Vestido de pop vanguardista y cargado de mensaje, el tema es un grito contra la doble moral, el juicio constante y la falta de coherencia en una sociedad obsesionada con señalar a los demás.
Tras el impacto de su segundo disco "Conducción temeraria" y la experimentación del EP "Boicot" —donde ya exploraba temáticas sociales con temas como "Que Pasa Nen"—, Alizzz redobla la apuesta política y personal en "Callaíto", una crítica que no deja títere con cabeza. En esta canción, el artista no solo apunta a estructuras de poder o discursos dominantes, sino que también se mira al espejo: nadie queda fuera del alcance de su reflexión.
El tema arranca con una producción minimalista, casi demo, que se transforma poco a poco en un estallido de sofisticación pop, manteniendo la tensión entre fondo y forma. En apenas tres minutos, Alizzz desliza referencias punzantes al feminismo performativo, la contradicción entre vida detox y el consumo de drogas, el debate territorial en Catalunya, y la banalización de la protesta. Todo envuelto en un sonido cuidado, preciso, y con el sello inconfundible del artista que ayudó a redefinir el pop español contemporáneo.
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