Le hemos visto en papeles secundarios y protagonistas de películas tan diversas como “Boogie Nights” (97), “Magnolia” (99), “Chicago” (02), “Gangs Of New York” (02), “Los hermanos Sisters” (18), pero su carrera musical no había salido demasiado a la luz, aunque le viésemos cantar en diversos filmes y cuente con un par de EP’s publicados nada menos que en Third Man Records, la discográfica de Jack White. Ahora publica su primer álbum bajo el nombre de Mister Romantic, “What’s Not To Love?”, que presenta unas canciones que lleva tres años interpretando con éxito en teatros de Estados Unidos. La idea tras el proyecto es dar amor y arrancar una sonrisa. “He seguido mi instinto y creía que este era el momento para hacerlo. Ves las noticias y te das cuenta de lo más que está todo, así que yo invito a que la gente se ame y a que bailen unos con otros. Me gustan mucho estas canciones y mi propósito era re-imaginarlas. De hecho, el gusanillo me entró cuando intervine en ‘Chicago’. Me atrajo la forma en que se presentaba, además fue muy divertido participar en ella. Y así llegamos hasta Mister Romantic, con un show muy mágico con el que llevo años rodando y llenando teatros. Puede parecer una locura, pero solamente queremos sonar amables, vernos guapos y no entrar en cuestiones muy profundas. Lo único importante aquí es preguntarnos si somos capaces de amar. Y yo creo que sí. Basta con estar receptivos”. Disfrutar del día a día, de cada momento que nos da la vida, esa es una de las enseñanzas que ofrece el espectáculo. “Y arrancar una sonrisa a la gente, que es el gran objetivo de Mister Romantic, Disfrutar el presente sin mirar demasiado hacia atrás o a lo que vendrá. Y, a poder ser, hacerlo juntos con un show como el nuestro”.
"Para mí, es un regalo gozar de este material y aceptar mi voz tal y como es, y poder compartir esta experiencia con los músicos"
El concepto de “What’s Not To Love?” es simple y ambicioso al mismo tiempo: escoger canciones clásicas y adaptarlas a un formato para todos los públicos, aunque con algunas sorpresas inesperadas. “Ha sido un proceso personal en el que he estado involucrado alrededor de unos quince años, recopilando material. Va desde Tom Waits a Irving Berlin. Existe la idea errónea de que el Great American Songbook se acabó en 1950 y no es así. Es algo incorrecto, porque en realidad no deja de transformarse”. El actor se enfrentó al apasionante reto de cantar, si bien tenía claros tanto el enfoque como las intenciones. “Lo más importante es la emoción. De hecho, hubo momentos en los que quería llorar, aunque en realidad eso no sea una buena cosa para cantar. Aunque no pretendo compararme a nadie. No pretendo ser un Sinatra o un Waits. Para mí, es un regalo gozar de este material y aceptar mi voz tal y como es, y poder compartir esta experiencia con los músicos, a quienes respeto mucho, como David Garza, quien nos dirigía, aunque sin darnos unas directrices muy estrictas”. Trabajando con una serie de músicos contrastados y muy profesionales, Reilly buscaba un sonido natural y de formas muy definidas. “En la actualidad hay mucho overdub y mucho trabajo posterior de producción, mientras que para nosotros se trataba solamente de una banda tocando y yo rodeado por tres o cuatro micrófonos. Como hacía Louis Armstrong. Mis grabaciones favoritas son esas en las que también notas los errores. La música no debe ser una cosa perfecta. Por ejemplo, en los discos de The Beatles, que me encantan, hay fallos, mientras que ahora con tanta tecnología nada suena tan real. La imperfección también tiene un valor y su resultado también es interesante. Así que esa era nuestra ventaja en este disco, que solamente queríamos disfrutar del viaje y de sus circunstancias. Piensa que, no siendo el estudio mi hábitat natural, me sentí seguro. Era una pieza más de la banda”. Con esas palabras, Reilly no quiere convertirse en el protagonista de esta historia. No quiere tirar de ego. Aquí todos son igual de importantes. “No existe solamente una forma de hacer las cosas. Hay muchas. Yo soy un poco alérgico a las normas ya impuestas y, claro, huyo de la idea de celebrity. Abogo por el respeto a los demás. Lo que tenía claro de esta obra era el concepto. A partir de ahí podía suceder cualquier cosa. Ha sido algo muy teatral, muy de comedia”.
En el pasado le vimos en un clip de Fiona Apple, en el documental “My Darling Vivian” –sobre la primera mujer de Johnny Cash— y hace poco circuló un vídeo en el que se subía al escenario a cantar con Sierra Ferrell. “Me gusta mucho el bluegrass. De hecho, en el disco hay una canción, ‘You Don’t Know Me’, que viene de ahí, En su día la hizo Ray Charles adaptándola a su estilo. Y sí, estuve con Sierra Ferrell. Tiene mucho talento e incluso me hace pensar en la Dolly Parton de los inicios”. Y ya que hablamos de otros músicos, puesto que adapta dos piezas del cancionero de Tom Waits, le pregunto por si cree que algún día escucharemos un nuevo disco del californiano. “Me ha llegado que sí, que ya está escribiendo y preparando material para un álbum”.
Para despedir la entrevista, estando él en su casa de Los Ángeles, era inevitable preguntarle por su papel en la serie “Winning Time”. “Me encanta el baloncesto, pero no estoy muy al día de la NBA. Desde hace años estoy más metido en el baloncesto universitario, sobre todo el de instituto, que es fantástico. En. Cuanto a ‘Winning Time’, la disfruté, porque la figura del Doctor Buss es increíble. Construyó él solo el estadio y creo una dinastía. Eso sí, hacer ese papel fue muy estresante para mí. Requería de una gran predisposición”.

Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.