Moreira se confesaba a corazón abierto en su último trabajo, Me cuesta decir la verdad, una suerte de terapia musical con la que exorcizaba un pasado marcado por el acoso escolar. El cantautor y violinista sevillano, curtido en mil batallas (Raimundo Amador, Capitán Cobarde, Genérica, Van Moustache, Vamp), se servía de un EP publicado por El Volcán Música y una colección de canciones tan honestas como mágicas para su misión. Entre ellas, las bellísimas Fantasmas y Forajido.
"La idea que tuve al hacer estos vídeos era mostrar de forma 100% desnuda y honesta como es el directo de Moreira, y también cómo comienza habitualmente el proceso de producción de las canciones", confiesa el propio Jesús González Moreira. "Yo le llevo la canción desnuda a mi hermano y él suele coger otra guitarra, y empezamos a darle forma a la producción. Es cierto que después hemos desarrollado más el directo y ahora el formato es más complejo, pero también queremos hacer conciertos así de desnudos".
"'Fantasmas' es la canción más importante del EP, cuenta la historia de miedo que viví en el colegio, una etapa oscura de mi vida, que con la música y terapia intento dejar atrás", reconoce Moreira. "Y 'Forajido' es una canción que habla sobre una relación que no funcionó, sobre lo bonito que podría haber sido... Es la canción más sencilla del EP, y es la única que hago solo en directo".
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