Fue en 1979. Madonna era una esforzada cantante y bailarina que luchaba para salir adelante, cuando le surgió la posibilidad de posar desnuda para una clase de fotografía de Martin Schreiber. Se sacó treinta dólares y firmó un contrato standard de modelo. Hace dos años, Schreiber vendió las fotografías a VDM International en Europa, quienes revendieron los derechos en Estados Unidos a CondoMania.La compañía de Nueva York, especializada en juguetes sexuales, utilizó una de estas imagenes (que sólo muestra la cara de la cantante) para el envoltorio de los condones Madonna. Condomanía ya ha recibido la pertinente carta amenazadora de los representantes de la Ciccione, aunque la ley les ampara.
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