Prendiendo fuego a su pasado
EntrevistasBlack Strobe

Prendiendo fuego a su pasado

Lara Sánchez — 18-10-2007
Fotografía — Archivo

. Paradojas de la vida musical. El primer álbum de Black Strobe, en el año en que el mítico dúo del electroclash cumple su décimo aniversario, ya no es el de un dúo, ni tampoco la cosecha de una carrera en las pistas de baile. Cuatro jinetes, liderados por Mr. Rebotini, presentan estos días “Burn Your Own Church” (Playlouder/Everlasting), un disco de claros tintes rockero-apocalípticos. Este mes estarán el 19 Barcelona (Razzamatazz 2), y el 20 en Madrid (Joy Eslava)

La metamorfosis sufrida por esta formación, conocida por sus innumerables remixes e himnos propios de la escena electrónica como “Me And Madonna”, dejará a más de uno con la boca abierta. “Me gusta la idea de sorprender a la gente con este disco”, confiesa el verdadero capitán de la banda francesa, Arnaud Rebotini. Un cantante, explorador de la vertiente compositora, de peso, con gran mostacho y presencia a lo John Wayne, que logra imponer sus deseos ante su compañero y gran nombre de las pistas de baile, Ivan Smagghe.

"Me gusta la idea de sorprender a la gente con este disco"

Si bien, este último abandona la banda dejando todas las letras del disco escritas, es evidente que la adquisición de nuevos miembros pertenecientes a la escena metalera francesa como Bastien Burgler o Benjamin Beaulieu, ya es un fuerte indicador de por dónde van los tiros en el nuevo oeste. La experiencia vocal de Rebotini es un sí o sí en este álbum, un trabajo a veces inspirado en las bandas de black metal noruegas, otras con un típico tono Nietzscheniano propio de lo gótico. Aún así, encontramos un respetado guiño a la electrónica de la mano de nuevos asesores como Alan Moulder (Nine Inch Nails, Marilyn Manson) y el genio inglés Paul Epworth (famoso por sus remixes de Bloc Party, Annie o The Rakes, entre otros), “es el mejor productor que hemos podido tener. Hemos trabajado intensamente con él en la grabación y estamos muy contentos”, confirma el vaquero Rebotini. El álbum, “que quiere decir que todos destruyamos o nos cuestionemos nuestras propios principios y creencias”, comienza con “Brenn Di Ega Kjerke”, una secuencia de percusión y guitarras eléctricas muy motivadoras que deja paso a temas como “I’m A Man”, versión del rock más purificador tomada de Bo Diddley, y otros donde el sintetizador suena tímidamente por debajo del guitarreo. Sin dejar lo electrónico de lado, ya encontramos, fuera de disco, el primer remix de prestigio a cargo de Audion (Matthew Dear). Sea como fuere, la verdadera tarjeta de presentación de estos nuevos Black Strobe viene impresa en un escenario. “El disco está completamente pensado para ser un directo, potente y feroz”. Un adelanto de esa apisonadora escénica, con éxito en todas las filas del público, tuvo lugar hace escasos meses en el FIMA (León) y ahora viaja a Barcelona y Madrid, donde seguro que estos expertos del incendio detallarán sus propósitos sonoros ante la mirada atónita de sus antiguos seguidores.

Lo siento, debes estar para publicar un comentario.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.