The Damned Things es un grupo en el que militan miembros de Fall Out Boy , Anthrax y Every Time I Die y que ha dado como fruto “Ironiclast”, un disco con cierto aroma a clásico. The Damned Things presenta una conjunción de personalidades que, en principio, parecen no casar las unas con las otras, con el liderazgo adjudicado a Joe Trohman (Fall Out Boy), la veteranía y profesionalidad de Scott Ian (Anthrax) y la voz mutante de Keith Buckley (Every Time I Die) combinadas, con el apoyo de otros dos músicos de consabida valía, Andy Hurley y Rob Caggiano. “Ironiclast” es su primera referencia, un álbum que suena actual, pero con la estructura y las composiciones propias de algunas de las bandas de rock clásico de los setenta. “Nos hemos divertido mucho, pero, aparte de eso, nos consideramos una banda real, una banda de verdad. Todos los que formamos parte de ella queríamos hacer algo diferente, y esa era una de las motivaciones”, me comenta Trohman. El principal impedimento a priori era si los seguidores de los artistas implicados iban a aceptar el sonido de The Damned Things, pero viendo los excelentes resultados todo el mundo está de acuerdo en que ha valido la pena el esfuerzo. “A veces es difícil entender que es lo quiere la gente, pero ser músico ya es esto, y en mi caso, tras diez años haciendo las mismas cosas, necesitaba un cambio, necesitaba tomarme un descanso de Fall Out Boy, romper con todo, darle una nueva visión a mi carrera. Y además, esto no es ni Fall Out Boy, ni Anthrax, ni Every Time I Die, queríamos ser y sonar como lo que somos”. Para unos músicos jóvenes como ellos, tocar con una leyenda como Ian debe ser algo muy gratificante. “Nuestra relación empezó de manera muy simple, un amigo nos presentó, y ahí empezó todo. Nos dimos cuenta de que nos unían muchas más cosas de las que pensábamos, y en enseguida contemplamos hacer algo juntos. Hubo buena química. Todos sabíamos de dónde veníamos y qué queríamos hacer”. ¿Y al contrario? Para Ian debía ser raro verse rodeado de jóvenes músicos que venían de otras escenas y una visión diferente de la música. “Scott es muy abierto, y ya nos conocía de habernos escuchado en la radio y vernos en MTV. En Estados Unidos era muy fácil reconocer a Fall Out Boy, y él conectó enseguida con nuestro mundo”. Las canciones de
“Ironiclast” les dan la razón, diez temas que impactan desde el minuto uno y que desvelan la conexión que hubo entre los miembros de The Damned Things. “Recuerdo la primera vez que tocamos juntos, estábamos en un local y no queríamos salir de allí, ya que fue muy fácil combinar todos los elementos. Fue una gran sorpresa y, rápidamente, pusimos todo esto en funcionamiento”. Otro aspecto a destacar es la mutación de Keith Buckley, que canta de forma mucho más melódica que en su grupo principal. “Cuando componíamos no lo hicimos pensando en un cantante determinado. Después apareció él, y se adaptó a lo que buscábamos. Hizo un gran trabajo”. Y finalmente están los conciertos, verdadero lugar en el que el grupo demuestra el porqué de esta aventura conjunta. “Es curioso porque yo vengo del punk y, de repente, sorprende escuchar riffs metaleros por todos lados. Pero me siento muy cómodo con esta fórmula. Es todo muy directo”.
Para comprobarlo, pásense por cualquiera de sus dos conciertos en España: 14 de junio (Razz 2, Barcelona) y 15 junio (Madrid, Heineken).
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