Lagartija Nick apuestan por el pop en su nuevo disco
Redacción — 18-05-2007 Fotografía — Archivo
“El shock de Leia” (Everlasting, 07) está llamado a ser el disco que compile toda la carrera de Lagartija Nick y sobre todo le dé sentido. Un álbum de arquitectura sencilla, que ayuda a comprender ahora esos cuestionados giros estilísticos que los granadinos abordaron a mitad de su carrera. Sus seguidores ahora lo comprenderán todo. La publicación de “Lo Imprevisto” se interpretó como una vuelta a los primeros tiempos, al tan añorado “Inercia”, a la cordura dirían algunos. “El shock de Leia” es el séptimo álbum, número cabalístico, de la banda de Granada, pero lejos desempolvar el pasado, de repetir su fórmula más exitosa (“Hipnosis”, “Inercia”) lo que Lagartija Nick ha conseguido con este trabajo es contextualizar cada uno de su trabajos anteriores. “El shock de Leia” es un álbum a la americana, directo y bien estructurado, canciones fieles a la sencillez punk: tres acordes, energía y descaro. Pero también podemos hablar del disco más pop de Lagartija Nick. En el nuevo disco el mayor de los Arias, Jesús, ha introducido apuntes de su poesía urbana de mensaje contestatario además de ayudar a Antonio a adaptar con “sutileza” los poemas de Craig Raine. “El shock de Leia” rompe definitivamente con esa estructura de collage de ideas sin sentido, de aquella abstracción del “Hipnosis”, para desde esa perspectiva cósmica, muy lorquiana, crear una poesía que en canciones como “Celeste” o “Un marciano envía una postal a casa” alcanza un resultado emocionante. Este proceso de síntesis necesitaba un disco con una producción casi minimalista, grabado en pocas pistas, en pocos trazos pero sólidos. Que representara lo que es Lagartija Nick en 2007, una banda tocando en directo. Providencial la aparición de Paul Grau, productor alemán, con varios discos de oro colgados en las paredes de su estudio de la costa tropical granadina. El resultado, una grabación muy sincera, apenas sometida a la tecnología y en la que los sonidos transparentes y el cuidado de las voces ha sido la clave para que estemos ante un disco cargado de energía positiva. Robando una frase a la ciencia, como tanto le gusta a Antonio Arias, la energía ni se crea ni se destruye, se transforma. Eso es lo que Lagartija Nick ha hecho en toda su carrera, ahora lo entiendo todo.
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