Pioneros en su condición de recuperadores de un movimiento que ha sido arrastrado por los suelos tras su rápida decadencia allá a comienzos de los noventa. Pero no ha sido hasta su tercer disco que Asobi Seksu han completado un trabajo que, ahora ya sí, mira de frente a los clásicos del género.
| "Desde luego el revival no nos interesa lo más mínimo porque somos conscientes de que por mucho que lo intentemos jamás llegaremos a acercarnos a My Bloody Valentine" |
“Creo que las canciones son mucho mejores. Al mismo tiempo, teníamos la intención de que éste fuera un disco mucho más espacioso y con mucha más luz, con un sonido cristalino alejado de la densidad de los precedentes”. Yuki Chikudate, belleza de origen japonés que se ha convertido desde el comienzo de la banda en voz y también en su sensual rostro, les lleva la contraria a aquellos que les acusan de meros revivalistas. “Es obvio que hay una influencia grande en la forma en que aquellas bandas utilizaban los pedales de las guitarras y la voz como una textura, pero creo que con este disco empezamos a desmarcarnos de ese sonido. Desde luego el revival no nos interesa lo más mínimo porque somos conscientes de que por mucho que lo intentemos jamás llegaremos a acercarnos a My Bloody Valentine, a toda la belleza contenida en su manera de tratar el ruido. Verles en directo en Nueva York fue una revelación. Sin embargo, sí que me siento más cercana a bandas y músicos contemporáneas como Ulrich Shnauss, The Walkmen, Grizzly Bear, Evangelicals o Marissa Nadler”. Nombres todos ellos que, como Asobi Seksu y cada uno a su manera, reinterpretan en clave pop el legado gótico, descendientes directos los grandes discos que nos legó 4AD en los estertores finales de la década de los ochenta.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.