Sumilleres del swing

Amigos de las cañas y las tapas, los chicos de No Reply tampoco descartan echarse un pelotazo al buche de vez en cuando. “Drunkology” (Universal) ejemplifica el espíritu de superación de esta joven orquesta que ha compartido escenario con Franz Ferdinanz, Ojos de Brujo o La Fanfare Ciocarlia. Y es que ya apuntaban maneras cuando les descubrimos en la sección demoscópica de esta casa.

Al verles tan trajeados uno piensa que está delante de unos remozados Madness, o ante unos parientes más cercanos, como los estilizados Alameda Do Soulna. Y es que la elegancia de su vestuario va pareja con la de su música. Melodías trufadas de vientos que transportan a la época dorada del swing, la de las orquestas de Woody Herman o Louis Prima.

“El gusto por el swing es el destino natural de nuestro recorrido por varios estilos buscando el nuestro. Además tuvo mucho que ver lo que algunos de nosotros habíamos escuchado en casa toda la vida, una música que en el fondo todos teníamos ya muy interiorizada por oírla en el cine o la televisión”, acota Alex Serrano, el vocalista y trompetista de la abultada orquesta de ocho músicos. No Reply es el primer verso de un salmo que se recita en ciertas ceremonias satánicas, pero pierdan cuidado que nuestros interlocutores no despiden olor a azufre ni gastan tridentes. “Muchos de nosotros no hemos tocado en ninguna banda anteriormente, somos miembros cien por cien No Reply, pero algunos sí que vienen de bandas como Funkguss, Dr. Roots u Óleo”. "Drunkology" es el resultado de una búsqueda con parada y fonda en estilos como el ska y el reggae, e incluso en el punk. De hecho su primera maqueta tenía mucho más de Big Reel Fish o Less Than Jake que de Royal Crown Revue o Cherry Poppin´ Daddies. “Desde ´Not On The Sunny Side´ han cambiado mucho las cosas. El tempo de la maqueta estaba muy subidito de revoluciones y éramos menos que en la formación de ahora, además de sufrir algunos cambios entre los miembros”. Estudiantes aplicados de música, aunque no precisamente de conservatorio, su perseverancia ha tenido su premio, fichar con una multinacional. “Universal fue la primera oferta que tuvimos, y afortunadamente salió bien”. El disco, que tiene mucho de noctámbulo, ejemplifica la franja idónea para su escucha. “Se grabó enterito de madrugada, con lo que los que trabajábamos por aquella época, después de varios días trabajando, grabando y durmiendo sólo entre una y tres horas, nos despertábamos oyendo el despertador y pensando ´¿Dónde estoy?´”. Con un predominio de material propio también inciden en los standards de toda la vida: "Summertime" de Gerswhin o "Everything Happens To Me", popularizada en boca de Frank Sinatra. “Hacemos un medley de ´Don´t Get Around Much Anymore´ y ´Just You, Just Me´ que también está en el compacto. Además tenemos otras versiones como ´I Want To Be Like You´ de ´El libro de la selva´ o ´Bubamara´ de ´Gato Negro Gato Blanco´, pero lo verdaderamente bueno son nuestros temas originales”. La buena estrella que les acompaña ha atravesado por momentos dignos de una taquicardia. “Lo más surrealista nos ocurrió el día que participamos en el concurso de Jóvenes Talentos de Alcalá de Henares. Teníamos dos conciertos ese día, e íbamos en transporte público a Alcalá. Llegábamos tardísimo, porque veníamos de la prueba de sonido del otro concierto, y nos querían descalificar por ello. De hecho nos estaban llamando por teléfono mientras corríamos por las calles de Alcalá con todos los bártulos para decírnoslo, pero les convencimos para que esperasen y llegamos por la puerta del público, bajando por las escaleras entre las butacas. Y ganamos el concurso”. Como nota divertida hay que mencionar que la edición para plumillas de “Drunkology” incluía un kit en forma de caja de cartón con botellín de J & B incluido. Una simpática y embaucadora estrategia para camelarse al crítico de turno. “Habíamos pensado en una paletilla de ibérico, pero el whisky pega más con ´Drunkology´”.