Adiós Noviembre es una banda de pop independiente y melódico con querencias rockistas. Con su primer álbum buscan llamar a las puertas de ese olimpo indie para que atienda sus demandas. "Salto Mortal" (grabado, producido y mezclado por Raúl de Lara<
Adiós Noviembre es una banda de pop independiente y melódico con querencias rockistas. Con su primer álbum buscan llamar a las puertas de ese olimpo indie para que atienda sus demandas. "Salto Mortal" (grabado, producido y mezclado por Raúl de Lara en los estudios Arde el Arte) contiene diez temas (nueve sencillos y un bonus-track) en el que Alejandro Rodríguez (voz, coros y guitarra acústica), Álvaro Corsino (guitarra eléctrica), José Valverde (guitarra eléctrica), Mike Royo (bajo) y Beto Romero (batería) demuestran por qué se habla de ellos como una de las promesas de la escena indie nacional desde su Cartagena natal.
Estamos ante cinco músicos que proponen un viaje en el que destacan guitarras etéreas y luminosos sintes que nos transportan a mundos sugerentes. Aderezados por bajos precisos y ritmos cautivadores, creando así un momento único que atrapa. Su sonido se sinergia con la profundidad y emotividad de sus letras. Surgidas desde lo más íntimo de sus experiencias, empatizan a la primera con el público.
En una onda similar a "Plan Marshall" descubrimos otro de los temas capitales del disco: se trata de "Demasiadas veces", una canción que exhala una épica doméstica. Temazo sin discusión, al igual que la rockera y muy festivalera "Salto Mortal" que, no por nada, comparte título con el álbum.
A continuación "Crimen y condena" deja a la vista de todos la cara más sensible de la banda con un pasaje emotivo y directo al corazón del que lo escucha. En esta misma onda nos encontramos con "Eco", una preciosa y dolosa balada, con guiños folkis, en la que se deshacen ahondando en una relación en la que ya no hay amor, solo quedan recuerdos, breves y lejanos ecos de lo que fue. "El peor desastre" cierra esta trilogía de pasajes de pop-rock de alta calidad y corazones arañados.
La bella e ilusionante "Nana de los pies descalzos" hará saltar las lágrimas de todos aquellos que hayan sido padres. Finalmente, con "Acuarela" todo parece volver al tono del principio del disco, ayudado por unos riffs de guitarra post-nuevaolera. Al igual que en la magnífica y estribillera, "Olvidaremos todos", nos llevan de la mano a ese lar en el que cualquier pasado fue mejor… o no.
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