“Queríamos que este trabajo se acercara más a lo que ofrecemos en directo”
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“Queríamos que este trabajo se acercara más a lo que ofrecemos en directo”

Dave Blanco — 26-11-2025

Con "Avenida América", Supercremalleras firman su tercer trabajo y también el más valiente y confesional de su carrera. Una colección de canciones conectadas entre sí que trazan un trayecto emocional entre Madrid y Bilbao, donde el desgaste, la distancia y la sinceridad se convierten en motor narrativo.

Cambio de baterista, una producción más cruda y un primer vinilo para celebrar la ocasión consolidan un momento de crecimiento para la banda, que además ha presentado el disco en una listening party muy personal antes de lanzarse a la carretera. Con todo ello sobre la mesa, hablamos con el grupo para entender cómo se construye un álbum que busca emocionar sin perder ese punto de ironía y vacile que siempre les ha acompañado.

La gira de presentación pasará el 15 de enero por Bilbao (Kutxa Beltza), el 30 de enero por Vitoria-Gasteiz (Le Coup), el 7 de febrero por Madrid (Café La Palma), el 27 de febrero por Gijón (TBA), el 6 de marzo por Iruña (Txintxarri), el 7 de marzo por Cedeira (O Chiringo), el 20 de marzo por Murcia (Revolver), el 21 de marzo por Gandía (Dublin), el 17 de abril por Logroño (Stereo), el 18 de abril por León (Black Bourbon) y el 15 de mayo por Zaragoza (TBA).

"Avenida América" es vuestro tercer disco y probablemente el más ambicioso hasta ahora. Diez canciones, 32 minutos, una historia con principio y desenlace. ¿Teníais claro desde el principio que queríais hacer un álbum narrativo o esa estructura fue apareciendo sola al juntar los temas?
Siempre nos han gustado los discos conceptuales. De hecho, en los dos anteriores también quisimos mantener un hilo temático, pero en este la historia es más evidente. Nos dimos cuenta de que todas las canciones tenían elementos en común y que juntas formaban una historia. Así que aprovechamos esa base para construir el disco.

Hablemos del fondo: distancia, tiempo, desgaste emocional... Son temas muy concretos y muy íntimos. Sin necesidad de nombres ni apellidos, ¿cuánto hay de autobiográfico aquí y cuánto de construcción narrativa?
Es, sin duda, el trabajo más personal hasta la fecha. Hasta ahora el proceso era inverso: empezábamos a escribir y después lo relacionábamos poco a poco con nosotros. En este disco todas las canciones hablan de algo muy concreto y son historias que hemos vivido en primera persona. Hemos optado por desnudarnos y contarlo todo con un nivel de detalle que quizá en otros trabajos no se percibía tanto.

Bilbao y Madrid son más que un decorado en este disco, son casi personajes. ¿Qué papel juegan realmente esas dos ciudades en "Avenida América"? ¿Son lugares literales o funcionan más como símbolos de algo más grande?
Aunque mencionemos ambas ciudades de forma literal y contemos una historia muy concreta entre Madrid y Bilbao, también las vemos como comienzo y final de algo. Son escenarios importantes y personales para nosotros, pero queríamos ir más allá y no quedarnos solo en lo básico. Dejamos a la interpretación del oyente encontrar nuevos sentidos al disco. A pesar del contexto espacial, es una historia que puede pasarle a cualquiera: la distancia, la velocidad, el tiempo, las personas…

“Hemos optado por desnudarnos y contarlo todo con un nivel de detalle que antes no se percibía”

Habéis trabajado con Urtzi Iza, un productor que tiene fama de sacar lo más salvaje de las bandas con las que trabaja. ¿Qué os llevó a él y cómo cambió el disco cuando se puso al mando?
A la hora de plantear las canciones teníamos dos ideas opuestas: hacer algo más tranquilo e íntimo, o sacar fuerza, “enfadarnos” un poco y contar las cosas desde la rabia. Al final ganó esa idea, y Urtzi era una opción muy buena para ello. Además, siempre hemos escuchado que nuestro directo es más “duro” y más “punk” que los discos, y queríamos que este trabajo se acercara más a lo que ofrecemos en directo.

El resultado es bastante evidente: este es vuestro disco más crudo, más guitarrero, con más mala leche. ¿Era una dirección consciente desde el principio o algo que fue saliendo solo al tocar los temas en el estudio?
Al plantearnos grabar con Urtzi ya sabíamos lo que podía ser, y era justo lo que buscábamos. Nos parecía interesante probar con alguien que, a simple vista, se alejaba un poco de nuestra zona de confort (y nosotros de la suya).

Además, este disco llega con un cambio importante en la formación: nuevo batería. ¿Cómo ha influido ese relevo en la dinámica del grupo y, sobre todo, en el carácter rítmico del álbum?
Fue un relevo muy natural. A mediados de 2024 empezamos a quedar con Dani y hemos encontrado un equilibrio muy logrado del que han salido ganando las canciones. Ha sabido entender perfectamente lo que pedían. Tanto en lo musical como en lo personal ha sido un chute muy positivo para la banda y se ha adaptado perfectamente a todos los aspectos de la banda.

En el disco aparece una colaboración con Mikosis que llama bastante la atención. ¿Cómo surgió esa unión y qué aporta al universo de "Avenida América"?
Teníamos varias canciones que creíamos que con una colaboración adquirirían otro enfoque y empezamos a pensar en ello. En Novia Salcedo imaginábamos un final con un coro enfadado y a dos voces. A las Mikosis las conocemos de Gernika: hemos coincidido en proyectos, fuimos a la misma escuela de música y nos parecía coherente que fuesen ellas. Además, forman parte de las bandas del mundo de Urtzi Iza. Les propusimos la colaboración, quedamos y aceptaron. Luego en el estudio sumaron más elementos y “mikosisearon” la canción, cosa que nos pareció súper guay. La verdad es que estamos muy contentos con el resultado.

También se cuela una voz femenina en “Un Trato” que le da un aire más íntimo. ¿Quién está detrás y por qué decidisteis incluirla justo ahí?
Era otra de las canciones que veíamos con muchas posibilidades de tener una voz femenina. Contamos con Leire Jauregibeitia, amiga de toda la vida, con quien ya hicimos una versión de un tema nuestro. Nos parecía que tenía sentido que participara. Es una canción que se aleja un poco del repertorio habitual de Supercremalleras y queríamos añadirle un nivel más de color con su voz.

Lleváis ya tres discos en la calle. Mirando atrás, desde "Aviones Con Vértigo" hasta aquí, ¿qué creéis que habéis aprendido sobre cómo escribir canciones que conecten sin perder vuestra esencia, ese equilibrio entre vacile e ironía con carga emocional?
Esperamos haber aprendido a hacer mejores canciones. En este disco creemos que mantenemos la esencia, pero hemos ido un poco más allá abriéndonos en canal y dejando de lado ese punto edulcorado de los anteriores. Hemos logrado una conexión con nosotros mismos, intentando ser sinceros y dejando un trabajo del que estamos muy orgullosos. Siempre hemos creído que lo primero es que te guste a ti lo que haces, y ese requisito está cumplido. Confiamos en que esa honestidad llegue a la gente.

Este es vuestro primer trabajo editado también en vinilo. ¿Qué ha supuesto ver las canciones convertidas en este formato?
Teníamos claro que este disco iba a salir en vinilo. Nos hacía ilusión tener un trabajo nuestro en este formato y nos hemos dado el capricho. En los anteriores no nos lo planteamos, pero como la creación de este ha sido más artesana o más “romántica”, le veíamos sentido. Ahora solo nos falta comprarnos un tocadiscos (jaja).

Hicisteis una listening party antes de sacar el disco. ¿Qué tal fue poner "Avenida América" entero delante de la gente por primera vez? ¿Da más respeto o más subidón?
Queríamos tener un detalle con nuestra gente de casa. Nos apetecía hacer algo entre amigos, cerca de casa, para celebrar y brindar juntos. Lo hicimos a nuestra manera: tocando, merendando y hasta jugando al bingo. Estuvimos en un bar de Zornotza, tocando las nuevas canciones en directo y luego pudieron escuchar el disco por primera vez. Somos bastante románticos y nos gusta pensar que esa ilusión y esa “primera vez”, que para nosotros es especial, también se la transmitimos a quienes estaban ahí.

Hay una canción en el disco que se titula directamente "Arctic Monkeys". ¿Qué hay de Arctic Monkeys en Supercremalleras? ¿Es una banda que os haya marcado o la referencia va por otro lado?
Como curiosidad, fue la última en entrar en el disco. Tuvo varias versiones; la original era muy al estilo “Arctic Monkeys Old School”, pero no nos convencía. Nos daba pena dejarla fuera y al final la desnudamos completamente para plantearla como un interludio. Buscamos que la primera parte fuese muy íntima, como si Gorka se grabara con una grabadora en su habitación, y luego la canción explota con toda la banda. Y también, la canción también “cambia”, como los Arctic Monkeys (jaja).

En la nota de prensa se menciona que en el disco aparece vuestra "obsesión por tocar en La Riviera". ¿De dónde viene esa fijación con ese escenario en concreto y qué representa para vosotros?
La Riviera es una crítica a la situación de los y las artistas. Parece que hay que mostrar que hacemos sold outs constantemente, que nos va bien y que viene mucha gente, y la realidad muchas veces no es así. La Riviera nos parecía un escenario simbólico porque se ha normalizado que todo el mundo tenga no sé cuántas Rivieras o Wizinks. Es una canción en defensa de la música y la cultura, y de preguntarnos por qué hacemos esto. Dicho esto, nos encantaría llenar Rivieras (jaja), pero tocar en el bar del pueblo también es bonito, y la escena de salas pequeñas tiene propuestas increíbles.

“La Riviera es una crítica a la obsesión de aparentar que siempre llenamos salas enormes”

"Al Dente" suena como el momento más desatado del disco, casi hecho para el pogo. ¿Lo veis también así o tiene otra función dentro de la narrativa del álbum?
Está claro que es la canción más punk del disco. En el tracklist aparece justo después del momento más íntimo (Arctic Monkeys), y pasamos de Gorka con su guitarra en la habitación al Supercremalleras más post-punk, con batería y bajo machacando como una apisonadora y creyéndonos los Idles (salvando distancias jaja). Lo bonito de Supercremalleras es que cada uno tiene sus gustos y la mezcla es el resultado final.

Esa mezcla entre vacileo y drama cotidiano es vuestra firma. Si tuvieras que elegir un tema de "Avenida América" que resuma perfectamente esa dualidad, ¿cuál sería y por qué?
Es complicado elegir uno. Fuencarral, la última del disco, es la más larga —casi seis minutos— y quizá es la que mejor reivindica esa dualidad. Tiene vacileo, pero también madurez y seriedad tanto en lo musical como en la letra. Fue la canción con la que empezó todo y un pilar que marcó la dirección del disco.

En enero arrancáis una gira que os va a llevar prácticamente por toda la península hasta el verano. ¿Qué tiene el directo de Supercremalleras que no tiene el disco? ¿Dónde se nota más la diferencia?
Lo dicen muchas bandas, pero el disco es una excusa para salir a tocar y refrescar el repertorio. Vamos con un repertorio bastante divertido, con el que la gente se lo va a pasar muy bien. Habrá interacción y, sobre todo, intentaremos sudar y transmitir que para nosotros cualquier escenario es sagrado y que vamos a darlo todo. Quizá esta vez el contraste entre disco y directo no sea tan grande como en giras anteriores, pero haremos lo que podamos para que la gente sienta lo que nosotros sentimos.

Seis meses de gira, furgoneta, salas, kilómetros... ¿Cuál es la manía o el ritual más absurdo que tenéis como banda en la carretera? Esas cosas que solo tienen sentido cuando llevas horas metido en una furgo.
Si nos pusieran una cámara, la gente encontraría mil manías. Solemos cuidarnos mucho entre nosotros, hacemos terapia, hablamos, jugamos a juegos simples (rozando el “veo, veo”), comemos en sitios guays y nos arruinamos (esta gira la va a patrocinar el bocadillo de mortadela).

Es curioso: el disco habla de distancias, de trayectos entre ciudades, de relaciones que se viven en carreteras y estaciones... y en breve iniciáis gira. ¿Hay algo de irónico en eso o es precisamente la forma perfecta de cerrar el círculo de "Avenida América"?
Intentamos que todo el proyecto tenga sentido y cuidar aquello que está en nuestras manos para que quien nos siga vea coherencia. La gira arranca en Bilbo, como el disco, así que eso ya lo hemos cumplido (jaja). Nos esperan muchos kilómetros y, como dices, es una forma de subrayar el mensaje y seguir alimentando el concepto.

Teniendo en cuenta que este es vuestro trabajo más narrativo y conceptual, ¿vais a plantear el directo de forma diferente? ¿Habrá una puesta en escena especial o algo que ayude a contar esa historia?
Estamos trabajando en ello. Esa es la idea. Habrá nuevos elementos que todavía no están cerrados al 100%, pero todo apunta a que la puesta escena será nueva. En lo musical, iremos con un nuevo reper, muy de directo, con las canciones nuevas como pilares fundamentales y con más ganas que nunca.

Con tres discos ya en la calle y un sonido cada vez más definido, ¿hacia dónde creéis que apunta el futuro de Supercremalleras después de "Avenida América"?
Estamos muy motivados con Avenida América y con lo que nos puede dar, sobre todo en la carretera. Vamos a aprovechar esa ilusión y energía para visitar todos los sitios que podamos en 2026 y tratar de que más gente se una al proyecto.

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