Desde los inicios de su trayectoria Monte Cazazza era un músico y performer con una fijación peculiar por el arte más extremo. Empezó a cosechar reconocimiento al trasladarse a Reino Unido para juntarse con un colectivo de músicos radicales que se reunían en torno al sello discográfico independiente Industrial Records. Este grupo de artistas -Cosey Fanni Tutti, Genesis P-Orridge, Peter Christopherson y Chris Carter- que le llamaron la atención formaban parte del proyecto COUM Transmissions conocido por realizar performances sexuales, violentas y escatológicas pretendiendo cuestionar el arte en la frontera de la moralidad. Al disolverse en 1976 surgió Throbbing Gristle, motivo por el que se creó Industrial Records, sello que publicó sus discos, los de Cazazza, Cabaret Voltaire o SPK. Su principal fuerte era la autogestión dando rienda suelta a la creatividad sin censura que sólo encontraba obstáculos en el bajo presupuesto que contrarrestaban al experimentar con nuevos formatos baratos, como el vídeo.
Así fue como nació la escena musical más revolucionaria de finales de los años setenta. El nuevo panorama se enriqueció gracias a la aparición de Cazazza, puesto que la definió a través del uso de la etiqueta "música industrial para personas industriales", concretamente el año 1977. Las bases del movimiento convergían en una posición ideológica y ecónomica frente al mercado musical, además de una práctica artística que ponía el ruido en el centro. Años más tarde, bien entrados los noventa, Michelle Handelman y Monte Cazazza fundaron M&MProductions y MMFilms dando pie a un seguido de obras audiovisuales experimentales. "Blood, Guts And Beauty" o "Catscan" son algunos ejemplos.
A Cazazza le envolvía un comportamiento rebelde debido a las múltiples acciones controvertidas que llevó a cabo para experimentar su "arte": collages pornográficos en San Francisco, una cascada de cemento en el edificio de la escuela de arte en Oakland (California) o quemando el cuerpo de un gato descompuesto durante un fin de semana de 1971 al que fue invitado con motivo de las conferencias sobre arte. Ya hacía años que la producción de Cazazza era muy esporádica, destacando su recopilatorio en 1996 "The Worst Of Monte Cazazza". En 2018 publicó "I Fight Like A Girl/Killing Time" una colaboración con Meri St. Mary, la mujer que ha dado a conocer la noticia de su fallecimiento.
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