Que un grupo casi exclusivamente femenino que acostumbra a salir al escenario y deleitar al público con fist fuckings, cunnilingus, lluvias doradas y escenas sadomaso totalmente reales genere más interés por su actividad sexual que por la musical es algo que no debería sorprender a nadie. Pero Rockbitch, las propias protagonistas, se sienten ofendidas cuando se malinterpreta su mensaje. «Hay muchos grupos que usan el sexo para vender, que son cuatro tíos tocando y tienen a dos strippers a los lados porque saben que eso va a llevar a más gente a los conciertos. Eso es vender coño. Pero cuando la gente viene a nuestros conciertos ve sexo real y ve que tenemos un deseo muy fuerte de cambiar las actitudes de la cultura occidental ante el sexo, que no es una estrategia comercial. Aún así están los que dicen ¡vuestra música debe ser una mierda, porque le dais énfasis al sexo! Pero mira a Rage Against the Machine por ejemplo, son un gran grupo y expresan opiniones políticas de forma muy tajante en sus canciones, y nadie les dice ¿qué sois, un grupo o un partido político? No podéis ser ambas cosas. Pero, con nosotras, que estamos haciendo comentarios y demostraciones sobre la política de la sexualidad, no se aplica esa actitud. Se nos rechaza directamente. Se supone que no podemos hacer buena música porque expresamos nuestra sexualidad sobre el escenario». Habla Babe, una atractiva rubia que se encarga de la guitarra rítmica y que para la entrevista aparece con un escueto vestido rojo y sin ropa interior.Pero es que no se trata simplemente de dejar al público boquiabierto con más cantidad de sexo duro en una sola noche que la que la mayoría de los mortales presencian en toda su existencia, se trata de difundir una filosofía de la vida que, pese a parecer una patochada sobre el papel, explican con tal coherencia y convicción que la mezcla de escepticismo y cachondeo con la que uno llega a la entrevista pasa a convertirse en interés. «Vivimos en una comuna matriarcal no monógama en Francia y creemos que el sexo es el motor que mueve el mundo. Si te gustamos, enhorabuena por tener buen gusto y una mente abierta. Si no te gustamos y piensas que deben pararnos, recuerda que tocamos mejor y follamos con mujeres mucho más atractivas que tú». Un resumen un tanto simplista de un credo y una conversación a los que es imposible hacer justicia en este reducido espacio. Pero a ver si al final, entre libido y revolución, se nos olvida que hemos venido a hablar de música. Porque «Motor Driven Bimbo» es su álbum de debut y es lo que han venido a promocionar, un trabajo de crossover metal-industrial (ya aclaró nuestro compañero Luna el mes pasado qué podíamos considerar industrial de verdad, y esto no lo es) de producción contundente e interpretado con profesionalidad, y que aseguran tiene toques de Beastie Boys y Red Hot Chili Peppers. Si ellas lo dicen...
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