Aunque diversos medios hayan publicado informaciones erróneas que la sala ha desmentido ya, la madrileña y emblemática Joy Eslava no cierra sus puertas definitivamente, sino que cerrará sus puertas y cesará su actividad durante aproximadamente un año con vistas a "ampliar sus usos y actividades".
Según los responsables de la actualización, van a "seguir haciendo conciertos, pero vamos a hacer más cosa, algo que en nuestro país no existe hasta ahora". Entre esos usos estaría, según publica el diario El Mundo, organizar cenas con espectáculo.
Se trata de una sala histórica que, pese a abrir sus puertas en 1981, ya contaba con una historia previa desde finales del siglo XIX cuando se llamaba Salón Eslava. Como sala de conciertos, ha sido durante años una de las más activas, emblemáticas y fundamentales de la ciudad de Madrid. Por su escenario han pasado la flor y nata de la escena estatal e internacional, además de acoger en diversas ocasiones nuestras fiestas Demoscópicas.

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