Pau: A ésta le dimos mil vueltas. Hay canciones como “El eje del mal” que se podrían grabar a los diez minutos de empezar a ensayarlas y otras como ésta, que no.
Hasta que no le encontramos el ritmo de caja del principio (sin bombo) no cuajó del todo. A partir de ahí todo fue más fácil.
El tipo de guitaras, bajo y batería, la forma en que entran y están tocadas es cien por cien The Feelies (uno de nuestros grupos favoritos) y el solo tiene una melodía algo “rumbera”, aunque no se note. La segunda voz también ayudó mucho a que despegara. Hicimos un vídeo en el que, por fin, no lo pasamos mal y que ayudó a lanzar el disco.
La grabamos con Steve Albini y se nota desde el primer golpe de caja. Está todo ahí presente, sin edulcorar y sin tratar. A la cara.
Jorge:
“Arde el cielo, grita el lienzo entre rojos violentos” reza la letra de la canción. Tras ver un documental sobre Edvard Munch en la tele noruega en el que hablaban de lo que inspiró al pintor a pintar uno de los cuadros más famosos de la historia, sentí mucha curiosidad por su vida y su obra. Fuimos a Oslo a ver el cuadro de "El grito" y a visitar su museo y me impresionó mucho. Ver sus cuadros era como escuchar una canción que llega directa al corazón y te estremece. Así que en esta canción quise hablar un poco de las sensaciones inquietantes que provocaban esas imágenes que retrataban la soledad, la desesperación, la distancia, la incomunicación y por qué no, esos inviernos interminables y ese clima que condiciona y modela el carácter de las personas de estas latitudes. No encontraba título así que decidí llamarla "Scandinavia", sabedor ya por aquel entonces de la huella que iban dejando estas tierras en mis canciones y en mi vida.
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