| "Me gustaría colaborar con Daniel Lanois, es mi héroe, es igual de bueno como productor y como músico" |
Grabamos un par de discos con grupos poco reseñables. Y fue en el 2000, de vuelta a Bélgica, cuando formé el proyecto Jeronimo. Hasta hoy no hemos parado de tocar". Los síntomas se han acentuado hasta el punto de que no siente ningún pudor moral de recomendar obras ajenas, deshaciéndose en elogios, increíble al precio que está en el mercado del ego. "Me gustaría colaborar con Daniel Lanois, es mi héroe, es igual de bueno como productor y como músico. Su último disco, ´Shine´, será mi disco del año seguro, es un misterioso viaje". A diferencia de otros enfermos musicales (la mayoría, no nos engañemos) no se muestra de mal humor cuando le llueven las comparaciones obvias por su sonido y procedencia: su paraguas criba las mejores gotas. "Creo que las comparaciones pueden ser acertadas para situarte ante un disco. Aunque no suelo hacer mucho caso de lo que la prensa dice. Tanto Diabologum como Dominique son dos influencias importantes para mí, pero tanto como muchas otras. Creo que el nexo de unión es nuestra manera de hacer una música muy personal". Tampoco se sonroja a la hora de autocriticar su disco, descubriendo sus puntos débiles, y ensalzando con orgullo sus máximos logros. "Me gusta el disco entero. Si tengo que elegir una favorita sería ´Ton Éternel Petit Groupe´. Todo comenzó con ella, fue la primera que radiaron. Y quizás la que me produce unos sentimientos enfrentados es ´La Fille Sous l´Eau´. Fue una pesadilla grabarla, pero la letra me gusta mucho. Es tan desesperada, solitaria y triste que a veces me afecta el escucharla". En todo caso, él ya ha tomado su decisión vital: su rollo es el rock y lo consumirá hasta que se consuma junto a él. "Supongo que me habrán colocado en la sección de cantantes franceses. No me preocupa, nunca voy a una tienda de discos a buscar mis discos, suelo ir a la búsqueda de otros".
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