Quemados Por El Sol
EntrevistasJr

Quemados Por El Sol

Half Nelson — 27-05-1999
Fotografía — Archivo

Jr. Debe ser un fenómeno generalizado, porque han tenido a los medios comiendo en su mano durante buena parte de los noventa, pero a mí, después de entrevistar a un grupo asturiano, siempre se me quedan grabados en la memoria su acento y algunas de sus expresiones. Por eso, días después de la entrevista, cuando un amigo me preguntó qué tal me parecía el segundo Lp de Jr no pude evitar contestarle: «Me presta». Sentados frente al televisor en el vestíbulo de su hotel en Barcelona, donde han venido a presentar «127» (Acuarela) aprovechando la fiesta de inicio de la campaña Precio Pop, no nos podemos imaginar cómo la voz de Concha Velasco se impone al abúlico tono con el que en muchos casos Borja Fernández, Rafa Martínez y Frank Rudow (también en Manta Ray) contestan a mis preguntas. Su carrera es un repaso por la independencia española, Elefant y Subterfuge acogieron a Eliminator Jr («nunca hemos tenido un contrato a largo plazo, así que nunca nos han echado. Hemos grabado cuando nos ha apetecido en la discográfica que estaba más a mano») y después de un parón Astro se hizo cargo de Jr. («se marchó Nachín y nos quedamos Rafa y Borja, pero enseguida empezamos a ensayar»). Parece que, por fin, han encontrado su lugar junto a Sr. Chinarro y al autismo de Paperhouse, que también se pasaron del inglés al castellano aunque en este caso «no hay ninguna razón relevante que lo justifique». Así son Jr, no es que nosotros les exijamos explicaciones («127» es un disco bastante adictivo de por si), pero quizás el consumidor sí que necesite un par de respuestas ocurrentes para decidirse entre la maraña de ofertas con que se encuentra al entrar en la tienda. En fin, sigamos. Me sorprende la inclusión de los textos porque parecen fruto de un proceso de escritura automática. «Lo es porque nos ponemos a escribir y no le damos muchas vueltas, pero no en el sentido tradicional. Se trata de asociaciones, pero no sólo de ideas, sino también de imágenes y sonidos». Quizás el ejemplo más extremo sea «Está Salado» («Yo no puedo/ yo no quiero comer plata/ comer latas/ comer caca/ comer nanas/ comer sin sal/ comerte a ti sin pan»). En cuanto a la música, insisten en un folk (acústico o eléctrico) desmadejado, arrastrado, perezoso, como si Tom Waits sufriera insolación. «Nunca nos habían citado a Tom Waits, nos gusta su música y su personalidad, si hay influencia suya, no es algo premeditado» responden sorprendidos, «aunque sí que hacía mucho sol mientras lo grabamos» en los estudios de Paco Loco en El Puerto de Santa María «en una especie de largas vacaciones de Navidad». Me extraña que no aprovecharan la voz de Muni Camón (Maddening Flames y esposa de Paco), pero seguro que Paco sí que metió baza. «Sí, a él se le ocurrió lo de grabar en el exterior, por eso en algunos temas se oyen pájaros, sirenas o perros» que dan al disco un aire de ciudad pequeña, tranquila, en la que nunca pasa nada, pero en la que de pronto puede pasar cualquier cosa, como indica la tensión soterrada que se presiente o los parones de cinta que aplazan dramáticamente el final de «Un Mil».

Lo siento, debes estar para publicar un comentario.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.