Ha sido una manera perfecta de combinar las dos grandes pasiones de la marca: la música indie y el arte urbano. Con su imagen disruptiva y diferente, rompiendo las reglas de las marcas tradicionales, Monkey Shoulder lleva el whisky escocés a un público más joven y desenfadado.
Destilado especialmente para combinar con otras bebidas, Monkey Shoulder es un whisky escocés suave, fresco y afrutado de malta triplemente destilada en la región de Speyside, con ricos tonos de naranja y vainilla. Maridado artesanalmente en pequeños lotes, su agradable sabor permite disfrutarlo también solo, en trago largo.
Monkey Shoulder tiene vocación de ir más allá de la formalidad habitual de las marcas de whisky, y fue uno de los principales patrocinadores del festival Tomavistas. Su presencia rompedora se concretó en una coctelería decorada con un mural de 20 metros del artista urbano Juay, situado junto al escenario más grande del anfiteatro, donde tocaron bandas tan diferentes e interesantes como Triángulo de Amor Bizarro, La Casa Azul, Cala Vento, Sidonie o Metronomy.
Juay destaca que “para este proyecto, me he sentido muy inspirado por los grupos que han venido al festival a la hora de crear los personajes y transmitir la vibra del Tomavistas. Escucho indie desde hace años y me he sentido muy cómodo uniendo mi arte más urbano con este género musical”.
Numerosos asistentes pudieron disfrutar de los deliciosos cócteles que allí se les ofrecían: por ejemplo, el Ginger Monkey, combinado de Monkey Shoulder mezclado con ginger ale y un toque de naranja. Junto con su bebida, los asistentes se llevaron bolsas personalizadas con ilustraciones del artista y gorros muy adecuados para protegerse del sol del recién llegado verano.
Además, el autor de los dibujos personalizados del mural estuvo cada tarde cerca de su obra: Juay completó in situ una parte del mural con sus sprays, para delicia del público asistente y los curiosos que se acercaron a verle trabajar en vivo. Sus coloristas y divertidas ilustraciones, muy deudoras del arte callejero, también estarán presentes en los bares a través del material promocional de la marca.
Ilustrador y artista urbano con estudios en la Escuela Superior de Diseño de la Rioja, Juan Miguel Porres, Juay, ha puesto su talento al servicio de marcas como Dockers, Vans -su mural en la tienda de esta marca en Las Rozas Village es ya un clásico- y el bar madrileño Salmon Guru. El artista nos habló del apetecible proyecto, que le ha permitido poner su estilo colorista y divertido al servicio de la frescura que Monkey Shoulder transmite.
“Este reto lo he afrontado con muchas ganas, ya que es el primer festival de música en el que participo como artista”, nos dice. “La marca me ha inspirado para crear personajes y situaciones cañeras relacionadas con la coctelería y su mundo. Mi estilo urbano le ha aportado a la marca un carácter más desenfadado, alegre, reconocible y colorido. Un poco diferente a lo que tenemos en mente cuando pensamos en Whisky”.
“Quería representar, desde mi punto de vista, la diferentes personalidades de la gente que viene al Tomavistas a divertirse y también mostrar la marca Monkey Shoulder como una experiencia a la hora de conocer la marca -añade-. Me han puesto las cosas muy fáciles y he podido disfrutar del festival... No puedo pedir más”.
El balance de esta colaboración, es, por lo tanto “muy positivo. Buena música, cócteles, pintura y la suerte de que me vea tanta gente y puedan surgir futuros trabajos. Estos proyectos son muy importantes para darme a conocer y seguir creciendo. Me interesa que mi estilo se identifique con eventos afines a mí como ha sido el caso del Tomavistas. Creo que el mural ha tenido un buen impacto. Mucha gente se ha acercado a hacerse fotos y felicitarme, y no puedo pedir más como artista. Muchas gracias a Monkey Shoulder por la oportunidad y a Tomavistas por el pedazo de evento”.
La séptima edición del festival madrileño discurrió como la seda gracias a un público familiar muy relajado y un sol ya veraniego. Más de treinta artistas se dieron cita con un público familiar que, disfrutando de un cartel manejable muy en los confines del indie rock de guitarras, agradeció la vuelta a la ubicación que ha hecho de Tomavistas lo que es. En este contexto, era imposible dejar de apreciar el gran mural de Juay y Monkey Shoulder junto al Escenario 1 del anfiteatro, el elemento más llamativo y divertido del evento. Toda una declaración de intenciones de una marca que tiene muy en cuenta la música y la cultura de la calle.
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