“La tarde”, el tercer álbum de Neorama, es un trabajo al que la banda sevillana se ha enfrentado con pausa y sin prisa. “Teníamos claro que queríamos dejarnos llevar, que fuera un proceso pausado y natural. Hemos querido tocar algunos temas de forma diferente a otros discos, que fuera por lo general más guitarrero, más crudo, más directo en el sonido”. Las once canciones de “La tarde” forman un conjunto sólido y heterogéneo a la vez. Encontramos guiños post-rock (“Quiero”), canción protesta moderna (“Cabezas de títere”), indie bailongo (“Viaje exterior”) o nostalgia noventera (“1992”). “Hace mucho que queríamos hacer un tema sobre ese año, sobre la emoción que nos rebosaba a todos en esa época, la admiración a los nuevos héroes y referentes, los avances técnicos, la apertura al mundo... y pensamos que hacerlo a través de un homenaje a las viejas amistades podría hacer justicia a esas épocas pasadas”.
Neorama se sienten orgullosos de las amistades que les rodean actualmente, con el equipo de Spyro Records a la cabeza, pero no se arrepienten de aquellas que no funcionaron en el pasado. “Spyro es una plataforma /comunidad en la que cada grupo toma sus decisiones y asume su propia parte pero donde las bandas nos unimos para encontrar sinergias, optimizar inversiones, hacer fuerza entre todos. Es un orgullo estar en un sello con grupos amigos de siempre como Robot, Cerebral o Gaggia. Con Warner es evidente que la cosa no funcionó, pero no nos arrepentimos”.
Mientras Warner decidía en qué momento sacar “El verano de la medusa” (2008), ellos se embarcaron en “Spoken Word”, un espectáculo en el que música y literatura se daban la mano, y del que no se olvidan. “Estamos inmersos en un ciclo llamado La Escena Encendida, por lo que habrá bastantes nuevas representaciones de aquí a final de verano. A partir de entonces nos plantearemos cambiar el actual espectáculo ‘Por Partes’, de temática fantástica, por algo diferente. Pero es algo que tenemos que ver con Sergio Crespo”. En todo caso, seguirán esperando su momento, pero sin obsesionarse. “Estamos felices haciendo canciones que nos encantan, llevamos así muchos años. Mi sueño era tocar alguna vez en Fun Club en Sevilla, y eso lo cumplí en el año 98, así que todo lo que ha venido desde entonces es un regalo”.
Saliendo afan de las deudas que nos djearon la fiesta y el armado de la casa, no hay posibilidades para una escapada, pero por el contrario, nos encanta llegar pronto a casa desde el trabajo, y si se puede c9l me pasa a buscar y si no, el que primero llega prepara para el otro algun licuado o el mate, etc