SINCERANDOSE

HARDCORE SUPERSTAR. Si buscas su nombre en internet tendrás que pasar antes por todas las páginas de superestrellas del porno duro que se te ocurran, para muchos no son más que otros suecos intentando aprovechar el boom escandinavo y en las críticas su nombre suele ir unido al de Backyard Babies por mucho que les pese. «Todos los días lo mismo. Me gustan Backyard Babies y les conozco desde hace cinco ó seis años, pero la manía de comparar a todo el mundo con ellos... no creo que sonemos tan parecidos, la verdad. Tenemos un cantante mejor, mejores melodías... Pero aquí si tienes el pelo teñido de negro y tatuajes la gente piensa que te pareces a ellos. Yo llevo teniendo este aspecto unos diez años, así que me jode». Todavía no son tan grandes como para tener su propia identidad, pero están dispuestos a comerse el mundo con su recién estrenado sello -acaban de fichar por Music For Nations- y esa actitud prepotente tan característica del nuevo rock escandinavo en la que parece que el objetivo de las bandas es convencer al mundo de que todos viven el rock’n’roll way of life al cien por cien. Así que me decidí a preguntarle a Silver Silver, guitarrista de estos prácticamente recién llegados, la causa oculta tras ese fenómeno tan extendido entre sus compatriotas. «Ahora mismo no hay ni una banda en Suecia a cuyos miembros puedas considerar estrellas del rock’n’roll, te lo puedo asegurar. En todo caso los Cardigans, pero no son rock’n’roll. Nosotros no tenemos ni un duro y el resto tampoco, pero hay una cosa muy importante que es la actitud. Es importante al cien por cien, igual que la imagen. Si Marilyn Manson no tuviera esa actitud no vendería ni un disco. Kiss sin maquillaje no van a ningún lado. Así que nosotros tenemos que promover esta imagen y creérnoslo, porque si no nos lo creemos nosotros ¿quién se lo va a creer?».Aunque ellos afirman que sólo hacen rock’n’roll -«It’s Only Rock’n’Roll» es el título de su debut- la prensa se ha inventado una rebuscada etiqueta para encasillarles, «glam slam punk rock», más acertada en su primera mitad, si es que nos referimos al sleaze glam angelino de los ochenta que destila su álbum, que a un punk rock que no tocan más que de refilón. «Crecí con Mötley Crüe y LA Guns, así que me parece bien que la gente nos compare con ellos. No es que queramos sonar como ellos, pero yo no puedo negar que tuvieron una gran influencia sobre mí. He escuchado a Mötley Crüe desde el 81 y fueron el grupo más grande para mí mientras crecía, así que no me voy a quejar por la comparación. Y sí, tenemos un tema, «Punk Rock Song», que podría hacer pensar a la gente que somos punks, pero no. Habla simplemente de estar harto del día a día. Yo no quiero ser un tío normal, no trabajo ni nunca lo haré, y simplemente porque tienes un aspecto un poco distinto la gente te critica constantemente. Estoy harto. Odio a los políticos y odio la política, creo que no tienen nada que ver con la música, así que no somos una banda de punk porque el punk básicamente habla de política». Podríamos discutirlo.