PRESTIGIO INTOCABLE
EntrevistasDe Puta Madre

PRESTIGIO INTOCABLE

David Broc — 29-06-2000
Fotografía — Archivo

MUCHO TIEMPO, CASI CINCO AÑOS, HA PASADO DESDE QUE DE PUTA MADRE ENTREGARON SU DEBUT. POR ENTONCES, LAS SENSACIONES TRANSMITIDAS POR EL MISMO FUERON GRANDES; PERO, AHORA, CON UN SEGUNDO DISCO BAJO EL BRAZO, LA IMPRESIÓN ES TODAVÍA MEJOR. DE PUTA MADRE: Y SUBIENDO.

Estamos tan acostumbrados al hecho de que en la Europa hiphopística de nuestros días escasee el genio y la personalidad que cuando nos damos de bruces con un nombre, con una referencia que antepone, precisamente, dichas cualidades a cualquier otra manifestación artística, la sorpresa se resiste a abandonarnos. Y así es como se explica, se detalla y se contempla el nuevo disco del grupo belga De Puta Madre: con sorpresa y turbación. “Technik Stonic” (Boa, 00) es uno de los mayores trabajos que nos brinda el viejo continente en mucho tiempo. Por arriesgado, por distinto, por propio, por intransferible, por denso, por grande. Porque va a contracorriente (no de Europa, sino del mundo) y la credibilidad de su contenido no se resiente; más bien sale reforzada. “Somos lentos trabajando, la verdad. Y tampoco teníamos prisa por publicar nuevo material. Hemos invertido mucho tiempo en el disco porque estábamos buscando un sonido que nos gustara al cien por cien, y, bueno, también porque el ritmo de trabajo en De Puta Madre es más lento de lo normal”. Pee Gonzalez y su castellano rezuman cordialidad en cada una de sus frases. El grupo se encuentra en España de promoción, y es el bueno de Gonzalez quien responde (su origen español y la ausencia de Grazzhoppa se erigen en los factores decisivos) a nuestras preguntas. O más que preguntas, alabanzas. Porque uno no se cansa de repetirlo: “Technik Stonic” es una obra maestra del hip hop contemporáneo. Un camino difícil y angosto donde la luz brilla por su ausencia. Un monumento a la radicalidad. “Sí, es mucho más oscuro porque así es como lo queríamos hacer desde el principio. Cuando salió el primer disco mucha gente lo emparentó con el rock (quizás por esos samples de guitarras a la Cypress Hill...), y de hecho, el álbum gustó a mucha gente que no estaba metida de lleno en el hip hop. No es que no nos guste el disco, lo que pasa es que no nos gusta esa posible relación con el rock. Con “Technik Stonic” queríamos demostrar que somos una banda de hip hop, que nuestra vida y nuestra música empieza y acaba en el hip hop. Por eso es oscuro, por eso es denso, porque así es como debe ser el hip hop”. Que se lo digan a The Alchemist o Joey Chavez. De Puta Madre le ponen mayúsculas al género en un álbum que excluye las concesiones y sacrifica cualquier oportunidad para el oyente no iniciado en materia. La producción, autista, amargada, despótica, se une a unos recitados sulfúricos que crean un estado de shock mientras se escucha el disco. “La oscuridad del disco es premeditada, sí, pero lo es porque este es el sonido que desde un principio hemos querido buscar, el sonido que nos gusta. Aunque sobre la producción es mejor que le preguntes a ellos, te puedo decir que estas son las bases sobre las que a mí me gusta rapear”.

De Puta Madre han conseguido situar a Bélgica en el mapa del hip hop hecho en Europa. Y gracias a ellos nos hemos dado cuenta de que allí también hay una escena underground a tener en cuenta. “Bueno, en Bélgica todo es mucho más pequeño que en España o, por supuesto, en Francia. Aquí sólo hay una radio que pinche hip hop, pero a nosotros ni tan siquiera nos ponen. En España tenéis muchos más medios y la situación es bastante mejor que en Bélgica”. De todas maneras, el secretismo, la repercusión y la viabilidad comercial siguen siendo, a excepción de lo que acontece en Francia, el caldo de cultivo de un género que en Europa no puede distinguir entre underground y mainstream porque, sencillamente, esto último no existe. “Es que la diferencia con Estados Unidos es muy grande. Sí, todos sabemos que Rawkus es un sello independiente, pero si miramos las ventas de alguno de sus grupos, como Company Flow, y lo comparamos con las de aquí, la diferencia es enorme. Sí, Premier trabaja con grupos independientes, pero estoy seguro que cobra una millonada por producirle canciones a los grandes nombres. O sea, que hay una escena underground que si la comparas con la de Europa te hace pensar en las monstruosas diferencias que hay entre ellos y nosotros”. Cierto. Y no hace falta irse a Bélgica para apreciar esa distinción. En España, pese al buen estado de salud del género, las cifras que se barajan siguen siendo de baja intensidad. “En España se ha mejorado muchísimo. Ahora ya hay muchos grupos de calidad. Me gustan CPV, 7 Notas 7 Colores o Violadores Del Verso, y quiero escuchar el disco de Sólo Los Solo porque todo el mundo me dice que es muy bueno”.

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