Al frente de la formación está José Lapuente. “Lo mejor, además de la relación con ellos, fue la reacción del público, telonear a una banda que despierta tantas pasiones puede ser ingrato, produce ilusión y recelo, pero hubo receptividad, a ese público le interesa nuestra música y eso te pone en otra dimensión. Ésa ha sido la primera puerta abierta para ubicar el grupo”. A Lapuente le recordarán por su pasado en aquella otra banda de rock y carretera, Proscritos, que dejaron entre 1985 y 1995 tres discos y más de quince mil copias vendidas. “Volver a los escenarios es gratificante, durante los últimos años quise saber poco de esa época, la nostalgia no es buen combustible, pero el público me ha recordado lo buena que fue”.
| “En el disco queríamos un ambiente rico y nos fijamos en trabajos de R.E.M, y de Dylan” |
Ahora que Europa es recorrida por bandas de una nueva ola verde de country-rock, no es descabellado imaginar un hueco para Dos Lunas en las filas de su industria. “Con “BSO” hemos intentado hacer algo bonito y atemporal, rock de herencia norteamericana. Nos encontramos con una coyuntura favorable que intentaremos aprovechar, las modas son buenas, te descubren cosas, pero pasan y nosotros seguiremos haciendo estas canciones”. Canciones que, en estudio, cuentan con violines y arreglos exquisitos. “Los arreglos los suplimos con más intensidad en los directos, las canciones funcionan, pero en el disco queríamos un ambiente rico y nos fijamos en trabajos de R.E.M, y de Dylan. El rock que trasgrede no es el más radical, sino el capaz de sobrevolar el tópico -algo que creo que hemos conseguido y que me asusta muchísimo- y de ofrecer ventanas al oyente para descubrir cosas nuevas. Lo que hemos tratado dentro de nuestras modestas posibilidades es capturar la belleza que nos rodea”. Producción que ha corrido a cargo del ex-Héroes del Silencio y ex-Bogusflow, Alan Boguslasky. “Alan ha influido para capturar el ambiente pero las canciones han salido de manera natural, reflejan lo que recibo. Tratan de la dificultad de encontrar el amor y mantenerlo. Parten de una ruptura y cuentan historias que enlazan con el cine, que evocan muchas imágenes; por eso estoy orgulloso, ofrecen algo más que música”. Aunque el parto parezca difícil, la luz se filtra a través de las melodías. “Cuando compongo intento conjurar mis fantasmas, la grabación fue una catarsis brutal, pero sana; a partir de ahí la gente da su propia lectura, ésa es la magia de la música”. La promoción del disco les llevará por el territorio estatal durante los próximos meses. “Vamos a romper nuestros miedos, a irnos a tocar solos, vivimos un buen momento y quiero disfrutar de estar con mi grupo, hay un objetivo común y algo fundamental, nos reímos juntos y creo que eso nos mantendrá vivos muchos años”.
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