Hablamos con su vocalista Pelle Almqvist sobre este nuevo disco, sus planes de futuro y qué significa hacer música durante más de tres décadas.
Consulta las fechas de sus conciertos en nuestro país y adquiere tus localidades al final de esta entrevista.
Es la primera vez que os proponéis crear un verdadero disco de estadio. ¿Qué hay detrás de esa ambición y cómo influyó el haber girado con bandas como The Rolling Stones o AC/DC en vuestro enfoque en el estudio?
Después de haber girado con bandas como The Rolling Stones y AC/DC, empezamos a imaginar cómo sería un show al estilo Hives en ese tipo de escenarios gigantes. Pero, curiosamente, el resultado final fue más punk de lo que habíamos previsto. En este formato más grande, te das cuenta de que tienes que tocar un poco más despacio, con arreglos más definidos, para que todo el público pueda seguirte. Queríamos que las canciones tuvieran una estructura clara, donde lo que esperas que ocurra realmente ocurre. Antes nos gustaba meter sorpresas, romper esquemas, pero en esta ocasión decidimos experimentar con formas más tradicionales: verso, estribillo, verso. Fue una manera divertida de explorar algo nuevo. Después de siete discos, necesitas encontrar pequeños retos que te mantengan entretenido con lo que haces. Y al final, cuando llegó el momento de mezclar, todos nos enamoramos del sonido crudo de las mezclas en bruto. Transmitían una energía tan auténtica que nadie quiso retocarlas. Lo que se escucha en el disco son precisamente esas mezclas originales, sin pulir.
Hablando de grandes bandas, grabasteis la mayor parte del álbum en el estudio de ABBA. ¿Sentisteis algo del espíritu de ABBA allí? ¿Alguna anécdota que se os quedara grabada?
No, la verdad es que no. Quizá el hecho de saber que ABBA grabó allí te hace pensarlo un poco más que si estuvieras en otro estudio, pero en realidad no compartimos mucho con ellos. Eso sí, es un estudio excelente. Benny aparece de vez en cuando, charla un rato, se toma un café... pero poco más. No intentamos sonar como ABBA en absoluto. De hecho, diría que nuestro estilo es casi lo opuesto al suyo.
"Dondequiera que voy, escucho cosas que me recuerdan a nosotros. Cuando empezamos, no existía nada parecido"
Como decías, este disco suena muy crudo y con mucha garra. ¿Grabar con Mike D y Pelle Gunnerfeldt provocó una colisión creativa que generó algo inesperado?
Hemos trabajado con Pelle durante muchos años, así que le conocemos muy bien. Está detrás de muchas de nuestras grabaciones favoritas. Era una elección natural. Queríamos grabar en Suecia porque llevábamos mucho de gira. Pero eso nos parecía demasiado normal, así que sumamos a Mike D para romper un poco esa dinámica. Lo elegimos porque Beastie Boys hacían la música más cool que conocemos. ¿Quién iba a hacer que nuestro disco sonara aún más guay? Pues alguien de Beastie Boys, y lo conseguimos.
¿Cómo capturáis esa energía tan explosiva en un mundo tan editado, tan de estudio, con toda la conversación actual sobre inteligencia artificial y producción electrónica?
Es muy simple: no usamos nada de eso. Lo nuestro es ser una banda de rock que suena bien tocando en una sala. Existe esa teoría de Malcolm Gladwell que dice que necesitas diez mil horas para dominar algo… Pues nosotros llevamos más de treinta mil horas tocando juntos. Ensayamos mucho, grabamos rápido y apenas editamos. Lo que se escucha es cómo sonamos de verdad. Y desde luego, nada de inteligencia artificial. Me parece lo peor que le puede pasar a la música. La música es comunicación. Yo toco para que el público entienda algo de mí, y luego eso se comparte entre ellos. Ese es el problema de toda esta discusión sobre la IA. La música no es un problema que haya que resolver, el arte es humanidad. No quiero una pintura casi como un Botticelli hecha por una IA. Quiero la original, con todos sus errores. Hacer arte con inteligencia artificial me parece una de las peores ideas que existen. Ver una película sin humanos no tiene ningún sentido para mí: precisamente quiero ver personas, sentirme reflejado en ellas.
Vivimos en un mundo hiperconectado y con mucha música, pero parece más vacío que nunca.
Totalmente. Este es un disco mil por ciento anti-IA.
Me encantó una frase del comunicado de prensa que dice que suena como un grandes éxitos, pero de canciones que nunca habíamos oído. ¿Estás de acuerdo?
¿Tú estás de acuerdo?
Sí, totalmente. Nunca habéis hecho un set nostálgico tocando un disco entero. Incluso parecéis estar un poco en contra de la nostalgia. ¿Por qué este nuevo disco es tan crucial para vuestra música y vuestro ethos como artistas?
Porque no queremos sentir que ya lo hemos hecho todo. Igual que con la inteligencia artificial, no queremos limitarnos a repetir lo que ya ha funcionado o lo que la gente espera. Queremos seguir haciendo cosas que nos emocionen de verdad, lo suficiente como para mantenernos en marcha. Hay tanto buen rock ahí fuera que, si vas a hacer un disco nuevo, tiene que estar a la altura, aportar algo real. Y cuando lo logras y te sientes orgulloso, lo único que quieres es que el mundo lo escuche. No nos interesa salir de gira solo para tocar lo de siempre. Cuando giramos con AC/DC o The Rolling Stones, por ejemplo, solo metían una canción nueva en el repertorio, todo lo demás eran clásicos. Nosotros no somos tan grandes como ellos, pero justo por eso podemos permitirnos tocar la mitad del nuevo disco en directo.
Hablemos del sonido del disco. " Enough is Enough" está llena de rabia, sarcasmo y un estilo sin concesiones. ¿De dónde sale esa energía tan explosiva y qué supuso liberar todo eso en la letra?
Tuve que pelear mucho por esa canción. Esa línea inicial de "Everyone's a little fucking bitch" no gustó a todos en la banda. Pero la defendí, y me alegro porque es la que más reacciones provoca. Quería decir algo absolutamente escandaloso. Es muy catártico tocarla. Llevo gritando con el rock desde que era niño. Y gritar te libera de la rabia, así no tienes que usarla para pegar a nadie.
Pero también hay canciones que son una auténtica celebración de levantarse desde abajo, como “Hooray, Hooray”. No sé si esta canción es una resurrección metafórica de algo o si también sirve para crear un contraste con la rabia que hay en el disco.
Sí, hay cosas esperanzadoras también. Y algo de humor. “The Hives Forever, Forever The Hives” es básicamente una celebración de nosotros mismos. Creo que tiene un poco de todo en la letra: “Si estás en el infierno, sigue adelante”.
También me quedó marcada la frase de "Legalize Living" en la que criticáis la excesiva regulación y la conformidad. ¿Nace de una frustración real o es una crítica más amplia a la vida moderna?
Ambas cosas. Llevamos ya bastante tiempo viviendo, y en ese camino hemos pasado por muchas frustraciones y visto las cosas desde distintos ángulos. Al final, todo el mundo se agrupa en pequeños colectivos con sus propias reglas, y eso no ayuda a construir una sociedad abierta. “Legalize Living” es nuestro grito de guerra para defender que cada uno puede vivir como quiera, tomar elementos de distintos grupos y forjar su propio camino. Pero claro, eso conlleva críticas. Nosotros empezamos una banda punk precisamente para hacer lo que quisiéramos, y luego descubrimos que el punk también tenía un montón de reglas. Así que dijimos: “Somos una banda de rock and roll”... y se acabaron las normas. Es curioso, y creo que muchas canciones del disco hablan justamente de eso.
"Ahora la mayor parte de nuestras influencias somos nosotros mismos"
En "They Don't Hear The Music" hay mucho de ese sentimiento de ir en contra de la norma, casi como un himno para los outsiders. ¿Crees que eso sigue reflejando vuestra experiencia con The Hives, incluso tras décadas de éxito?
Sí, sobre todo por nuestros inicios. Empezamos desde cero. Estamos acostumbrados a que no nos entiendan. Lo nuestro es muy específico. Hay críticos que dicen que nuestras canciones no suenan como The Beatles, y yo pienso: "Exacto, no queremos sonar así". No hacemos música para gustar a todos, sino para que un grupo de personas la ame profundamente.
Hablando de esa gente que ama vuestra música: tenéis fans por todo el mundo. ¿Cómo ha influido esa fanbase global en vuestra visión de lo que puede o debe ser el rock?
En los conciertos han influido mucho. Cada público es diferente. Pero musicalmente, ya llevamos bastante tiempo y ahora la mayor parte de nuestras influencias somos nosotros mismos.
Afirmáis que The Hives son “la primera banda en cruzar las puertas del cielo hacia la eternidad”. ¿Qué significa ese legado eterno para ti?
Dondequiera que voy, escucho cosas que me recuerdan a nosotros. Cuando empezamos, no existía nada parecido. Hemos cambiado la cultura, aunque sea solo un poco. Eso ya nos hace eternos. Incluso si dejáramos de tocar hoy, seguiría viendo y oyendo nuestra influencia por todas partes. Quizá esté loco, pero creo que es así.
Mirando atrás, ¿qué momento de vuestra carrera todavía te deja con la boca abierta?
Hay tantos... Es como preguntar cuál fue el mejor café de mi vida. Han sido treinta años de momentos increíbles. Pero la sensación de tocar juntos siempre ha sido la misma desde el principio. Todo cambia, pero eso no. Saber que vamos a salir al escenario, sorprender al público y terminar con ellos enamorados del show... Esa sensación es única. Por eso seguimos.
Para terminar, ¿qué os espera este año? ¿Qué es lo que más ilusión te hace?
Ahora vamos a hacer promoción en París, luego Australia y Japón, un lugar al que no vamos desde hace una década. Este otoño tenemos la gira más grande de nuestra historia en Europa. Siempre preferimos salas pequeñas, pero esta vez vamos a por todas. Estoy deseando tocar en esos lugares enormes.
Agenda de conciertos:

Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.