Todos los supergrupos tienen su qué, aunque los haya más o menos prefabricados o marcianos. Este se acerca a la rareza, a lo inverosímil. Nacido más por proximidad y afinidad personal y geográfica que por avenencias puramente musicales, en De La Tierra gana el componente metálico, moviéndose en un espectro sonoro que bascula entre lo ya conocido de A.N.I.M.A.L. y los punteos y riffs de guitarra a los que nos tiene (bien) acostumbrados Andreas Kisser. Él mismo responde vía telefónica a nuestras preguntas. “Andrés y Álex empezaron a hablar de ello hace unos 8 años, aunque yo no me uní hasta finales del 2012. La primera vez que nos reunimos los cuatro, todo fluyó de forma muy rápida, las demos y las ideas. Creo que ha sido el momento adecuado para todos. Es excitante ver que las cosas fluyen; estamos disfrutando mucho cada segundo del viaje”.
Cuesta entender que no hubiera discusiones sobre qué dirección tomar. ¿Las hubo? “Bueno, teníamos claro que queríamos hacer metal. Álex es un batería muy heavy. Por supuesto, la mayoría de gente lo conoce por Maná, pero lleva este estilo dentro y conoce las bandas y la historia de la música heavy. No es ninguna pose. Queríamos utilizar la lengua española y hacer algo distinto”. De ahí que buscaran un nombre para el grupo relativamente ajeno a los clichés. “Barajamos bastantes nombres relacionados con el metal, las calaveras y cosas así, pero al final optamos por un nombre más abierto que nos diera más libertad de movimientos. Porque, aunque en un principio pensamos en grabar un disco de metal, no sabíamos qué tipo de música seríamos capaces de hacer. El nombre expresa también de dónde venimos, nuestro legado y nuestra historia”.
Se ha afirmado que la banda quiere recuperar la dignidad del metal latino. ¿Cuándo la perdió?
“No creo que la haya perdido nunca. La música metal cuenta con muchas bandas underground, siempre ha gozado de buena salud al margen de su presencia en los medios. Aunque gracias a bandas como Metallica, llegó a los estadios a un nivel de popularidad impensable, especialmente en los noventa, donde alcanzó una gran exposición mediática, pero siempre ha sido un estilo con mucho público. Recientemente se ha producido un resurgir de bandas que reivindican estilos como el thrash clásico de la Bay Area, que a su vez influenció a Sepultura. Hay un evidente resurgir y De La Tierra quiere aportar algo nuevo en esta escena metálica actual. La dignidad está ahí siempre, porque el metal ha sobrevivido al margen de todos los cambios de los últimos años”.
Otra pregunta cabal es cómo combinarán este proyecto con las obligaciones con sus otras bandas. "No tengo ni idea de cómo responderte a eso (risas)”. Sin ir más lejos, en el caso de Kisser, la salida de este disco ha coincidido con la del último trabajo de Sepultura. “Sí, han sido dos proyectos fascinantes. Con Sepultura hemos vuelto a grabar con Ross Robinsson en Estados Unidos, cosa que no hacíamos desde hacía mucho tiempo. Sabíamos que pasaría. Maná también tiene muchos compromisos. Es difícil, claro, pero es divertido formar parte de ello, intentamos aprovechar al máximo el tiempo y estamos aprendiendo mucho del proceso”.
Kisser siempre ha sido un tipo inquieto, incluso tiene un segundo disco en solitario bastante avanzado pero que, de momento, deberá esperar… “Tengo mucho material y muchas demos grabadas. Sólo necesito reunir de nuevo a la banda, ensayar y ultimar los arreglos. Lo haré, pero creo que aún tardará un poco en salir, por lo menos tengo un par de años de mucho trabajo por delante con los dos grupos. A finales de este año, por ejemplo, saldrá material en directo de Sepultura en Rock in Rio para celebrar los 30 años de la banda”.
Para terminar, me intereso por cuáles son sus discos o canciones favoritas de Los Fabulosos Cadillacs y de Maná, los vórtices de De La Tierra más alejados de su background musical.
"No te sabría decir… realmente he empezado a escuchar ambas bandas muy recientemente. Brasil no tiene demasiada relación con los elementos culturales de países como Argentina, Chile, Uruguay o Paraguay… es muy raro, somos vecinos pero ese contacto no se produce, en especial por nuestras diferencias lingüísticas. Espero que esto empiece a cambiar con grupos como nosotros”. ¿Qué pueden esperar los fans de esas dos bandas de De La Tierra? “Pueden esperar lo inesperado, que siempre está bien (risas). Les diría que se olviden de las bandas de las que procedemos y escuchen el disco con la mente abierta, sin prejuicios y con ganas de disfrutarlo”.
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