El proyecto The Coldest July arranca a finales de 2018. Empezaron a darle forma Óscar Martínez y Julián López, los dos guitarristas de la banda, con una idea muy clara: montar una banda de emocore noventas. Pasaron horas y horas encerrados en el local, compartiendo ideas, esbozos de canciones. “Un poco más tarde, se unió Gerard [Batllori], que tocaba la guitarra y cantaba en Aldrin y Collins en aquel momento y siempre había querido tocar la batería en un grupo. David [Pineda], que había compartido bandas con Óscar, entró como bajista justo antes de la pandemia”, recuerda Julián.
"Vamos creando canciones y le damos bastantes vueltas hasta que nos encajan a todos"
Bandas de la llamada segunda ola del emo como Sunny Day Real Estate, Mineral, Penfold y American Football fueron los referentes sonoros desde el primer minuto, pero en su particular revivalismo se cuelan también otras influencias. “El objetivo que teníamos era hacer canciones que nos recordasen a esa época, pero tenemos otras influencias dentro del underground y aportamos pinceladas o detalles que colamos en las composiciones", sostiene Gerard, también exguitarra de Crossword.
La primera referencia de The Coldest July, una demo con dos canciones, se hizo esperar unos cuatro años. No tenían ninguna prisa, no necesitaban alimentar ningún algoritmo. “Empezamos siendo el segundo proyecto de varios de nosotros y lo importante para nosotros era encontrar un sonido. También es cierto que nos enganchó la pandemia y tuvimos dificultades para poder quedar para ensayar", argumenta Gerard
“Thriving Is Over Since Then”, el largo debut que acaban de publicar, contiene las siete primeras composiciones de la banda, incluyendo esos dos primeros sencillos, "Another Day" y "American Football Boys", regrabados para la ocasión. Trabajan las canciones desde la meticulosidad, cuidando todos los detalles. "Vamos creando canciones y le damos bastantes vueltas hasta que nos encajan a todos y tenemos una versión acabada con todos los arreglos", explica Julián. Y con esas siete canciones trabajadas al máximo en el local se plantaron en los estudios Ultramarinos Costa Brava de Santi García, al que admiran por su trabajo con artistas y bandas como Jeremy Enigk, Toundra, Viva Belgrado y Comic Sans. “Nos ayudó a sacar el máximo de cada uno y nos lo puso muy fácil en todo momento”, destaca Gerard, quien ya había grabado guitarras bajo sus órdenes, pero que en esta ocasión grabó baterías por primera vez. “Nos sentimos grabando entre amigos en lugar de con un productor con una dilatada trayectoria”, añade.
Un puñado de sellos independientes, algunos internacionales, vieron algo especial en su precioso emo nostálgico y coeditan el primer largo en formato vinilo. El alemán Thirty Something Records, por ejemplo, está especializado en reediciones de clásicos de los noventas como Leiah, Cobolt y The Appleseed Cast, entre otros. Sin duda, un hito para los catalanes colarse en ese selecto catálogo. “Que todos estos sellos –en referencia también a Slow Down Records, Radix Records, Carcosa y Entes Atómicos– decidieran apoyarnos, que el disco tuviera tan buena acogida", cuenta Óscar, “fue una inyección de moral”.

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