¿Su primera enseñanza? Combinar bellas melodías con letras sobre asesinatos, suicidios y demás barbaridades. “Me gusta hacer canciones pop enérgicas con espíritu sing-along sobre temas que normalmente no trata el pop feliz, como el suicidio y el asesinato. Como la gente ya no presta mucha atención a las letras, es un juego divertido ver quien de verdad las capta y se horroriza o se emociona con ellas. O las dos cosas a o la vez. Y desde mi filosofía vital, si es que hay una, sería una que contuviera el absurdo y el humor que hay en la vida”.
| "Muchas cosas de mi vida y de mis canciones tienen paralelismos con Morrissey" |
Otra de las cosas que hacen grande su primer larga duración es la inteligente mezcla de estilos que atesora. “Magic Realism” juguetea con el power pop, el folk tradicional y el country más redneck y nunca cae el pastiche sin gracia. Beghtol nos explica el secreto: “Supongo que se consigue gracias a tener una habilidad mimética y a escuchar con mucha atención diferentes estilos musicales. Me encanta el pastiche y soy muy bueno haciéndolo. Antes de hacer ‘Tragic Realism’ había escrito canciones que no encajaban en Flare (su anterior banda) y que ahora he podido grabar. Me gusta la noción de ‘estilo’ y me interesa examinar y subvertir sus elementos”. De ese mimetismo bastardo con personalidad surge una canción, “When We Dance (At Joe Orton´s Wedding)”, que bebe directamente de Morrissey y su pop pasado de rosca. “Claro que sí. Muchas cosas de mi vida y de mis canciones tienen paralelismos con Morrissey. Soy una especie de barítono gay autoabsorbido y neurótico de una edad ya madura, que escribe melódicas e inteligentes canciones que usan la emoción y el humor, que contienen múltiples citas a la cultura pop de oscuros libros y películas, y que están muy influenciadas por la música pop de los sesenta. Así que la comparación es inevitable”.
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