La travesti de la generación Z fue catapultada a la fama a raíz de "Maricón". Esta canción fue un trabajo que hizo en bachillerato para la asignatura de Cultura Audiovisual. A raíz de este sencillo sacó otros éxitos como "Burguesa Arruinada" o "Chicote". Nacida entre polémicas, ya que la canción causó un tremendo revuelo, Samantha nos trae ahora su nuevo trabajo "Dulce y bautizada". En el, retoma la temática de la religión y los pecados carnales.
Con referencias al sonido PC Music, del pop de los 2000 y del electroclash más clásico e insolente de nuestro territorio nacional, Samantha Hudson nos traslada en esta canción creada junto a Putochinomaricón a una oda sarcástica sobre un colegio de monjas. Venedita Von Däsh, una monja con modelitos de escándalo, rehabilita a la hipotética Samantha, que se debate entre sus juguetes sexuales y la Biblia. En el videoclip la artista mallorquina se ha rodeado de un elenco espectacular, entre ellas: Gema Díaz, Gad Yola y Bendi González. Repleto de visibilidad LGBT, este videoclip nos regala una melodía electro-pop y pegadiza, además de una letra alocada y deslenguada.
La performista crea una mezcla estrambótica entre una estética cuidada, humor y bajos fondos que tanto la representan. Con este videoclip Samantha pretende hacer una reflexión acerca de la hipersexualización de nuestra sociedad capitalista. “Dulce y bautizada” es una total experiencia nostálgica, desvergonzada y con estilismos de escándalo.
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