La revolución clásica
EntrevistasThe (International) Noise Conspiracy

La revolución clásica

Toni Castarnado — 23-12-2008
Fotografía — Archivo

Tras un breve letargo, los suecos vuelven con las ideas muy claras. “The Cross Of My Calling” (Burning Heart/Pias) nos descubre a un grupo más clásico, pero que rebosa vitalidad e intensidad. Y todo eso sin olvidarse de la revolución.

El ánimo de Dennis Lyxzén está por las nubes. Se muestra excitado y orgulloso de su nuevo trabajo, al que parece haber hecho mucho bien el descanso previo.“Con ‘Armed Love’, estuvimos más de dos años girando seguidos, y necesitábamos descansar los unos de los otros. Es como cuando el amor cesa momentáneamente en el seno de una pareja. El año pasado conseguimos reunirnos de nuevo y entonces, estando todos estimulados, sentamos las bases de lo que sería este disco. Ha sido una grabación muy relajada, ya que cuatro años atrás todos nos sentíamos muy mal. Había miembros que habían dejado sus matrimonios, era la primera vez que trabajábamos en Estados Unidos, y el ambiente en general estaba enrarecido. Si comparas ambos trabajos, aquel era un puzzle de piezas sueltas mientras que ahora el puzzle está acabado. Siento que hemos grabado un trabajo muy completo y que la gente sabrá valorar”. Si hasta ahora les caracterizaban los latigazos punk, la rabia unida al ritmo, ahora poco queda de todo aquello. Ahora, los suecos suenan clásicos, con un toque añejo que no les resta actualidad. “Todos nuestros discos han sido diferentes entre si. La dinámica del cambio siempre ha sido importante en este grupo. El último álbum era un ruidoso tratado de rock de estadio que no encajaba en nuestra filosofía, así que ‘The Cross Of My Calling’ es una reacción a aquello. Ahora nos fijamos más en el blues, el soul y todo lo que suena a vieja escuela”.

"Todos nuestros discos han sido diferentes entre si"

Rick Rubin vuelve a estar a su lado, en una ecuación mejor resuelta que en “Armed Love”. “Esta vez hemos trabajado más desde la óptica de nuestra propia visión. Quizás en nuestro primer encuentro estuvo más tiempo involucrado en la gestación, y creo que eso fue negativo. Ahora hemos tenido todos, más libertad, más opinión, más puntos de encuentro. Él tenía claro el disco que queríamos, y nosotros también como trabajar con él. La experiencia anterior ha ayudado a que ésta sea mejor”. “The Cross Of My Calling” se grabó en los míticos estudios Sunset Sound, un lugar por el que han pasado grandes artistas, aunque eso sea algo que no parece haberle quitado el sueño a Lyxzén y sus compañeros. “Antes de escoger ese estudio no sabíamos que allí habían grabado The Doors. Soy de los que piensan que da igual el lugar en el que se graben las canciones, que esos espacios no tienen en realidad nada de mágico ni de especial. Lo importante es que el conjunto de esos temas funcione. Por lo que me dijeron también habían estado allí Led Zeppelin o Van Halen, aunque estos últimos no me gusten mucho. Así que habiendo grabado aquí, podemos decir que formamos parte de la historia. Además, ahora nos comparan con Santana, y esa también es una buena referencia, aunque preferiría que lo hicieran con The Rolling Stones”.

Como At The Drive-In, Refused fue un grupo más que influyente en el mundo del hardcore y cuyos miembros han acabado rindiendo tributo a los setenta. Eso es algo que tienen en común The Mars Volta y The (International) Noise Conspiracy. “Siendo estilos distintos, es verdad que Refused y At The Drive-In teníamos ideas paralelas, y en cierto modo éramos revolucionarios por sistema. Una vez finalizadas esas etapas, lo más inteligente era separarlas, buscar otros horizontes, otros objetivos creativos”. Tras girar con The Bellrays, los suecos se comportan como unos caballeros con Lisa Kekaula citándola para que les echara una mano con las voces en este disco. “Ella es grande, aunque, honestamente, tiene que reconocer que canta mejor cuando está con nosotros. Eso sí, hazme un favor, no la llames cuando cuelgue para decírselo (risas).

Tras el huracán Obama, un grupo combativo y que presume de ser antisistema, seguro que tiene algo interesante que decir al respecto. “La fascinación de América por estas elecciones ha sido un fenómeno extraño. Según ese camino, que un hombre negro sea presidente, ya es un signo de progresión. Aunque visto lo que había, no era difícil ver un progreso. Pero eso no quiere decir que se trata de una situación inusual. La pregunta es: ¿Por que ha habido tanta gente interesada en esta campaña? Yo creo que ha tenido mucho que ver el asunto de la raza del candidato, pero el problema está en la economía, en las soluciones de carácter social. ¿Cambios? No lo creo. En dos años quizás nos daremos cuenta de que estamos ante la misma disyuntiva. América ve en Obama a un nuevo Jesús que ha aterrizado para salvar el mundo. El problema se lo va a encontrar en su propio bando, en el sector demócrata del sur”.

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