“Cuando el ser humano no ha sanado se torna lúgubre”
EntrevistasMarta Knight

“Cuando el ser humano no ha sanado se torna lúgubre”

Redacción — 07-08-2025
Fotografía — Laura Lobos

¿Cómo se derrota al bloqueo creativo? ¿Es posible convertir el augurio de un futuro mejor en el concepto de un proyecto musical? A estas y otras incógnitas responde Marta Knight en “Unbothered” (La Castanya, 25), EP cuya naturaleza, terapéutica, la ha despojado de la presión que ejerce querer producir lo increíble, lo rompedor.

El camino del artista no es un camino de rosas. ¿Cuántas veces habremos oído esta afirmación a lo largo de nuestra vida? Algunos, muchas. Otros, pocas. Lo cierto es que, sea como sea, recordarla nunca está de más. Hoy en día los mismos creadores se encargan de hacerlo invadiendo la red, hogar del scroll infinito, con breves clips que exhiben aquello que, hasta hace poco, solían reservarse a no ser que una minoría privilegiada consiguiera promocionarlo en medios convencionales. Me refiero al proceso previo a la obra final, ese stand by entre la nada y el todo; entre la acción y la inacción que informa del contexto alrededor de un resultado. Porque voltear el lienzo con la tentativa de cotillear su revés supone comprobar la colosal distancia que separa los vocablos “crear” y “consumir”. Un abismo vertiginoso infestado de peligros inminentes, de entre los cuales, a Marta Knight le tocó enfrentarse al más letal de todos: el estancamiento creativo. Justo después de publicar “Strange Times Forever”, Knight se vio envuelta por un vacío que le imposibilitó seguir adelante, desvelando la irregularidad de las carreras artísticas. Charlando con ella me cuenta los esfuerzos que ha tenido que hacer para ver nacer “Unbothered” en la etapa que menos despreocupada se ha sentido. “¿En qué cabeza cabe que un primer LP pueda terminar encerrándote en la prisión de creerte perdida? De golpe y porrazo, escribir empezó a costarme. No había nada en mí que valiera la pena contar. Tampoco es que mi vida fuera viento en popa… estaba saliendo de una relación tormentosa que me nubló la mente hasta el punto de olvidar por completo quién era yo antes. Asimilé entonces que había quedado atrapada en un bloqueo creativo. Al actuar en consecuencia, opté por un encierro voluntario en mi habitación para escuchar lo que cuerpo y alma no se atrevían a decir. Fui amable conmigo misma: si quería sortear la mala racha debía concederme el capricho de crear sin juicios ni comparaciones. Por eso, plantearme la pregunta ‘¿cómo ser mi mejor amiga?’ fue clave. Llegué a la conclusión de que los días en los que soy incapaz de amarme, o estar a tope, son pasajeros. Simplemente tenía que aceptarme sin formular una opinión sobre mi persona a cada rato. Saber que lo mejor que puedo hacer es estar ‘unbothered’.”

“En ‘Unbothered’ el interés por volver a la infancia me llevó a reconectar con mi niña interior, maltratada por la adolescente sin autoestima que escribió ‘Strange Times Forever’”

Habiendo intercambiado la extensión solemne del disco por la brevedad sanadora del EP, Marta ha continuado su recorrido labrando el terreno para que, ahora, ambas obras dialoguen replicándose una a la otra a base de contradicciones. “Viéndolo en perspectiva, el conflicto de continuidad es una respuesta natural. En ‘Unbothered’ el interés por volver a la infancia me llevó a reconectar con mi niña interior, maltratada por la adolescente sin autoestima que escribió ‘Strange Times Forever’. Cuando el ser humano no ha sanado se torna lúgubre; recurre constantemente a la huida. En este sentido, el EP presenta una extraña mezcla temática porque durante su producción me la pasé, literalmente, haciendo equilibrios entre dos yo: la Marta infantil, pura, sin el peso del trauma, y la Marta realista, valiente a la hora de pelear contra sus obstáculos mentales.” A pesar del evidente desbordamiento emocional, a mi pregunta sobre si se considera persona altamente sensible responde que no, que siempre ha evitado catalogarse como tal. “Lo que sí doy por hecho es que la sensibilidad ha atravesado la forma que tengo de hacer música”, aclara. Un mundo sensible demasiado desarrollado puede entorpecer la existencia, pero también embellecerla. De ahí que, a través del EP, Marta haya empezado a abrazarlo; a pensar en todas las cosas positivas que la sensibilidad es capaz de aportar. Asimismo, esta nueva actitud le ha dado el empujón que necesitaba para aventurarse a cantar en castellano. “Canto en inglés porque es, básicamente, un mecanismo de defensa. Me ayuda a separar lo público de lo privado. Sucede que, al no ser mi idioma materno, me muestro menos vulnerable. Según la audiencia mi voz suena distinta, como si fuera otra persona… y, en parte, lo soy un poco. He descubierto que cambiar de lengua en mitad de un concierto me resulta atractivo. Lo siento como un despertar que me transporta a un nuevo escenario. Obedece al hecho de estar saliendo de mi zona de confort, explorando la intimidad.”

Aunque le guste decir que el castellano no ha llegado para quedarse -prefiere simpatizar con el inglés-, planteándose ese reto ha demostrado la versatilidad de un proyecto pequeñito pero matón. No deja de ser curioso que, en su caso, la gran mayoría de desafíos a sortear estén relacionados con el propio oyente. “He reconsiderado por qué hago música en varias ocasiones. Yo sé que si mis canciones ayudan a una o dos personas, mi trabajo está más que hecho. Sin embargo, es chungo porque ha habido veces que no sabía con certeza si estaba conectando o no con el público. El músico no puede predecir factores impredecibles. Igual que en ‘Life Is Strange’ (15) -una de mis grandes referencias-, te ves obligada a tomar decisiones que, según lo que elijas, moldearán de una forma u otra tu destino. Por no hablar del eterno recordatorio sobre cómo tu mundo puede cambiar en un segundo.” Adicionalmente, de no ser por sus retiros espirituales en los que deja volar la imaginación, inspirada por espacios urbanos donde reina la quietud, antónimo del bullicio social, Marta Knight sonaría distinta. Sumado a eso, que le guste definir sus canciones como “el tipo de canciones que se hacen cuando todo el mundo duerme” explica por qué el imaginario Nintendo coquetea con pesadillas post-ruptura. “A partir de medianoche aparece un silencio que hace aflorar las ideas en mi cabeza. Es el único momento libre de estímulos donde esa extraña sensación que te hace sentir que tienes que estar haciendo otra cosa deja de existir. El día te fuerza a ser productivo, pero la noche te envuelve en una paz profundamente enamorada de la creatividad.” Así pues, uno de sus mayores deseos es poder tocar durante la puesta de sol, la franja del día que precede a la nocturnidad y momento en el que el ambiente coge un tono introspectivo especial. De todos modos, tras haber dedicado la primera mitad del año a girar por las principales capitales de nuestro país, ya está puesta con lo próximo. “Este EP está hecho por y para mí, es un autorregalo. En él he encontrado todas las respuestas que quería encontrar. Quiero que la gente se sienta bien, o que, por lo menos, tenga ganas de estarlo. Lo que toca ahora es sacar un segundo disco. Me muero de ganas por hacer algo conceptual, que explote al límite la dupla concepto-música.”

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