan increíblemente bien y como nunca lo habían hecho antes”. Las reglas del juego decían que en este primer volumen tocaba detenerse en 1985. “Digamos que hasta ahí llegan los pioneros. A partir de entonces estos mismos y los que empiezan con otras propuestas comienzan una nueva época que desemboca, entre otros géneros, en la fructífera escena de los noventa con los Triquinoise, Por Caridad, la gente de Barcelona, etcétera. Pero va a haber más recopilatorios. De hecho con este disco hemos creado la base y, claro, es el primero de una serie que continuará con el período 86-90 y otros más homogéneos en lo musical, como uno específico de electrónica industrial. Además con alguno de los artistas que siguen en activo vamos a producir una serie de presentaciones en directo, algo que promete ser todo un acontecimiento”.

Anotado por César Estabiel, “Tensión” viene a rescatar del desván de la Historia a una serie de subterráneas formaciones de los ochenta en la línea de lo que hacen fuera de nuestras fronteras sellos como Minimal Wave, Dark Entries, LTM o Vinil On Demand. ¿Cuál es la razón de ser de esta profunda revisión? “Que sea el primero dedicado a esta corriente tras tantos años es hasta chocante, comparado con los laureles de la que podíamos llamar la Movida ‘oficial’. En lo musical muchos se sorprenderán de que se hicieran cosas así en España en esa época. Por la suprema calidad de la música, por la valentía de los planteamientos y en algún caso por la extrema originalidad de una música que no debía directamente nada a nadie”.