El gobierno del país, liderado por Viktor Orbán, justificó la decisión alegando que el trío promueve el antisemitismo y glorifica el terrorismo. En respuesta, Kneecap ha calificado la medida de “absolutamente escandalosa” y de “maniobra política”.
El anuncio fue realizado por el secretario de Estado Zoltán Kovács a través de redes sociales, afirmando que el grupo representa una “amenaza para la seguridad nacional”. Sziget, por su parte, ha lamentado públicamente la decisión gubernamental y defendido la libertad artística: “Condenamos los discursos de odio, pero también garantizamos el derecho a la libertad de expresión de nuestros artistas”, afirmaron los organizadores.
En su declaración, Kneecap denunció la medida como una “distracción política” y reafirmó su oposición a los crímenes de odio, asegurando que ninguno de sus miembros ha sido condenado por delito alguno. “Esto es un intento más por silenciar a quienes denuncian el genocidio contra el pueblo palestino”, señalaron, arremetiendo directamente contra Orbán y reiterando su compromiso con la justicia social y la libertad de expresión.
La polémica llega en un momento delicado para el grupo, que recientemente fue retirado de otros festivales europeos tras incidentes en sus actuaciones y declaraciones políticas. Pese a ello, Kneecap ha asegurado que continuará defendiendo sus principios: “Seguiremos luchando. Seguiremos ganando”.
Sziget Festival, que se celebrará del 6 al 11 de agosto en Budapest, contará con actuaciones de Charli XCX, Chappell Roan, Shawn Mendes, A$AP Rocky, Post Malone y Kid Cudi, entre otros.
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