“Estoy vaciado y liberado, pero feliz por eso”, explica Christian sobre sus sensaciones antes de soltar y finalizar esta era en la que lleva inmerso tres años. Hace casi dos fue cuando se lanzó al completo el primero de los volúmenes, que corresponde al “Origen”, todo este tiempo ha sido un “viaje muy intenso”, según comenta el cantante. Desde el principio tuvo claro que iban a ser tres partes. “Quería que fuese un trabajo de profundidad total, de darle a cada volumen su tiempo, su espacio y su narrativa. Sabía que iba a ser intenso, pero ha superado la intensidad”.
La matrícula del coche que conducía su padre (un Peugeot 205) durante su infancia es la que da nombre a la trilogía. Aquel vehículo fue el lugar en el que empezó a interesarse por la música y del que guarda grandes recuerdos al tener asociadas canciones o grupos que le acompañaron en su niñez. “La matrícula sirve de hilo conductor. Es el tótem de toda la trilogía. A través de ella nace, se aleja y vuelve. La matrícula siempre estuvo ahí, eso es lo bonito. ‘El retorno’ es la vuelta a mi yo más verdadero, a conectar a otro nivel con cosas que había dejado atrás o alejarme y volver a sentir eso con crecimiento, con lecciones aprendidas, con una visión más elevada”.
“Ahora mismo voy a descansar y olvidarme un poco de la música por un tiempo"
La portada de los discos cobra una gran importancia al ser el mismo escenario (y localización) en todos. Para el vigués fue muy importante darle valor a ese lugar y un sentido a lo largo de la trilogía, contando una historia a través de las fotografías. “Es un recoveco del Monte do Seixo, el monte de mi pueblo al que siempre fui de pequeño y al que siempre voy a inspirarme, a respirar, a estar y sentir. Ahí arranca la búsqueda, es una llamada, ¿sabes? De repente tú consideras que estás a punto ya de salir. En el segundo volumen, yo estoy fuera y sigue estando el mismo escenario, para mantener un poco el imaginario. Y aquí estoy [señala la portada del tercer disco] con el coche de vuelta, con la guitarra y yo otorgado un poco a todo lo que aprendí básicamente y lo que es mío”, relata.
En “El retorno”, la guitarra ha sido el elemento principal, es el sonido protagonista en casi todas las canciones. Comparado con sus trabajos anteriores, está mucho más implicada, esto se debe a que el cantante se ha “reconciliado” con el instrumento. “Es el método que usaba Christian cuando empezaba a hacer música, cuando me enamoré de este arte y era con la guitarra. A través de la guitarra pasa todo: compuse, escribí, toqué horas y horas llevándomela a cuestas a todos lados, que hacía tiempo que no lo hacía. Tiene su sentido ese retorno porque lo he vivido personalmente. Es cierto que quizás antes me apetecía menos, pero estaba muy feliz quedándome muchas horas con la guitarra a solas”. Es por ello que gran parte del disco está autoproducido por él mismo, junto a DallasK, quien también participó en el volumen anterior. Nunca ha producido para ningún artista, pero puede ser que tenga en mente hacerlo. “Ahora mismo voy a descansar y olvidarme un poco de la música por un tiempo y ya irá fluyendo”, confiesa.
Han pasado seis meses desde que lanzó el segundo volumen, un tiempo inferior al que pasó entre el primero y el segundo. Esta decisión surgió de manera natural. “Al final, cuando yo estaba publicando el dos, ya estaba sintiendo al tres. Era complejo, como artista, poder caminar por todos lados, pero tenía sentido emocional. Para mí ya había un chispazo ahí, con lo que supongo que ya me estaba pidiendo eso. Fuimos fieles a la emoción, que era real”.
"Padiante" no solamente es uno de los singles de “El retorno”, sino que se trata de su primera canción en gallego. “Estoy muy feliz. La respuesta de la gente está siendo increíble. Sinceramente, yo siento que es una canción que no es mía, es de Galicia, de la gente que conecte con ella. Muy feliz, la verdad, de poder hacer esta canción. Estoy orgulloso”. Esa palabra significa "ir hacia delante", la cual fue mencionada en “Sin excusa” (tema del primer volumen) en un audio de su bisabuela Concha. “Yo tenía muchas conversaciones con ella y grababa algunas. Recuperé ese fragmento en ‘Sin excusa’, que es un consejo de abuela. Se me quedó marcado y es en homenaje a ella”. Los audios estuvieron muy presentes en el segundo volumen, “El emigrante” (con cuatro notas de voz de sus abuelas). En “El retorno”, los mensajes que introducen el disco en “De volta” son antiguos y que el artista ha rebuscado en su archivo personal. “Encajan con la narrativa. Son mensajes de ellas sabiendo que estoy por casa. Tenía todo el sentido eso de que ya saben que estoy por ahí, que nos veamos y nos juntemos todos”.
"Si miro atrás pienso en todo: en las cosas buenas, el aprendizaje, el riesgo que se tomó, el corazón que se puso a las cosas"
Cambiando de tema, cabe subrayar que Latinoamérica y, en especial, México son muy importantes en la carrera del gallego. Gran parte de sus oyentes son de allí. Por ello, el público mexicano tuvo la oportunidad de escuchar el segundo disco en el Auditorio de México pocos días después del lanzamiento de su álbum. "Dar un show en México es increíble por la entrega de la gente y la energía que se crea. Poder sentir las canciones del volumen dos estando fuera, en México, con esa fuerza especial que tienen ellos en los conciertos, es una bendición, la verdad”. Ed Maverick, mexicano también, fue el elegido para hacer una versión de “Ya no te hago falta”, con motivo de su sexto aniversario. Es uno de sus temas más conocidos que ha vuelto a ser viral este año. "Con todo lo que estaba pasando y el impacto que tuvo quería darle un aire fresco, una escucha nueva y una emoción más por todo lo que estaba y sigue pasando con esa canción. Llamé a mi coleguita Ed, al cual admiro y me encanta mucho su voz. Creo que va al pelo. Quedó una pieza de la que estoy muy orgulloso”, confiesa.
Aunque también formó parte de dos grupos, el artista lleva ya diez años como Sen Senra. Durante estos años ha sacado seis discos y un EP. En los dos primeros (“Permanent Vacation” de 2015 y “The Art Of Self-Pressure” de 2017) cantaba en inglés, y no cierra puertas para volver a hacerlo en un futuro. "A mí los idiomas me gustan. Me parecen interesante la forma en la que suenan. Pues, quizás sí, quién sabe si el día de mañana me da por hacer un tema en inglés. No me caso con nada más que la emoción, la verdad y lo bueno”. En cuanto a cómo ve su evolución desde el primero de aquellos discos a ahora, se queda reflexionando. “Nunca lo había pensado ni había enumerado los discos que había sacado. Estoy feliz y agradecido de dónde estoy, de cómo lo estamos haciendo. Y no hay prisa. Buscamos la emoción y la verdad. Creciendo personalmente acompañado de mi música. Así seguirá siendo, la verdad. Si miro atrás pienso en todo: en las cosas buenas, el aprendizaje, el riesgo que se tomó, el corazón que se puso a las cosas. Eso me hace feliz y puedo morir tranquilo”, concluye.
Para presentar su trilogía de discos, hará una gira a finales de año titulada “PO2054AZ: La última misa”, que pasará por Sevilla, A Coruña, Valencia y Madrid. Pero previamente, el 1 de agosto actuará en el SonRías Baixas Festival (Bueu, Pontevedra). “Va a ser una cosa romántica para disfrutar un poco del verano con el público y luego los shows serán el homenaje final a esas últimas misas del ‘PO’. Ahí nos veremos con el público, serán como las oportunidades para encontrarnos, poder vernos y disfrutar un poco de todo el recorrido. En cuanto a composición y música nueva, de momento están by stop por un tiempo”. ¿Por qué “La última misa”? “Porque es una experiencia así medio espiritual de conexión, de atención de toda una comunidad. Gente sintiendo a la misma vez”.
En sus conciertos sonaba “cielo azul”, explicando que se trataba de una canción que nunca iba a publicarse, pero, finalmente y a causa de la insistencia por parte de sus seguidores, la canción terminó formando parte de “El emigrante”. En total hay cincuenta y una piezas –quitando los mensajes de voz e interludios, menos– en la trilogía completa de la matrícula del coche de su infancia, pero el vigués nos sorprende confesando que hay el doble de temas, pero que se han quedado fuera. “Al final yo tengo que estar experimentando, explorando, haciendo canciones y canciones hasta que siento que realmente tengo algo de valor. Algo que yo considero que tiene sentido publicar. Tengo que estar en el proceso de hacer mucho, porque si no no tendría sentido”. Para decidir cuáles se quedan y cuáles no, se guía por la emoción. “Según me conecte más por una razón u otra. No tiene que ver con que pase un filtro de que vaya a funcionar más o menos”.
Por último, le pregunto sobre qué significa para él haber completado esta trilogía. Quiero saber si supone una despedida temporal o un reinicio. “Para mí es un viaje de ida y vuelta. Significa volver a conectar conmigo mismo a mayor nivel. A quererme mucho, a cuidarme mucho, a cuidar lo mío muchísimo, a volver a sentir cosas que igual estaba dejando un poco más de lado por esta vida frenética y rápida. A vivir desde la calma, la tranquilidad y el orgullo. A cerrar un libro, básicamente. Y esperar a ver cuándo se abre otro. De momento no tengo prisa. Estoy tranquilo. Calmado. Ahora necesito mi tiempo y vivir”, concluye.

Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.