SU ROLLO ES EL ROCK
EntrevistasRomodance

SU ROLLO ES EL ROCK

Redacción — 25-01-2001
Fotografía — Archivo

EL TRÍO CATALÁN, IMPERFECCIONES INCLUIDAS, CONSIGUE CON "ZORRAS" (ROC.K, 00), SU DEBUT LARGO, QUE LAS MENTES MÁS CALENTURIENTAS APARQUEN DURANTE CINCUENTA MINUTOS EL RECELO Y LA DESCONFIANZA PARA ESCUCHAR CON ATENCIÓN LOS NOTABLES TEMAS QUE CONFORMAN UN DISCO QUE NO CONOCE MÁS PRETENSIONES QUE EL GUSTO POR LA MELODÍA Y LA CANCIÓN.

O lo que es lo mismo: Romodance es algo más que el capricho de unos críticos metidos a músicos. Al menos de momento. Jordi Meya (guitarra y voz) y Richard Royuela (bajo), al teléfono en Barcelona, llevan ya unos cuantos años juzgando el trabajo de los demás. Ahora les toca a ellos leer, tragar saliva y encajar golpes y arrumacos. Richard lo va a llevar mal. "A mí sí me va a molestar leer una mala crítica, si te digo la verdad. No me va a hacer gracia, sobre todo si no está razonada, aunque también es verdad que soy la parte más visceral del grupo", pero Jordi parece gozar de un mayor blindaje: "A mí no te creas que me va a afectar mucho. Creo que es comprensible que haya suspicacias, e incluso yo me veo capaz de escribir una mala crítica contra alguien que no me caiga bien. Aunque si te digo la verdad lo extraño es que no haya más grupos en los que encontremos a periodistas implicados". Al cónclave no ha acudido Raül Fernández (voz y guitarra; exCorn Flakes y Sitcom), la tercera pieza de una maquinaria modesta pero efectiva, que comenzó a funcionar con unos objetivos enjutos y primarios. (Jordi) "En realidad el primer objetivo era aprender a tocar nuestros instrumentos, lo que pasa es que poco a poco le fuimos cogiendo el punto y vimos que se podía hacer algo bastante guay. Así que decidimos grabar el Ep".

"A mí sí me va a molestar leer una mala crítica… aunque también es verdad que soy la parte más visceral del grupo"

Unos objetivos que tampoco han variado en demasía. Con este nuevo movimiento (el segundo tras el mini álbum "Little Symphonies For The Kids", K Industria, 98), las directrices básicas se mantienen ("es lo mismo del primer disco, pero mejor hecho. La diferencia es que hemos aprendido a tocar y que tenemos más experiencia"), salvo en el siempre problemático, y a menudo desatendido, apartado del sonido. (Jordi) "Somos un grupo difícil de producir a nivel artístico. Sabemos bastante bien qué queremos en cada canción y lo que buscábamos era alguien que supiera de sonido. Es evidente que Pablo Iglesias (también productor de Killer Barbies o Kabuto Jr) es un gran ingeniero de sonido, pero volvimos a grabar con él también por una cuestión de buena relación personal". (Richard) "El sonido es básico. Uno de los objetivos principales era que el disco sonara bien, y nos preocupamos de llevar el disco bien atado en cuanto a las canciones para poder trabajar sobre ellas y luego masterizarlas en un buen estudio". Pero claro, hablar de cómo suena un disco sin contar a qué suena es tarea baldía. En el caso de Romodance las intenciones parecen claras: nadie va a inventar el pop de guitarras a estas alturas, así que mejor vampirizarlo a través de melodías y estribillos que no dejen demasiado lugar a la duda. Con la excepción de "End Credits", que epiloga el disco a través de una maraña de guitarras obsesivas. Un apunte emocional que no debe ser tenido en cuenta como futurible opción sonora para un grupo entregado a esa quimera que es una perfecta canción pop. (Jordi) "Hay grupos más experimentales que están muy bien, pero que al cabo de un rato echas en falta chispa, o que te lo pongan más fácil a la hora de escuchar. Aun dejando la puerta abierta a otras cosas que se salgan del formato pop, que no dejan de ser interesantes y que sirven como contrapunto, está claro que Romodance va a ser siempre un grupo de canciones". Y éstas canciones hoyan todavía su propio camino de perfección. En algunos casos -¿sirven como ejemplo "Never Two", "Wasted" o "The Farewell Lie"?... creo que sí...- el final parece más cercano y posible. En otros ("Jeff & Steve"), se convierten en simple medio de homenaje a uno de sus grupos favoritos. (Jordi) "Para nosotros Redd Kross son muy importantes. Les descubrimos al mismo tiempo, fue nuestra primera entrevista cuando nos metimos en esto de la prensa musical y para mí sus mejores canciones son tan buenas como las de los Beatles". Incluso las coincidencias ("Love Is For Suckers" además de una canción suya, es el título de uno de los discos más flojos de los no tan glamourosos Twisted Sister) sirven para arañar una declaración jugosa. (Richard) "Devoción es poco. Creo que te quedas corto... aquel disco era muy malo y para homenajearles hubiéramos hecho otra cosa. Soy un absoluto fanático de todo el hard rock americano de los ochenta hasta la explosión de Guns´N´Roses y el sleazy, que ya no me gustaba tanto". (Jordi) "Yo también. Creo que la gente se ha quedado más con la extravagancia y los peinados, pero pienso que si escuchas las canciones de estos grupos te das cuenta de que son muy buenas. Creo que si Teenage Fanclub tocaran temas de Poison la gente alucinaría". (Richard) "La diferencia, aparte de los peinados, estaba en que unos tocan para dos mil personas y los otros tocaban para treinta mil".

Lo siento, debes estar para publicar un comentario.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.